La desaceleración económica en los últimos seis meses de la administración Piñera fue muy superior a la prevista. El crecimiento promedio en dicho lapso fue de solo 2,7%. En el primer trimestre de 2014 tuvo lugar incluso una contracción de la demanda interna y continuaron las cifras negativas de la inversión privada, que ya habían caído fuertemente en el cuarto trimestre de 2013. El fuerte crecimiento del gasto público en enero-marzo fue insuficiente para revertirlo, dado que el consumo también experimentó signos de menor crecimiento. Las estimaciones macroeconómicas corregidas para el año entregadas por el ministerio de Hacienda proyectan un crecimiento anual de 3,4%, 1,5 puntos porcentuales menos de la estimación utilizada en el presupuesto de 2014, por el empecinamiento de Felipe Larraín y La Moneda de que sería de 4,9%. Igualmente las proyecciones de precios del cobre y del molibdeno también son inferiores a las estimadas. Ello hace urgente que se defina como se va a financiar el mayor déficit fiscal cuando al mismo tiempo se están resolviendo capitalizaciones de empresas del Estado, Enap, Banco del Estado y Codelco, que implica un viraje en el papel a desempeñar por el sector público.
En el primer trimestre de 2014, los últimos meses de la administración Piñera, la demanda interna pasó a ser negativa, situación que no acontecía desde julio-septiembre de 2009 año en que la economía experimentó su última recesión. Ello se produjo a pesar del incremento en el gasto público, que aumentó en cifras anualizadas un 9,6%. El descenso fue provocado porque continuó la contracción de la inversión, aunque en doce meses la caída de 5% fue inferior a la experimentada en los últimos tres meses de 2013 cuando se contrajo en un 12,3%. El descenso fue consecuencia de una disminución de inventarios y la menor fabricación de maquinarias y equipos. Por su parte la construcción, el otro componente de la formación bruta de capital fijo, descendió a un crecimiento de 3,2% desde el 4,9% registrado un año antes, pero con la particularidad que en marzo, según las cifras de la Cámara Chilena de la Construcción (CCHC), la variación en doce meses fue solo de 2,3%, la más baja anotada desde febrero de 2010. El gerente de Estudios de la CCHC, Javier Hurtado, explicó la desaceleración “con el fin del ciclo de las grandes inversiones mineras y con el menor inicio de obras nuevas” (23/05/14). La demanda interna ya había experimentado un muy reducido incremento durante todo el cuarto trimestre del año pasado al crecer solo un 1,2%.
Los indicadores sectoriales del INE correspondientes a abril muestran que la desaceleración económica continuó en el inicio del segundo trimestre. Su Índice de Producción Manufacturera se contrajo 4,2% en cifras anualizadas, mientras el Índice de Ventas de Comercio al por Menor al aumentar únicamente en 1,2% ratificó un proceso de reducción en su actividad. Ello llevó a Gonzalo Sanhueza, socio de Econsult RS Capital a adelantar que “el peor trimestre del ciclo iba a ser el primero del año, pero con lo que estamos viendo será el segundo” (30/05/14).
En enero-abril, las ventas de camiones descendieron, con relación a los mismos meses del año anterior en 17%, indicador utilizado para visualizar la evolución de la actividad económica. Es una reducción que se produce desde hace dos años. “(…) la situación es preocupante -comentó el gerente de la división de Camiones de Kaufmann, Roberto Beckdorf- si vemos que la baja se ha producido durante los últimos dos años en el mercado de los vehículos comerciales (…) y que hoy incluso presenta una baja más importante que lo que pasó en la crisis de 2009” (22/05/14). La industria metalúrgica también experimenta cifras negativas desde el año pasado. “En 2013 -manifestó Gastón Lewin, presidente de Asimet- la producción del sector metalúrgico y metalmecánico cayó cerca de 10% comparado con el ejercicio anterior. Este año esa caída debería ser mayor -agregó- vamos a estar en niveles que van a fluctuar entre el 17% y 20%”, lo que provocará el cierre de industrias y la pérdida de puestos laborales” (22/05/14). Es uno de los sectores afectados por el elevado grado de apertura de las importaciones y la carencia de política cambiaria, lo cual estimula el reemplazo de producción nacional por importaciones.
El producto interno bruto de enero-marzo fue positivo (+2.6% con relación al mismo lapso del año anterior) por el saldo obtenido en la demanda externa neta al incrementarse en un 5,4% las exportaciones y descender en un 3.6% las importaciones. Las ventas al exterior aumentaron ante todo por las mayores colocaciones de cobre, debido al aumento registrado en la producción, mientras las adquisiciones en los mercados externos reflejaban el proceso de desaceleración experimentado en la actividad interna. De esta manera se completaron seis meses de un PIB inferior al 3% muy lejos de los niveles de 5,7% del lapso 2010-2012, originando en gran medida por vientos externos favorables.
PIB y demanda interna 2013-2014
(Fuente: Banco Central. Porcentajes de variación anualizados/trimestre)
Trimestre | PIB | Demanda Interna | Trimestre | PIB | Demanda Interna |
2013, enero-marzo | 4,9 | 7,2 | 2013, octubre-diciembre | 2,7 | 1,1 |
abril-junio | 3,8 | 4,4 | enero-marzo | 2,6 | -0,3 |
julio-septiembre | 5,0 | 1,3 |
Esta tasa de crecimiento del producto en el trimestre es similar a la proyectada por la Cepal para América Latina y el Caribe durante todo el año. Un bajo crecimiento conduce normalmente a aumentos en las tasas de desocupación. Sin embargo en el trimestre móvil febrero-abril descendió en doce meses a 6,1%. Pero ello se produjo ante todo por un fuerte incremento en el denominado empleo por cuenta propia en un 8,8%, mientras el trabajo asalariado solo lo hizo en 0,75%. Es decir, predominaron expresiones de trabajo precario. En 2013 la tasa de desempleo regional fue de 6,2% consignaron en un informe conjunto Cepal y la Organización Internacional del Trabajo, porcentaje muy similar a la registrada en Chile.
