Presupuesto 2017 genera más dudas que certezas en relación a la actividad económica

El Presupuesto fiscal para el año 2017 crecerá 2,7%, según lo anunciado por la Presidenta Bachelet. Esto significa que el gasto ascenderá a unos US$ 57.500 millones, cuyo énfasis estará en materias de educación, salud y seguridad, aunque el aumento presupuestario es el más bajo desde 2003, cuando el gasto registró un incremento de 1,5%.

Que es contenido, que va en línea con el paso lento de la economía, que es más o menos contracíclico, que cumple o no con la regla del superávit estructural diseñada por Nicolás Eyzaguirre. A continuación, algunas reacciones al anuncio.

«Me parece que este presupuesto podría haber crecido un poco más, sobre todo en inversión, porque el país necesita un plan de inversiones públicas que muevan la inversión privada y que generan actividad, porque eso ayudará a salir del 2% de crecimiento», dijo el senador Carlos Montes, integrante de la comisión de Hacienda del Senado, a CNN Chile.

El economista Ricardo Ffrench-Davis afirmó en Cooperativa que el aumento presupuestario no ayuda a reactivar la economía. “El 2,7 por ciento (del gasto fiscal) es para ir mejorando el desequilibro estructural que se heredó del Gobierno anterior, no se puede decir lo contrario (…). Este 2,7 es reducidor de la actividad económica, no es impulsor», dijo.

Para Marco Kremerman, economista de Fundación Sol, “es un presupuesto demasiado restrictivo. Cuando existe un mayor nivel de gasto vinculado a mayor nivel de inversión pública, la economía se puede reactivar más rápido, esa mirada no está presente en el Presupuesto. Hay muchos gasto que hoy está presentes en distintas partidas -salud, educación, previsión- que son gastos públicos que terminan desviándose a negocios privados, como el Crédito con Aval del Estado con los bancos”, según indicó a Emol.

El integrante de la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, Pablo Lorenzini, realizó una lectura política al señalar en T13 radio, que este presupuesto “es una señal de que está mandando Teatinos 120, piso 12, ahí está la oficina del ministro de Hacienda. Yo entiendo su rol, él tiene que ver los números, las finanzas y la economía. Pero aquí también hay política, aquí también hay social».

«Si a mí me dicen de que el país está mal, como nos venden los economistas, yo no estoy de acuerdo. El país está creciendo, estamos lento, pero estamos creciendo más o menos 2%”, agregó.

Desde Chile 21, el economista Luis Eduardo Escobar dijo a radio Sonar que “necesitábamos un impulso fiscal más grande que el que plantea el gobierno». Agregó que “para que la economía pueda crecer y puedan aumentar los ingresos de las personas, de las empresas y del propio Estado, lo que necesitamos es crecimiento económico y eso se logra en base a un aumento en la inversión. Y lo que estamos viendo aquí es que la inversión privada ha caído, las personas están gastando menos y ahora el Fisco está gastando menos, o sea, entre todos estamos empujando a que la economía crezca cada vez menos y estemos en un círculo vicioso, en el cual vamos a mantener altos déficits fiscales, justamente lo opuesto de lo que se dice que queremos hacer».

Más de acuerdo se mostró el presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade, quien cree que “es un presupuesto que da cuenta de la situación económica, es razonable, austero, que si admite la flexibilidad necesaria para preservar los compromisos de carácter social y programáticos más importantes del gobierno de la Presidenta Bachelet”, según declaró a Cooperativa.

Una opinión similar manifestó el ex presidente del Banco Central, Carlos Massad, quien expuso en radio ADN que “es un planteamiento equilibrado, porque no sube demasiado el gasto público, pero en cambio sí se estimulan las inversiones por la vía de las concesiones».