El presidente francés, Emmanuel Macron, ha rechazado de manera rotunda al proyecto del gasoducto transfronterizo MidCat, que uniría Francia y España.
«Es falso que este proyecto solucione el problema del gas. Es completamente falso», aseguró durante una conferencia de prensa tras una conversación con el canciller alemán, Olaf Scholz.
Tanto España como Alemania pidieron la semana pasada que saliese adelante el proyecto para garantizar a largo plazo el suministro de gas en Europa.
Macron hizo hincapié en el hecho de que los dos gasoductos que ya unen por el País Vasco y Navarra a ambos países se encuentran «infrautilizados» y que desde febrero se está utilizando solo un 53 %. Además, subrayó que en el mes de agosto fue Francia quien exportó gas a España.
«Si usásemos al 100 % la capacidad de nuestros gasoductos y si existiera la necesidad de exportar gas a Francia, Alemania o cualquier otro lugar, diría que sí. Pero no es la verdad (…) ¿Invertir para tener un tercer gasoducto entre Francia y España responde a nuestra pregunta? No lo creo», añadió.
«No hay necesidad»
«En Europa necesitamos más interconexión eléctrica. No estoy convencido de que necesitemos interconexión de gas, cuyas consecuencias, en particular para el medio ambiente y el ecosistema, son más importantes. No hay evidencia de que haya necesidad. Ni evidencias hoy y tampoco mañana. Hay verdaderas dificultades», dijo.
En ese sentido, el presidente se mostró a favor de «desarrollar las conexiones eléctricas con España» y de reformar el mercado europeo de la electricidad con el objetivo de que los precios se fijen de una «manera coherente».
La decisión de Macron llega tan solo días después de que su ministro de Economía, Bruno Le Maire, comunicase que estudiaría la propuesta del proyecto MidCat.
El proyecto no es una iniciativa nueva, sino que la infraestructura comenzó a construirse y llegó a recibir hasta 500 millones de euros hasta que se paralizó en 2019, cuando un estudio de viabilidad encargado por la Comisión Europea concluyó que esta obra no era rentable ni necesaria.
Francia ya se había mostrado reacia a la idea de construir este gasoducto. El argumento principal en contra del proyecto es que su costo ascendería a 3.000 millones de euros, así como el tiempo en que el gasoducto tardaría en completarse.
Fuente: RT.