La desaceleración económica va a repercutir negativamente en los ingresos fiscales del presente año, cuando como anotó Alberto Arenas se heredó “un presupuesto restrictivo”. La ley aprobada se efectuó con una estimación de crecimiento absolutamente irreal de 4.9%, que Felipe Larraín se obstinó en no modificar. La actualización de las proyecciones macroeconómicas de 2014, entregadas por el ministerio de Hacienda, estiman un crecimiento anual de 3.4%, para lo cual se requeriría que en un momento la economía se comience a mover de “menos a más”, hecho que hasta el momento no acontece. “El nuevo escenario macroeconómico dista de los supuestos que se utilizaron en la Ley de Presupuestos 2014 -manifestó Alberto Arenas al presentar en el parlamento la actualización de las cifras-, “por lo que esta administración tendrá que buscar las fuentes de financiamiento necesarios para hacerse cargo de la sobreestimación de ingresos” (20/05/14). A ello se suma los mayores desembolsos requeridos para enfrentar las emergencias del Norte y de Valparaíso, que en 2014 implicarán un gasto fiscal adicional de US$450 millones, de acuerdo a las cifras dadas a conocer. El impacto fiscal de la desaceleración económica será mayor al nuevo ingreso que generaría la reforma tributaria de aprobarse en los plazos previstos por el Gobierno, antes de que empiece a discutirse el presupuesto de 2015, dada la extrema gradualidad con que entrarán en vigencia sus resoluciones.
La sobreestimación de ingresos también se produjo con el precio del cobre, cuyo promedio anual 2014 se fijó en el presupuesto en US$3,25 la libra. Hacienda considera que se ubicará en US$3,05 y Cochilco en US$3,07. Ello también conduce a menores ingresos fiscales y su nivel estaría ligeramente por encima del indicador de tendencia en la cotización del metal rojo que establece el techo a gastar por este concepto. La nueva proyección considera que igualmente la cotización promedio del molibdeno será menor a la estimada, de US$10,1 la libra, cuarenta centavos inferior a los US$10,5 estimada al elaborar el presupuesto. Un efecto inverso en los ingresos en moneda nacional provendría del tipo de cambio, ya que se había proyectado una paridad de US$522,0 por dólar y la estimación corregida de Hacienda es de US$560,3 por dólar, en un país con superávit presupuestario en divisas y déficit en moneda nacional.
Nuevas proyecciones macroeconómicas de Hacienda
(Fuente: Ministerio de Hacienda. En porcentajes salvo indicación expresa)
Presupuesto 2014 | Mayo 2014 | Presupuesto 2014 | Mayo 2014 | ||
PIB | 4,9 | 3,4 | Tipo de cambio ($/US$) | 522,0 | 560,3 |
Demanda Interna | 5,4 | 3,1 | Precio cobre (US$/lb) | 3,25 | 3,05 |
IPC | 3,0 | 3,5 | Precio molibdeno (US$/lb) | 10,5 | 10,1 |
El ministro de Hacienda, dio a conocer también la violenta subejecución presupuestaria en 2013 que alcanzó a US$1,1 billón, lo cual implicará que aproximadamente un 20% del gasto no realizado se efectuará en el presente año. Esta reducción, desde luego, incidió en el bajo nivel de actividad económica en el cuarto trimestre. Tanto la subejecución a realizar este año como los recursos para enfrentar las emergencias provocadas por los terremotos del norte y el incendio de Valparaíso implican presiones fiscales no consideradas inicialmente. La subejecución traspasada a 2014 fue cifrada en US$440 millones. Tanto los menores ingresos como los gastos nuevos, en un presupuesto que desde su inicio se proyectó con déficit, exige resolver su financiamiento. “Lo más probable y necesario -expresó Alberto Arenas- es que va a haber necesidades de ventas de activos financieros, en especial del Tesoro Público, como así también (…) el uso de activos financieros de la Ley Reservada del Cobre” (20/05/14). Tanto utilizar esta ley como llevar el endeudamiento en el año sobre los US$6.300 millones aprobado en el presupuesto 2014 precisa de ser aprobado por el Congreso.
El crecimiento en los seis meses transcurridos entre septiembre de 2013 y marzo de 2014 del producto efectivo lo hizo por debajo del incremento de los factores productivos. Eso continuará así como promedio anual de cumplirse la proyección efectuada por el ministerio de Hacienda. De esta relación no nacen presiones inflacionarias. Las estimaciones macroeconómicas de 2014 constituyen una de las explicaciones para considerar que la tasa de inflación en abril de 4.3% en doce meses, superior al rango meta máximo del Banco Central (4%), se colocará dentro de él. El ministerio de Hacienda proyecta que será de 3,5% en el año. En abril, el IPC de los no transables, es decir aquellos bienes que no se pueden comercializar internacionalmente, aumentó mucho más que el IPC lo que lleva a concluir que se manifestaron los efectos de segunda vuelta en los precios causados por la devaluación del peso. En doce meses el índice de precios de los bienes consumidos por el primer quintil, el 20% de los hogares de menores ingresos, fue 0,5 puntos porcentuales mayor que el del quinto quintil, el de mayores ingresos. En ello fue determinante el aumento registrado en los alimentos (+ 6,4% en doce meses).