Los medios de comunicación no siempre transmiten las noticias tal y como éstas suceden, sino que -ya lo sabemos- filtran ideológicamente la realidad hasta hacerla irreconocible. Por eso, ahora, quiero aprovechar la posibilidad que me da tener aquí una tribuna para contar que la semana pasada se ha aprobado en el Parlamento español la nueva Ley de Aborto.
Se ha aprobado en Comisión, esto quiere decir, que aún falta un trámite final, su aprobación en el pleno, pero en la Comisión los distintos partidos explican lo que votarán en el Pleno y comprometen ese voto, así que la votación en Comisión es un reflejo exacto de la posterior votación en Pleno.
La nueva Ley permite el aborto libre, sin tener que alegar ningún motivo (es decir, como un derecho de las mujeres) hasta la semana 14 de la gestación; después el plazo se amplía unas semanas más por diversos motivos: la salud del feto, la de la madre, violación, etc. Se regula que el aborto podrá hacerse en la Sanidad Pública, que estará obligada a garantizar que el aborto pueda llevarse a cabo de manera gratuita.
Existirá la posibilidad de acogerse a la objeción de conciencia, pero sólo por parte de los médicos directamente implicados en el aborto y, el centro, en todo caso, tiene que garantizar que si no lo hace un médico lo hace otro. Se impide así algo que venía ocurriendo hasta ahora, que los médicos alegaban problemas de conciencia para realizar un aborto en la sanidad pública y gratuita y derivaban a las pacientes a sus clínicas privadas donde, con dinero por medio, ya no eran objetores de nada.
También se garantiza que las chicas puedan acceder al aborto sin consentimiento paterno a partir de los 16 años. Finalmente, la misma ley garantiza que a partir de su aprobación, los anticonceptivos serán gratuitos y que se ofrecerá educación sexual en las escuelas.
Pero lo más llamativo de la ley, con ser ésta muy importante, es que se va a aprobar con los votos de todos los partidos de la Cámara, menos el Partido Popular. Cuando digo todos los partidos quiero decir que no es una ley avalada sólo por la izquierda, sino que han votado a favor partidos de inspiración centrista y/o democristiana. El PNV, por ejemplo, partido que pertenece a la Internacional Democristiana, va a votar a favor, y no es el único.
Esto me parece muy importante porque viene a certificar que las amenazas de la Iglesia llamando “herejes” y amenazando con la excomunión a los diputados que votarán a favor, no han hecho mella alguna en diputados declaramente católicos. Es más, los diputados católicos han contestado a la iglesia que se meta en sus asuntos y que deje la política a los representantes de la ciudadanía, que para eso les elegimos mientras que a ellos, a los obispos, no les ha elegido nadie.
Ni siquiera el Partido Popular ha defendido las diatribas clericales. Es de prever también que algunas diputadas del PP voten a favor de la ley. A mí me consta (porque las conozco personalmente) que si se diera libertad de voto, bastantes diputadas del partido de la derecha votaría a favor de la ley.
España se suma así a los países europeos que reconocen que el aborto es un derecho de las mujeres y que lo garantiza en la sanidad pública. Es un buen día para las mujeres españolas y para toda la ciudadanía que apoya mayoritariamente esta ley, y por eso quiero compartir esta noticia con todas las feministas que puedan leerme, porque sé que las cosas no van deprisa en América Latina. Hay que seguir luchando.
Por Beatriz Gimeno