«En la Ciudad de Buenos Aires somos casi un millón de inquilinos y en la Argentina más de 5 millones, es una tendencia que viene subiendo año tras año», indicó Muñoz para graficar la dimensión del problema de los aumentos en los precios de los alquileres.
Esta suba se suma a los tarifazos en los servicios básicos como la luz y el gas, además de la alza de precios en los alimentos que generaron las medidas económicas de Macri desde su asunción el 10 de diciembre.
En ese sentido, Muñóz precisó que en territorio porteño «desde noviembre y suponemos que hasta marzo se ven aumentos en las renovaciones que van entre el 40 y el 60 por ciento que tiene que ver con la especulación de la situación económica».
«Después hay aumentos dentro de los contratos que están entre el 15 y el 20 por ciento semestrales, un 40 por ciento anual para este año y también para 2017 lo que es preocupante», añadió en declaraciones radiales.
«Hace dos años que se vienen aumentando semestralmente los valores cuando los trabajadores tienen una suba salarial una vez por año y esto tiene un impacto enorme en la economía familiar», manifestó Muñoz y apuntó que esta situación ocurre porque «no hay controles para los contratos ni para el mercado inmobiliario» ante «un Estado ausente».
Así, un nuevo golpe a los bolsillos de las clases medias y trabajadores, que aún esperan por la intervención del gobierno a su favor y no en beneficio a los sectores más concentrados de la economía.