Telar de Mujeres: la peligrosa sociedad piramidal que se disfraza de empoderamiento femenino

Una denuncia formulada a este medio alertó sobre la existencia de sistemas de captación de dinero piramidal en Chile. Esta vez, el formato se refugia en un intrincado discurso de sanación y crecimiento entre mujeres.

Telar de Mujeres: la peligrosa sociedad piramidal que se disfraza de empoderamiento femenino

Autor: Vanessa Vargas

Telar de MujeresHace unos días, y pidiendo expresamente resguardar su verdadera identidad, ElCiudadano.cl recibió el testimonio de una mujer que aseguró haber participado de un «Telar de Mujeres», un cerrado espacio de encuentro y sanación para el género que, en el fondo, disfraza un viejo esquema de captación de dinero no autorizado.

Aunque Francisca, como apodamos a la entrevistada, recalcó estar segura de que en este espacio no se desarrolla una estafa, las pistas entregadas por ella y otra fuente anónima -Carla- que también fue invitada a participar de los encuentros, dejan en evidencia la expansión en Chile de un peligroso esquema Ponzi que, esta vez, se vale de la necesidad de las mujeres de agruparse y hacer comunidad, desafiándolas a generar un sistema de «economía solidaria» que no es tal.

La dinámica detrás de este nuevo modelo de sociedad piramidal no es nuevo y replica las falsas promesas de alta rentabilidad de otros casos similares ya detectados en el país. Sin embargo, la captación de los dineros se realiza a través de un extenso proceso espiritual, que esconde en una amplia trama de sanación y supuesto empoderamiento femenino el desarrollo de un eventual fraude.

UNA EXPERIENCIA MÍSTICA DE CAPTACIÓN DE DINERO

flor-interior1El esquema replica otros experimentos conocidos de la misma línea y ya detectados en países como México, Perú y Chile, como la denominada ‘Flor de la Abundancia’, de origen mixto, o ‘Telar de la prosperidad’, o «La Gran Célula», que el 2008 evidenció en el país una serie de fraudes de la misma índole.

En este caso, las instancias de comunidad se desarrollan sobre la base del funcionamiento de los círculos de mujeres tradicionales, que en distintos puntos del mundo desarrollan los vínculos y reflexiones del género acerca de la sabiduría ancestral y el conocimiento del cuerpo. Sin embargo, estos encuentros en particular se concretan diariamente vía Internet, a través de una plataforma llamada Zoom, que funciona en formato de videoconferencia.

Para integrar el Telar, las mujeres deben ser invitadas por alguien de confianza, que les entrega el mensaje acerca de una experiencia de desarrollo personal que tiene el requisito excluyente de la entrega de una suma inicial de 1 millón de pesos, que al cabo de un mes será retribuido a través de un «regalo» de otras mujeres que se multiplicará por 8.

«Al cabo de un mes a ti te va a llegar un regalo. Con la plata que tú pones, se junta entre varias mujeres y se les da un regalo a una mujer que en realidad tú no conoces, pero que es igual que a ti y está buscando su destino. Después, cuando avanzas, trabajas con elementos de la tierra. Al inicio, entras siendo fueguito, donde el atreverse a dar ese dinero es un acto iniciático y después avanzas en la etapa de viento donde tu misión es soplar fuerte e invitar a nuevos fueguitos a participar», cuenta Francisca.

Siguiendo exactamente el mismo funcionamiento de la Flor de la Abundancia, la experiencia contempla el paso por cuatro etapas simbolizadas en elementos de la tierra: Fuego -iniciación y aporte del dinero-, Aire -etapa en que debes sumar a otras dos mujeres a participar-, Tierra -apoyo o sostén de la estructura o telar- y Agua, etapa en que supuestamente llega el momento de recibir «el regalo». Este sistema se replica en las múltiples mandalas o telares que van naciendo.

