Las autoridades rusas y chinas crean conjuntamente proyectos que fortalecerán de manera significativa sus posiciones internacionales, escribe el periodista Dawid Warszawski en su nuevo artículo para el periódico ‘Gazeta Wyborcza’. «Europa, que afronta una triple crisis (en Grecia, Ucrania y relacionada con los refugiados) apenas se dio cuenta de las últimas cumbres del BRICS y la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS). Y lo hizo en vano», opina.
Según Warszawski, las decisiones tomadas en estas dos reuniones podrían provocar grandes cambios geopolíticos en la región. Se trata de la Ruta de la Seda, un gran proyecto chino de infraestructura que junto con la Unión Económica Euroasiática creará un espacio económico libre de impuestos desde Pekín hasta Minsk. China será un socio dominante mientras que Rusia garantizará la seguridad de la ‘ruta’, opina el periodista.
Si la ‘unión de la seda’, como la llama Warszawski, es un proyecto económico, la OCS, que ahora cuenta también con la India y Pakistán, juega un papel geopolítico y estratégico. La Organización reúne casi tantas potencias nucleares como el Consejo de Seguridad de la ONU, mientras que la posible adhesión de Irán (en cuanto se levanten las sanciones), fortalecerá aún más a la Organización.
«Ante nuestros ojos Occidente pierde su papel como el único garante de la seguridad para los países en conflicto. La OCS tiene todo el poder y el dinero para ocupar este lugar», escribe el periodista y concluye afirmando que «la economía china y las armas rusas» se convierten en una fuerza geopolítica con la que a Occidente le es «cada vez más difícil competir».