El Presidente Gabriel Boric anunció ayer jueves un plan de ayudas sociales para este primer semestre que incluye duplicar el monto del Aporte Familiar Permanente (Bono Marzo), la creación del Bolsillo Familiar Electrónico, el aumento y ampliación de la Asignación Familiar (AF) y el Subsidio Único Familiar (SUF), la extensión de la postulación al IFE Laboral y al Subsidio Protege, convenios con farmacias para alcanzar más de 6 mil medicamentos, la ampliación del programa de alimentación escolar y la creación de un fondo de garantías para créditos en el sector construcción.
Al respecto, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, destacó que este paquete de 7 medidas que pretenden aliviar el bolsillo de todos los chilenos, tiene un costo de $2 mil millones.
Sobre si la posibilidad de que estas medidas puedan generar un efecto rebote con la inflación, el secretario de Estado señaló que esto no sucederá, puesto que todo está incluido dentro del presupuesto para el 2023.
«Más de la mitad se financia con el presupuesto que ya está aprobado y el resto no va a desequilibrar el presupuesto», afirmó a Meganoticias.
«El Gobierno anterior cuando aplicó el IFE Universal fue un aumento del gasto sin financiamiento, y, por lo tanto, significó un aumento del déficit fiscal a casi 8% del producto. en este caso nosotros vamos a hacer esto manteniendo los balances fiscales que están comprometidos para el 2023», explicó.
«Hacer que la gente gaste sus ahorros no es una ayuda»
El titular de Hacienda también se refirió al proyecto impulsado por diputados para permitir un autopréstamo de hasta un 100% desde los fondos de pensiones y manifestó confianza en que los legisladores rechacen la iniciativa.
Tres proyectos de ley con este fin han sido ingresados hasta ahora: dos con autoría de diputados como René Alinco y Pamela Jiles que permiten el retiro de hasta el 100% de los ahorros bajo la condición de reintegrarlos en cuotas con un plazo máximo de cinco años, y un tercero generado en la bancada del Partido de la Gente, que habilita el retiro de hasta el 15% de los ahorros -reajustados en UF al momento de la entrega-, y obliga a devolverlos en 1 a 60 cuotas.
Pero, a la vez, la reforma previsional contempla una especie de «autopréstamo» acotado, que permite un retiro máximo del 5% del saldo total con un tope de 1 millón de pesos, y habilita un mecanismo de devolución del 2% del aumento de la cotización previsional.
«Si uno es honesto y dice ‘mire, esto está haciendo mal, ¿por qué se requiere un cuarto, quinto o sexto retiro si hubieran sido tan buenos los anteriores?’, es cosa de mirar un poco más adelante, de mirar las consecuencias de las cosas que se hacen, de anticipar cuándo va a ocurrir un problema. Yo creo que eso, al final, la ciudadanía lo valora. La ciudadanía no valora sólo que le digan siempre que sí, sino que también le expliquen cuando hay cosas que no se pueden hacer», dijo Marcel en entrevista con El Diario de Cooperativa.
A su juicio, «no todo lo que pasa con la ciudadanía depende de lo que se legisla. También la evolución de la economía tiene una incidencia muy directa sobre la realidad de las chilenas y los chilenos. Parece medio obvio decirlo, pero en el microclima que se genera muchas veces en las discusiones legislativas eso pareciera a veces estar un poco ausente».
En ese sentido, el secretario de Estado comentó que «es muy distinto pensar en el primer retiro, cuando estaban muy atrasados los apoyos del Estado, en un momento muy crítico. Si hoy día hay gente que está preocupada y habla de recesión, no sé qué le queda al 2020, cuando la actividad cayó de 14% en un trimestre y donde de pronto hubo dos millones de personas sin trabajo. Esa no es la situación actual. Uno tiene que entender que debe haber cierta proporcionalidad en las cosas y la que fue una emergencia, una situación realmente desesperada, es muy diferente de lo que se necesita cuando la economía viene de una etapa de sobrecalentamiento y donde el principal problema es la inflación».
«Por lo menos en lo que fue la experiencia de la discusión del quinto retiro, eso la mayoría de los parlamentarios lo entendió y el quinto retiro se rechazó por mayoría absoluta. ¿Por qué? Porque la mayoría de los parlamentarios entendió que un retiro hacía mucho más daño que bien», agregó.
Asimismo, el ministro planteó que, «a veces, cuando se habla de los retiros se habla de ayudas, pero el retiro no es una ayuda», ya que implican más inflación, tasa de interés más alta, pérdida de acceso al crédito hipotecario e inestabilidad económica,» y además deja al futuro pensionado sin recursos», sentenció.
«Ayuda es que el Estado apoye a las personas, que las apoyen con transferencias, con la posibilidad de rebajar los costos de sus compras, como las medidas que anunció el Presidente ayer. Hacer que la gente gaste sus ahorros no es una ayuda», enfatizó.
Marcel diferenció el proyecto impulsado por los diputados de la iniciativa contenida en la reforma de pensiones.
«El proyecto que presentó un grupo de diputados y diputadas es un autopréstamo de hasta el 100% de los fondos de pensiones, con un periodo de gracia de hasta cinco años, antes de comenzar de devolverlo; y (contempla) la posibilidad de pedir un préstamo por todos los fondos sea un trabajador activo o pensionados», indicó.
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