El petróleo se encuentra aproximadamente a 80 dólares por barril. Este precio constituye un 20% más que a comienzos de año. Los factores son sencillos: incremento de la demanda y baja oferta de crudo, debido al recorte de producción que mantienen la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados no miembros.
Además, a ello se suma que las economías en las que el petróleo tiene más peso y se consume más son precisamente aquellas que están en desaceleración, según estima el reciente reporte de la OPEP.
En la oferta hay un ajuste a la baja, efectivo ya en la producción de países de África y de América del Sur. Agreguen también que días atrás Estados Unidos anunció que desechaba el acuerdo nuclear con Irán, un hecho que supone generará sanciones a la economía iraní. En ese entorno, el precio del petróleo se ha ido a niveles -altos- que no habíamos visto desde hace varios años.
¿Qué perspectivas hay?
El informe de la OPEP estima que la demanda no se acelerará e, incluso, está creciendo a tasas cercanas al 4%. Éstas son cifras elevadas y las condiciones de financiación de la economía se tensan cada día más. En ese entorno, el crecimiento debería ir moderándose paulatinamente también en las economías emergentes, que son las que en algunos casos hacen un uso más intenso del petróleo.
Sin embargo, respecto a la oferta, hay margen de reacción para Arabia Saudita, el gigante de la OPEP, y su posibilidad de elevar el bombeo de producción. No obstante, en el caso de Irán, expertos advierten que «quizás» las sanciones de Estados Unidos no sean generalizadas, dado que cinco o seis países fuertes no las apoyarán.
En caso contrario, si efectivamente se dan las sanciones de Estados Unidos por el supuesto incumplimiento de su promesa de no fabricar armas nucleares, Irán se vería en dificultades para exportar hacia Occidente el crudo que produce, entonces se reduciría la oferta y el precio del crudo subiría.
La otra opción es que las sanciones a Irán no se generalicen y que la Unión Europea no acompañe a Estados Unidos con las sanciones. De ser así, las tensiones geopolíticas no aumentarán como está ocurriendo en los últimos días. En ese entorno, el precio del petróleo debería bajar.
La más probables es el alza del petróleo
Si persiste el presidente Donald Trump en su posición guerrista, con el despliegue de la flota estadounidense en el Golfo Pérsico, tensaría la presión geopolítica y entonces se volvería a generar un incremento en el precio del crudo.
El Banco Mundial también pronosticó en un reciente informe que el precio promedio del petróleo subirá en el año 2018, superior al promedio de 53 dólares por barril registrado en 2017, debido a la firmeza de la demanda de los consumidores y a las medidas restrictivas en la oferta de los productores de petróleo.
Los incrementos no obedecen solo a la limitaciones en la oferta de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), sino también por el renovado impulso de la demanda, refiere el informé del organismo multilateral.