La OPEP revisó hoy ligeramente a la baja la demanda mundial de crudo en 2019 al fijarla en 100,26 millones de barriles diarios (mbd), una expectativa basada en que no habrá una ulterior escalada en la llamada «guerra comercial» por aranceles.
Tras un crecimiento anual del 1,68% (1,64 mbd), hasta 98,83 mbd, en 2018, el consumo de «oro negro» en el planeta se desacelerará el próximo año, cuando aumentará un 1,45% (1,43 mbd), vaticina la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en su informe mensual de agosto con datos de julio, publicado este lunes.
Las nuevas cifras totales son ligeramente inferiores, en 20.000 barriles diarios, a las estimaciones del mes pasado, tanto para este año como para el próximo, y también el incremento interanual se rebajó así en dos puntos porcentuales en cada ejercicio, según reseñó el Economista.
La organización de quince países advierte, no obstante, de que su «pronóstico» considera «que no habrá un aumento significativo de los aranceles comerciales y las disputas actuales se resolverán pronto«.
«Si bien la tendencia relativamente fuerte de crecimiento (económico) global parece continuar, han surgido numerosos desafíos» que pueden afectar el consumo de petróleo, recuerda.
Entre «las principales áreas de preocupación», la OPEP se refiere a «incertidumbres políticas«, sin especificarlas, y a «la evolución relacionada con el comercio», donde destaca un aumento de tensiones con «crecientes incertidumbres, que se traducen en una caída empresarial y del sentimiento del consumidor».
El impacto de la inversión en petróleo
El documento resalta el riesgo de «impactos negativos en las inversiones a escala mundial, en los flujos de capital y en el gasto del consumidor», todos ellos factores que «pueden tener un efecto perjudicial en el mercado mundial del petróleo».
La OPEP alude así a las tensiones creadas por la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de introducir aranceles a ciertas importaciones, sobre todo las de China, país que ha respondido con medidas similares.
Según los analistas, la llamada «guerra comercial» está presionando a la baja sobre los precios del crudo al despertar el temor a un freno de la demanda, un factor que se contrapone al efecto alcista de las sanciones de Washington a Irán, que amenazan con reducir la oferta petrolera.
Oferta de crudo en el mundo al alza
Por otro lado, la OPEP ha corregido fuertemente al alza, en 73.000 bd y en 106.000 bd, sus cálculos sobre la oferta de «oro negro» que provendrá en 2018 y 2019 de fuera de la organización, al estimarla ahora en 59,62 mbd y 61,75 mbd, respectivamente.
«La principal razón de la revisión al alza fue un ajuste de la previsión del suministro chino debido a una producción mayor de la esperada en la primera mitad de este año», explica.
«Estados Unidos, Brasil, Canadá, Reino Unido, Kazajistán, Australia y Malasia son los principales motores del crecimiento (de extracciones), mientras se espera que México y Noruega registren los mayores retrocesos», añade.
Según los datos del informe, la producción de la OPEP aumentó el mes pasado hasta los 32,32 mbd, 40.700 bd más que en junio.
Las cifras revelan que Arabia Saudí, que en la última reunión del grupo el 22 de junio se comprometió a abrir las espitas, redujo sus extracciones en 52.800 bd, mientras que Venezuela continuó con la caída drástica de su bombeo (-47.000 bd), acarreada por la grave crisis que atraviesa.
También cayeron las producciones de Irán (56.300 bd), Libia (56.700 bd) y Congo (17.800 bd). La compensación vino de Kuwait, que incrementó su oferta en 78.500 bd, así como de Nigeria (70.500 bd), Emiratos Árabes Unidos (69.200 bd), Irak (24.100 bd), Argelia (13.800 bd), Angola (11.700 bd) y Ecuador (4.200 bd).