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«Una vez que tú vayas a recibir tu regalo, que ocho mujeres te dan a ti, tienes que preocuparte, en 4 semanas, de cuidar que esas 8 mujeres reciban su regalo también. Acompañarlas, darles la información y la confianza de que esto no es una estafa y nadie se está quedando con la plata de nadie porque no hay ninguna institución atrás», detalla Francisca.

Al recibir los ocho millones de pesos, algunas mujeres pueden «reciclarse» y salir del telar para volver a entrar, haciendo un nuevo regalo que multiplicará exponencialmente las ganancias, aunque sólo en la teoría. Así lo reconoce Francisca: «Eso le ha pasado al 1% de las mujeres que han participado, el 10% ya recibió su regalo y el otro 90% no han recibido nada«.

Los telares se inician con un grupo de 15 mujeres que luego se divide en dos hasta seguir creciendo indefinidamente, con mujeres a cargo de seguir alimentándolo. Sin embargo, llega un momento en que el crecimiento de nuevas socias se estanca y empiezan a aparecer las dudas, tal como le ocurrió a Francisca.

«Yo y otro grupo de mujeres nos dimos cuenta de que esto no era sustentable y que más que hacer un bien, finalmente era mucho daño porque en algún momento iba a colapsar el sistema y eso es lo que ha pasado con las estructuras piramidales», comenta.

Para las mujeres que participan, el mensaje es claro: no hay organizadores y no hay mecanismos para devolver el dinero a aquellas que quieran retirarse, algo que afortunadamente Francisca pudo solucionar antes de decidirse a dejar el Telar de Mujeres: «La mujer a la que yo le regalé entendió y me devolvió la plata», consigna. Otra de sus amigas no tuvo la misma suerte y hoy se las arregla para juntar el dinero, en medio de deudas. Al final, es un regalo, aclaran al interior, y los regalos no se devuelven.

LA MANIPULACIÓN DEL DISCURSO FEMINISTA

circulomujeressagradasEl público objetivo de este tipo de sistemas pensados específicamente para el sexo femenino apunta a un grupo de mujeres de mayor nivel socioeconómico, que viven fuera de la ciudad y transitan en actividades de género y ecología.

Las piezas gráficas e instrucciones, que son compartidas sólo mediante un pacto de confianza y rigurosidad de parte de las participantes, hacen alusiones al mundo espiritual y a la necesidad de las mujeres de apoyarse mutuamente. «Es fácil reconocer a las mujeres fuertes: Son las que se construyen unas a otras en lugar de destruirse entre ellas», reza uno de los materiales de apoyo del telar.

En las instancias de encuentro también se realizan oraciones destinadas a levantar el espíritu e invocar la abundancia. Uno de los mensajes de audio que circulan por Whatsapp para dar la bienvenida a las mujeres que van a integrarse señala lo siguiente:

«Hola, bienvenida al Telar de las Mujeres. Bienvenida a un camino de empoderamiento y de iniciación. En este camino vas a transitar por cuatro diferentes lugares que te harán reconstruir, replantear y rediseñar tu vida en todos los aspectos», declara una mística voz. En este tipo de sistemas, las nuevas tecnologías de Internet y los móviles cumplen un rol primordial.

Para otras mujeres, como Carla, quien rechazó participar, este no es un círculo de mujeres propiamente tal y es necesario hacer la distinción. «Este llamado telar es un sistema de plata, de inversión, donde se usan esto de los círculos de mujeres y entran por ahí. Pero es un modelo económico, por decirlo de alguna manera, que ha estado antes y llamado de otras formas: Flor de la Abundancia -que era mixto, no sólo de mujeres-, Bolas de Colores, Célula y siempre pasa lo mismo», señala.

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Ejemplos denunciados en México.

Carla también fue invitada mediante el mensaje de la hermandad femenina. Sin embargo, al investigar, notó que no se trataba de un modelo circular ni cooperativo, sino de un funcionamiento similar al sistema capitalista que considera el crecimiento ilimitado entre sus principios, con un enfoque de falso empoderamiento muy preocupante.

