El gobierno griego informó este jueves al Fondo Monetario Internacional -FMI- de que el país heleno agrupará todos sus pagos de junio para devolverlos de manera conjunta el próximo día 30. Grecia tendrá que pagar 1.600 millones de euros al FMI antes de que finalice este mes.
La movimiento griego de retrasar los pagos no convenció a los mercados financieros, pues las dudas surgidas sobre la capacidad de Grecia para hacer frente a la deuda hicieron que muchos inversores abandonaran la Bolsa de Atenas provocando caídas del 4,5 por ciento.
Los acciones del National Bank of Greece, Alpha Bank y Piraeus Bank sufrieron, a raíz de la decisión del gobierno heleno, caídas de hasta el 10%, aumentando las pérdidas registradas en los últimos 12 meses.
Es importante aclarar que las normas del Fondo Monetario Internacional permiten ese agrupamiento con el fin de «hacer frente a las dificultades administrativas de realizar múltiples pagos en un corto periodo de tiempo«, agregó el vocero del FMI, Gerry Rice.
La noticia del retraso en los pagos se produce después de la poco fructífera reunión de emergencia que tuvo lugar en Bruselas este miércoles. El primer ministro griego, Alexis Tsipras, se negó a aceptar el acuerdo planteado por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, para desbloquear el rescate de Grecia.
La propuesta europea incluía recortar en las pensiones y subir el IVA de la electricidad hasta 10 puntos, medidas que el gobierno heleno tachó inmediatamente de inaceptables. Las propuestas del FMI supondrían la vuelta a las políticas de austeridad que han demostrado con la experiencia que, lejos de funcionar, lo que consiguen es hundir más al país en el fango de la pobreza financiera y, encima, arrebatarle la cuerda que le permitiría salir algún día de esa difícil situación.