A un día de haber asumido el Gobierno de la Presidenta Bachelet, Oceana hizo un llamado a elaborar e implementar de forma urgente un plan de recuperación para las pesquerías más deterioradas del país, como la merluza común, el jurel, la anchoveta y la sardina. Todas ellas han experimentado un dramático descenso en los últimos años que, en el caso de la merluza, llegó a un 70% entre el año 2001 y el año 2013.
“Chile ha sobreexplotado casi todas sus pesquerías debido a la mala administración que ha operado durante muchos años. Este nuevo Gobierno debe asumir la urgencia de implementar planes para la recuperación de los recursos pesqueros que, en casos como la merluza común, tiene grandes impactos sociales”, explicó Alex Muñoz, director ejecutivo de Oceana.
A juicio de la organización de conservación marina, el establecimiento de cuotas globales de acuerdo a recomendaciones científicas, el cierre de los caladeros de pesca a la flota industrial de arrastre, la fijación de tallas mínimas de captura y su fiscalización, son parte de las medidas que un plan de recuperación debiera contener.
Más del 80% de las pesquerías nacionales se encuentran en estado de plena explotación, sobreexplotación o agotadas. De ellas, el 50% de las sobreexplotadas está en riesgo de agotarse. Esto fue revelado por el reciente informe de la Subpesca, Corfo y ProChile “El Diagnóstico de Estado del Arte del Sector Pesquero para el Desarrollo de la Pesca Sustentable en Chile”.
Asimismo, datos de la Subsecretaría de Pesca (Subpesca) señalan que alrededor del 90% de la merluza común capturada en 2012 correspondió a ejemplares juveniles, es decir, a merluzas que no alcanzaron su madurez reproductiva, lo que es una clara evidencia de su sobreexplotación.
Oceana lanzó un video en el que hace un llamado a recuperar la merluza común, dando cuenta de la importancia que este recurso tiene para los pescadores artesanales y el impacto que ha sufrido por la pesca industrial de arrastre.
El Ciudadano