«Sabemos que los círculos de mujeres son espacios de mucha necesidad para la mujer, hay sanación que se hace por el solo hecho de contar nuestras historias, compartir nuestros miedos y dolores. Hay una necesidad muy grande de reunirse, agruparse y hacer tribu, por eso enganchan tan rápido y sobre todo porque se presenta como un nuevo paradigma, anticapitalista y antipatriarcal«, apunta.

La clave es la confianza y las participantes que sumen demasiados cuestionamientos rápidamente comenzarán a ser criticadas por el resto del telar y a ser acusadas de escepticismo y competencia. Sin embargo, pese a las lógicas de secretismo, Carla y Francisca están convencidas de que no hay una intención de estafa de por medio y que «termina siendo un fraude involuntario, porque no hay ninguna mujer que guíe esto a beneficio propio», consigna Francisca.

Por ahora, los cálculos llaman la atención: «Hace tres semanas, cuando salí, había un poco más de mil mujeres participando. Si calculas y la multiplicas por un millón, son a lo menos mil millones de pesos». Y los números siguen creciendo.

LATINOAMÉRICA SUMA DIVERSOS CASOS DE POSIBLE ESTAFA

telaresMéxico, Perú y Argentina suman experiencias y datos actuales sobre la expansión del mismo tipo de esquemas, con diferentes grados de fraude, pero todos enfocados en perfiles de mujeres con interés en temas espirituales y de sanación personal.

Una de las claves que permite propagar la experiencia y el mito acerca del funcionamiento de estas redes es la existencia de personas que sí recibieron su dinero, tal como lo explica el economista y director académico de la Universidad Santo Tomás, Piero Moledeto: «La estafa acontece para los últimos que se van sumando al sistema y no para los primeros. Muchas veces los primeros logran tener la rentabilidad, aunque finalmente salen perjudicados».

Durante este mismo año, se han reportado casos de telares de abundancia o sistemas de captación de dinero específicos para mujeres que incluso han provocado el pronunciamiento de organismos oficiales, como en el caso peruano. A inicios del mes de julio, la Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones (SBS) señaló haber sido consultada sobre si este tipo de esquemas se encuentran autorizados – lo que está prohibido por ley, al igual que en Chile- y llamó a las personas a cuidarse de participar en estas instancias que podrían devenir en estafas masivas.

En Argentina, los medios han dado cobertura a diversas denuncias de telares de la abundancia, describiendo el funcionamiento y advirtiendo a la población y, especialmente, a las mujeres, de no caer en este tipo de invitaciones.

El carácter reciente de las denuncias en la región permiten dar cuenta de un nuevo escenario de posibles estafas en Chile, que ya está siendo investigado por la Policía de Investigaciones debido a los testimonios de algunas mujeres que no recibieron sus respectivos «regalos». De todos modos, determinar a los organizadores es muy difícil debido a que son los primeros en dejar el sistema y relevar responsabilidades para evitar perder sus ganancias.

Además, ninguna de las integrantes tiene autorización de hablar sobre eso y entregar más detalles. «Una mujer que vivió la experiencia en México lo trajo a Chile y dice que allá funciona«, son las únicas pistas ofrecidas por las fuentes.

Para quienes han participado de este Telar de Mujeres, las dinámicas está bien armadas para evadir cualquier acusación de estafa, ya se se habla de regalos en todo tipo de documentación legal, como es el caso de las transferencias bancarias. «Y no está prohibido hacer regalos», acota Francisca.

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La manipulación emocional es una herramienta primordial. Para la mayoría de sus participantes, el telar se presenta como una forma de cambiar el mundo y respaldarse entre mujeres, así que algunas optan por no leer «contrainformación», incluso argumentando que esto puede venir desde el propio patriarcado que quiere impedir que el nuevo modelo económico feminista funcione.

Hoy, hay mujeres que ya se retiraron, otras que se mantienen dentro de los telares y otras que están a punto de ingresar, seriamente convencidas de que la experiencia funciona. «Siento que puede ser tanta la necesidad de algunas mujeres de sentir que pueden estar en hermandad, que aparece este modelo que ocupa la plata de mala forma. La parte de contención femenina es súper power, de verdad está bien hecho y funciona muy bien. El tema de las lucas es lo que no está bien», recalca Camila.

