El proyecto de presupuesto 2017 ya se encuentra en proceso legislativo tras ser entregado el pasado viernes por el gobierno en el Parlamento, y donde se destaca un alza en el gasto público del 2,7%, siguiendo la línea trazada por el ministro de Hacienda Rodrigo Valdés, quien impuso su parecer a pesar de las presiones de los dirigentes de la Nueva Mayoría.
Ya con su Presupuesto ingresado al parlamento, Valdés se dio el gusto de reprender a quienes desde la Nueva Mayoría le pedían mayores recursos a través de un erario contracíclico señalando que «si hacemos un buen gobierno, podemos ganar la elección (presidencial). Depende de todos, tenemos que ser ordenados, compactados, avanzar en los proyectos emblemáticos».
En este sentido, la presidenta Bachelet ha señalado que «Mi Gobierno está llevando adelante un trabajo responsable y persistente para acercarnos a un objetivo claro: mejorar la vida de las mujeres y hombres de Chile, con más bienestar, mayor protección y oportunidades distribuidas equitativamente».
De igual forma la Mandataria señaló que «Chile debe recuperar el optimismo, mirar nuestro presente y nuestro futuro con más confianza. A Chile no le hacen bien quienes encuentran todo malo. Los hechos, en pobreza, en desempleo, en competitividad, dicen lo contrario: nuestro país está avanzando y tiene la solidez para seguir adelante. Por eso soy optimista”.
Hoy a la salida del consejo de gabinete, ministro vocero de gobierno, Marcelo Díaz, señaló, en referencia al proyecto de Presupuesto 2017, que “Es un proyecto que tiene, yo diría, tres características: Es responsable fiscalmente, es decir, mantiene coherencia con lo que ha sido una mirada y acción prudente del Gobierno en el manejo de las finanzas públicas». Y agregó que «contempla la inversión pública también como un elemento que contribuya a dinamizar nuestra economía, como un motor del crecimiento. Y, finalmente, un presupuesto marcado por un fuerte gasto social, con foco en los ciudadanos y en sus familias».
«Es decir, en un contexto de desaceleración económica, de mayores restricciones, es un presupuesto que es capaz de combinar responsabilidad fiscal con prioridades sociales y nos parece que se hace cargo de manera muy adecuada de lo que son las principales prioridades ciudadanas”, finalizó Díaz.
Sin embargo, el presupuesto no dejó contentos a todos los sectores de la Nueva Mayoría. Para el diputado comunista Daniel Núñez “Hay que ser franco y señalar que se impuso una mirada un poquito restrictiva del ministro de Hacienda y a juicio nuestro, de la bancada del Partido Comunista había espacio para aumentar un poco el gasto fiscal en función sobre todo de apurar la reactivación de la economía y que eso tuviera más impacto en la creación de empleos. Pero el 2,7 por ciento es una cifra extremadamente baja».
«Nosotros consideramos que hay espacio, hay fondos soberanos que Chile tiene” agregó Núñez respecto del proyecto enviado por el gobierno.
Ante los reclamos el vocero de gobierno es claro en señalar que “éste es un presupuesto que crece menos que el año pasado, sí presenta un aumento de un 2,7%. El Ministro de Hacienda expuso algunas cifras de países de la región que crecen menos, a diferencia del presupuesto de Chile y eso es posible porque hemos hecho las cosas bien, porque tenemos un manejo muy responsable de nuestras finanzas públicas. Y eso al final del día no solamente lo agradece la economía, sino que lo agradecen todos los chilenos”.
Pero claramente la posición del gobierno no es del agrado de los parlamentarios de la Nueva Mayoría, quienes buscaban aprovechar el período electoral para hacer un aumento considerable al gasto fiscal. En este sentido el presidente de la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, Manuel Monsalve, señala que “El Estado chileno tiene más ingresos cuando hay más actividad económica. ¿Cómo el presupuesto de alinea con eso? Algunos piensan que con más gasto público y otros piensan que siendo responsable con el gasto público. Yo creo que lo importante aquí es que si nosotros quisiéramos expandir el gasto público podríamos producir un efecto negativo en la economía”.
Queda claro que tanto el ministro Rodrigo Valdés junto al resto del comité político tendrá un arduo trabajo para negociar y no quebrar su mentada regla fiscal. La Nueva Mayoría hará sentir la presión electoral y la derecha verá el espacio para poder posicionarse en el escenario que hoy no tiene. Serán dos meses que pondrán a prueba, ahora sí, al pragmático administrador de la billetera fiscal.