A escala mundial la industria automotriz atraviesa por una profunda crisis, la peor en los últimos 25 años. Y el empleo es la parte más delgada del hilo. Así fue como la planta Ford en México liquidó a todos sus empleados y se mantendrá con sólo 50 para dar mantenimiento a la maquinaria.
La planta Ford en Cuautitlán, México, liquidará este lunes a todos sus empleados, 650 trabajadores, quienes días atrás aceptaron el retiro voluntario, con la promesa que rencontratarían a unos 50 empleados dentro de unas semanas, con menor sueldo.
Los 50 que serán recontratados darán mantenimiento a la maquinaria de la planta hasta que, según los directivos de la planta, hacia el 2010 se reabra nuevamente pero con otro esquema laboral, en el rubro de servicios contratados.
Los trabajadores han denunciado que hasta los momentos desconocen cuánto les deben pagar por la liquidación y señalaron que el Sindicato Nacional de Trabajadores de Ford (Sintraford) no los apoya cabalmente, «como se comprobó en el caso del pago de utilidades, nunca nos dieron lo que correspondía, especialmente desde el 2001», indicó el trabajador Daniel Ramírez.
Daniel Ramírez, entró a la planta con 18 años y trabajó durante 30 se dijo desilusionado por el gobierno de Felipe Calderón, pues «apoyó a la compañía, y no a los trabajadores». La Ford iniciará un nuevo proyecto que no lo incluye, y queda sin trabajo con dos hijos, de 12 y 18 años, estudiantes ambos.
Martín Sánchez, de 54 años y con 31 de antigüedad, no alcanza jubilación y estará privado de una mejor pensión, con dos hijos dependientes y una expectativa económica que se hunde.
Otro caso es el de Obed Camacho, que prestaba «servicios comprados» desde marzo y fue contratado por la firma Servicios Esbeltos Integrales para trabajar en la Ford volteando chasises, con sueldo de 700 pesos a la semana: casi 2 mil menos que los sindicalizados. En septiembre una empresa lo rescindió y al siguiente mes otra lo recontrató, y ahora que cierra la planta lo liquidaron con mil 614 pesos.
Empresas como Digsa, Seglo y Clayton llevaban obreros a la Ford para hacer el trabajo de los sindicalizados, con menor salario, y según Obed «eso mismo harán cuando se reabra la planta», para disminuir costos y sin un sindicato de por medio.
Otros trabajadores execraron al secretario general del Sintraford, Juan José Sosa Arreola, de quien se sienten «desilusionados», y también recriminan a las autoridades federales por permitir la violación del contrato colectivo de trabajo y que se les excluya de los nuevos proyectos de la Ford, cuya planta local cerró el pasado 19 de diciembre.
A su vez, el líder síndical se justificó y aseguró que el Sintraford acordó con la empresa un cierre temporal, que incluye la liquidación de los sindicalizados, pero en 2010 la planta reabrirá con otros proyectos, nueva tecnología y una plantilla de 3 mil trabajadores, incluyendo algunos de los ahora desempleados, cuya edad promedio es de 50 años.
En un año desaparecieron 2 mil 313 empleos en la industria automotriz en México, un promedio de 6.3 al día; según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México (Inegi) revelan que entre noviembre de 2007 y el mismo mes de este año la pérdida de esos puestos de trabajo ocurrió tan sólo en la fabricación y el ensamblaje de automóviles y camiones de alguna de las 18 armadoras que operan en el país.
A escala «mundial la industria automotriz atraviesa por una profunda crisis, la peor en los últimos 25 años, que ha tenido como consecuencia una caída brutal en la demanda de vehículos en el mundo, y México no es la excepción», expresó el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Eduardo Solís.
De acuerdo con datos del Inegi, en noviembre de 2007 laboraban 47 mil 880 personas en la fabricación y el ensamblaje de automóviles y camiones, mientras que para el mismo mes de este año el nivel de contratación se redujo a 45 mil 567 personas; es decir, 2 mil 313 empleados fueron despedidos en un año.
La desaceleración en el sector automotriz afecta también a otras ramas de la actividad industrial, como la del vidrio, el acero, el plástico, el hierro y la electrónica, entre otras, cuya planta laboral en su conjunto se estima en unas 950 mil personas, de acuerdo con cifras de la AMIA.
La semana pasada la AMIA informó que la industria automotriz sufrió en noviembre una caída anual en la producción de 2.1 por ciento, mientras la exportación tuvo una variación negativa de 7.7 por ciento y la venta interna de vehículos nuevos en el país se desplomó 19.6 por ciento.
La Jornada