Carla coincide y descarta la opción de una estafa propiamente tal, asegurando que el motor de las mujeres no es la ambición, sino las ganas de hacer algo bueno por las otras. «Están totalmente cegadas y creyendo en eso, quieren ayudar a otras mujeres a empoderarse económicamente y hacer que esto se masifique».

LA PEOR PÉRDIDA: LA RUPTURA DE CONFIANZAS COLECTIVAS

mano-960x623A juicio del economista Piero Moltedo, es justamente sobre la base de la confianza en donde estos modelos prosperan. La idea es ir aumentando los socios o clientes entre un mundo de redes y relaciones estrechas, que aislen las posibilidades de dudar.

«El problema es que a la larga esto no va a resultar porque va a ser imposible tener mucha gente que pueda pagar al sistema. Si una persona comienza y dice que por cada peso que le pasen, ella va a entregar 5, funciona. Las primeras personas van a entregar un peso, se los devuelvo multiplicado en 5 y esto va a convocar más gente. Pero va a llegar el momento en que esto no podrá seguir creciendo para pagar las rentabilidades y ahí simplemente se deja de pagar«, explica.

El modelo, de origen muy antiguo, fue perfeccionado por el italiano Carlos Ponzi, de quien se heredó su apellido, y la historia cuenta que él mismo lo repitió varias veces en algunos pueblos. Su premisa funciona sobre un aspecto fundamental de la humanidad: la codicia. «Eso, aún cuando la gente se de cuenta de que existen las estafas y de que pueden ser estafados», agrega.

La promesa de una rentabilidad de 500 a 800% siempre se traducirá en una estafa, asegura el economista. Hay otros casos de números «más realistas» que finalmente terminan siendo más peligrosos por su capacidad de convencer: por ejemplo, AC Inversions, que prometía rentabilidades de un 7,5% mensual, una cifra que de forma optimista podría alcanzarse en un año.

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Pese a los múltiples casos a la luz de la opinión pública, los especialistas aseguran que es imposible detener la expansión de los esquemas Ponzi. Y que, a la vez, sus víctimas podrán seguir perteneciendo a diversos estratos económicos, ya que no existen señales de que el nivel educacional incida en estos fraudes. «Hemos visto a gente de buena situación económica y con estudios que han caído», enfatiza.

Aunque la existencia de algún comprobante, como transferencia bancaria, permita realizar acciones legales, la recuperación del dinero es muy difícil. «Esta es una cosa que siempre va a acontecer, es como la estafa del cuento del tío. La gente siempre va a caer y va a pensar que esta vez sí va a resultar, el gancho es que al principio siempre resulta». A juicio del especialista, más que la pérdida dle dinero, es preocupante el costo emocional de las personas involucradas y la pérdida de confianza tras este tipo de experiencias.

«Estamos en una sociedad donde lo que más necesitamos es que las relaciones humanas sean estables y generadoras de confianza y esto apunta a una dirección contraria. Terminamos siendo más enemigos de nosotros mismos, aunque la sociedad requiera que exista mayores niveles de compasión entre nosotros», afirma.

En el levantamiento de una sociedad piramidal de este tipo, la legítima necesidad de las mujeres de organizarse y construir vínculos mutuos, en un escenario de mayor articulación feminista, es la coartada perfecta que sirve para alimentar otros fines, ajenos al movimiento.

«Se pierde la confianza de la gente con costos emocionales gigantescos. Eso es muy difícil de recuperar. Lo que debiese tener un bonito objetivo finalmente se mal utiliza. Eventualmente pueda aparecer y habrá otro círculos de mujeres donde ahora vamos a integrar la desconfianza, como en cualquier orden de cosas», cierra el especialista. Y por ello, la denuncia de estos casos y experiencias se vuelve fundamental.


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