Si esta hipótesis es correcta, la pregunta que surge es quién hunde el precio del crudo, y cómo lo hace y por qué, señala el portal, explicando que existen tres principales versiones al respecto.
Versión 1: EE.UU.
Según la primera versión, EE.UU. ha hundido el precio del petróleo a propósito con el objetivo de ‘castigar’ a Rusia, cuya economía depende de las exportaciones de hidrocarburos.
En este sentido, el director del Fondo Nacional de Seguridad Energética de Rusia, Konstantín Símonov, recuerda que una herramienta muy importante para subir o bajar el precio del petróleo es la política monetaria estadounidense.
«Actualmente, la principal razón de la caída de los precios del crudo no es la situación en Irán, Arabia Saudita o China, sino el dólar, que Washington refuerza deliberadamente creando expectativas ante la reunión de septiembre del Sistema de Reserva Federal y la posible decisión de elevar las tasas de interés», detalla Símonov.
El funcionario explica que «como el petróleo se cotiza en dólares, un dólar más débil provoca una subida de precios del petróleo, mientras que un fortalecimiento de la moneda estadounidense como el que está teniendo lugar actualmente provoca su caída».
La otra cara de esta política, según Símonov, es que, ‘castigando’ a Rusia EE.UU. se castiga también a sí mismo, ya que los bajos precios del petróleo afectan a sus proyectos de esquisto.
Versión 2: EE.UU. y Arabia Saudita
El conocido columnista económico Spydell, que no revela su verdadero nombre, cree que el colapso de los precios del petróleo, tanto en 2014 como ahora, se debe a un complot político entre Arabia Saudita y EE.UU., cada uno de los cuales persigue sus propios objetivos.
«El petróleo es una herramienta política para la manipulación de las economías globales y regionales. Puede ser acelerado y desacelerado, dependiendo de qué regiones y países deban ser castigados», apunta el experto.
A su juicio, un derrumbe de los precios del ‘oro negro’ solo puede ser organizado por EE.UU., que controla el flujo mundial de petróleo. Con el colapso actual, Washington busca perjudicar a la vez a tres países que no le obedecen: Irán, Rusia y Venezuela, opina el columnista.
En cuanto a Arabia Saudita, que actúa como cómplice de EE.UU. y persigue sus propios intereses locales, su responsabilidad principal dentro de esta alianza es impedir a cualquier precio que la OPEP reduzca la cuota de producción.
Versión 3: Arabia Saudita
La última versión indica que Arabia Saudita, que no quiere reducir las cuotas de producción de petróleo dentro de la OPEP, es el único responsable del desplome del crudo. La base de esta teoría es el concepto de la oferta y la demanda del mercado petrolero.
Algunos creen incluso que en este juego Arabia Saudita está en contra de EE.UU, sostiene el artículo de ‘Vzgliad‘, explicando que «los altos precios del petróleo han abierto oportunidades de negocio para la revolución del gas de esquisto en EE.UU., gracias a la cual Washington ha reducido —y planea rechazar por completo— las importaciones de petróleo de los países árabes».