¡El gallo pa´ visionario! Gringos copiaron la idea y ahora nos quieren sacar la foto a todos.
El proyecto cibernético de planificación económica en tiempo real, Synco (Sistema de Información y Control), es uno de los emprendimientos más revolucionarios y menos conocidos desarrollados bajo el mandato del presidente Salvador Allende.
“Es revolucionario, no sólo porque es la primera vez que se realiza en el mundo, sino también porque estamos ante un esfuerzo deliberado para darle a la gente el poder que la ciencia nos da, para que pueda usarlo libremente”.
Esto es parte del discurso que pronunciaría el inspirador de este proyecto: el sicólogo y filósofo británico Stafford Beer (1926-2002) en la inauguración de Synco, que iba a realizarse en La Moneda, en septiembre de 1973 (En Cybersyn.cl).
CIENCIA PARA EL PUEBLO
En noviembre de 1970, cuando accede al Gobierno Salvador Allende, Corfo administraba 80 industrias, a las que pronto se sumarían cuatro centenares de empresas estatizadas que se incorporarían al área social de la economía. A pesar de la experiencia desarrollada en la gestación de la industrialización, Corfo no contaba con mecanismos adecuados de dirección y planificación.
“Eran muchos los casos en que detallados datos inundaban los escritorios de los ejecutivos de alto nivel, y estos no podían analizarlos oportunamente, y así tomar decisiones a tiempo. A eso se agregaba que la información era histórica y por eso, en el momento que se tomaba conciencia de ella, era tan tarde que, o bien los acontecimientos ya se habían precipitado, o las circunstancias habían cambiado de tal manera que la información era obsoleta”, según afirmó el ingeniero Raúl Espejo en el documento La práctica industrial en Chile (Corfo, 1973).
En un principio se abordó este problema ampliando la burocracia de gerencias y subgerencias pero estas sólo fueron capaces de constatar los problemas de información y dirección que había, mas no de resolverlos.
Entonces surgió en la Corfo “la necesidad de estructurar sistemas de información que, incorporando una tecnología avanzada, se fundamentaran en conceptos cibernéticos de gestión”, señaló Espejo.
A fines de 1971, con el respaldo de Beer, Corfo inició el desarrollo de un Sistema de Información para el control de la información en tiempo real (Synco). El control en tiempo real era una de las ideas centrales de Beer: “si todo está cambiando muy rápidamente lo que necesita un gobierno es información instantánea. Si sus informaciones están obsoletas sus decisiones serán peor que desacertadas”.
CYBERNET, PRIMERA EN EL MUNDO
Resulta espectacular descubrir que en el Chile de Allende, en sólo cuatro meses, se conectaron las principales industrias con computadoras instaladas en la Empresa Nacional de Comunicaciones (Ecom) ubicada en Santiago. Para conseguir esto se usaba una combinación de líneas de telex y de microondas. Este sistema –llamado Cybernet-, que no existía en ninguna otra parte del mundo, se comenzó a implementar en noviembre de 1971.
En octubre de 1972 el sistema ya se encontraba casi plenamente operativo y dos terceras partes de las empresas controladas por el Estado estaban integradas a esta red, denominada por algunos como “la internet de Allende”.
Este proyecto mostró su valía con ocasión del paro de camioneros de octubre de 1972. Entonces el Gobierno contaba sólo con unos 400 camiones para distribuir mercaderías en todo Chile. Pero el milagro se hizo: empleando la información despachada por los teletipos, La Moneda pudo coordinar la entrega de alimentos y derrotar temporalmente este boicot.
En pleno desarrollo de Synco, Beer expresó: “Ocurre que las herramientas científicas nunca se les acepta como herramientas del pueblo y en todas partes las gentes se sienten divorciadas de las ciencias que es esencialmente suya (…) Es por eso que en Chile buscamos que los sistemas en que hemos trabajado los usen tanto los trabajadores como los ministros de Estado. Es por eso que estamos desarrollando sistemas de retroalimentación para que el pueblo se comunique con su Gobierno” (conferencia «Práctica cibernética en el Gobierno», dictada en Brighton, el 14 de febrero de 1973).
Beer cuenta qué ocurrió cuando –en noviembre de 1971- le explicó al presidente Allende por primera vez el modelo cibernético de un sistema viable. “Dibujé para él todo el sistema (…) basándome en la versión neurofisiológica del modelo dado que él es médico. El sistema comprende cinco niveles jerárquicos, y le fui explicando de abajo hacia arriba (…) al llegar al quinto nivel asumí un gesto teatral para decirle: ‘Y éste, Compañero Presidente, es usted’. Pero el Presidente se me anticipó y con una ancha sonrisa dijo: ¡por fin!, el Pueblo’”. Allende quedó deslumbrado con Beer y su proyecto y de inmediato le brindó su apoyo.
El símbolo principal de Synco es la futurista sala de operaciones. “Si ese nombre les recuerda a algunos un cuartel general de guerra es porque la referencia es totalmente intencionada. Es así porque la sala de operaciones exhibe en forma muy gráfica la información en tiempo real para la toma inmediata de decisiones”, señaló Beer.
La sala era hexagonal e incluía siete sillas giratorias que fueron fabricadas en un taller de Puente Alto. Estas tenían en su brazo derecho una serie de botones que activaban proyecciones en las pantallas dispuestas en la sala. En el izquierdo había un cenicero y un posavasos.
“La sala de operaciones se parece a una escenografía para una película futurista, pero no se trata de ciencia ficción. Se trata de ciencia real. Existe y funciona, y lo hace tanto para el trabajador como para el ministro”, señaló Beer en 1973.
Como tantos otros proyectos valiosos, Synco murió con el Golpe, y Stafford Beer, destrozado por la muerte de su amigo Allende y de su sueño cibernético, renunció a todos sus bienes materiales y se fue a vivir a Gales donde se dedicó a la pintura y la poesía.
Por Francisco Marín
El Ciudadano Nº146 / Clarín Nº6.293
Septiembre 2013
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