El próximo año finalizan algunos contratos de los operadores de buses del Transantiago. Tomando en cuenta aquel escenario, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) dio a conocer los contenidos esenciales de las Bases de Licitación para el sistema de transporte público de la capital, cuyas orientaciones hablan de ampliar el número de operadores, indicadores de desempeño y un sistema mixto de infraestructura destinada a la operación, entre otros ejes.
Los cambios al sistema obedecen al vencimiento de los contratos en octubre de 2018, suscritos por Redbus Urbano S.A., Servicio de Transporte de Personas Santiago S.A., Inversiones Alsacia S.A. y Express de Santiago Uno S.A.
Por ejemplo, respecto de las principales modificaciones incluidas en las bases de licitación, se plantea aumentar la cantidad de operadores como medida preventiva ante riesgos de continuidad de un servicio con problemas financieros, laborales u otros que afecten su operación.
En este sentido, se contemplan cambios a la malla de servicios, con la creación de 19 recorridos y la modificación de otros 17, lo cual implica un ajuste del 20% del total de la malla a licitar, un aumento de la flota en 435 buses y la expansión del la red del sistema en más de 500 kilómetros.
Las bases establecen modificar el mecanismo de pago a los operadores, incorporando dentro del esquema de su remuneración un pago vinculado directamente a la calidad de servicio, la que será medida a través de los indicadores de operación y calidad.
A estas modificaciones se suman una mayor participación de la autoridad de Transportes en la determinación de los programas de operaciones, la implementación de servicios con itinerarios, nuevas exigencias para la flota de buses, incorporación de flota de baja emisión y eficiencia energética; además de cambios en materia de demanda e infraestructura.
Posibilidad de incidencia
Para Genaro Cuadros, arquitecto de la Universidad Diego Portales y coordinador de la Mesa Social por un nuevo Transantiago, instancia que presentó 29 propuestas para modificar el sistema de transporte público, las bases constituyen un avance, «pero claramente no es el rediseño del sistema», según indicó en conversación con El Ciudadano. De todas formas, el urbanista destacó que «este es el momento si uno quiere incidir realmente en la calidad del sistema de transporte público que tenemos en la capital».
A juicio de Cuadros, el documento del MTT adolece de un capítulo relacionado con las condiciones laborales de los trabajadores del Transantiago, que prolongue las garantías con las que ya cuentan, mejore la agenda de trabajo con distintos servicios públicos, como la Dirección del Trabajo, y que establezca los puntos que deben ser modificados en relación a la normativa laboral.
Sobre este último nodo, Genaro Cuadros piensa que los cambios legislativos deben contemplar «el funcionamiento operativo del transporte público, porque no calzan las horas de trabajo con las horas que tienen los recorridos y las pausas que debieran hacer los conductores con las pausas que los trabajadores deben hacer de acuerdo a la ley laboral (…) claramente, los conductores en Chile requieren un estatuto laboral distinto, que los reconozca como una especificidad».
Respecto de la evasión, uno de los problemas más recurrentes del Transantiago en sus 10 años de funcionamiento, el director del Laboratorio Ciudad y Territorio de la UDP sostiene que «está implícitamente planteado en las bases un mecanismo que, según el Ministerio, daría respuesta de manera significativa, poniendo los incentivos para que las empresas fiscalicen y capturen pasajeros, pero entregar la responsabilidad exclusivamente al operador, claramente no es la única solución».
Tarifa Cero
Por 69 votos a favor, 24 abstenciones y un sufragio en contra, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de acuerdo para solicitar al Ejecutivo que impulse un proyecto de ley que permita el acceso gratuito a los usuarios del Transantiago, a partir de un descuento en las planillas de sueldo de l@s trabajadores/as de la capital.
La iniciativa formulada por el diputado Giorgio Jackson (RD) busca que el financiamiento del sistema provenga del Estado (45%), en conjunto con trabajadores (27,5%) y empleadores (27,5%). Con esta distribución, el descuento mensual a los sueldos ascendería a 11 mil pesos.
Sobre el descuento en las planillas de sueldo, el parlamentario por Santiago argumenta que «sería mucho menor de lo que hoy pagan quienes ocupan el sistema de transporte público. Para ponerlo en un ejemplo, hoy los trabajadores pagan cerca de $35 mil pesos para ir y devolverse del trabajo y con este sistema estarían pagando entre 11 y 14 mil pesos, al igual que el empleador».
{destacado-1}
Para su elaboración, el diputado Jackson tomó como referencia el planteamiento del director del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable, Juan Carlos Muñoz, quien propuso este esquema a partir de la proporción que representa movilizarse diariamente en el Transantiago, en relación a los sueldos de los trabajadores. Cerca de un 28% de los ingresos, según afirmó el experto en mayo pasado.
«El costo de Transantiago (buses y Metro) es aproximadamente US$ 1.480 millones (un millón de millones de pesos) anuales. Si consideramos que aproximadamente dos millones de personas trabajan en Santiago con un contrato formal, se necesita sólo un aporte de US$ 60 mensuales por cada uno. Si el Estado siguiese aportando un 45% de dicho costo y el restante 55% se dividiera entre empleado y empleador, entonces cada parte aportaría $11.000 al mes», manifestó a través de una columna en La Tercera.
Según explicó Muñoz, esta modalidad terminaría con la evasión y, por lo tanto, resultarían innecesarios los costos por cobro y fiscalización, esto significa la prescindencia de red de recarga, tarjetas, torniquetes y fiscalizadores.
Por otro lado, el panorama descrito por el académico plantea un mayor dinamismo en el funcionamiento de los buses, considerando el ingreso por todas las puertas simultáneamente en cada paradero, con lo cual se reducirían los tiempos de viaje.
«La idea es que todos tengan que pagar y tengan el incentivo de ocupar el transporte público, que ya va estar financiado y, además, eso tiene el beneficio de tener mejoras en calidad, porque se ahorra el tiempo en el cual las personas cargan la tarjeta y también tienen que hacer la validación», explicó el diputado Jackson.
En tanto, Genaro Cuadros señaló que este tipo de iniciativas se han implementado en otros países, aunque con distintas estructuras de viaje y tamaños de ciudad. «No es una idea disparatada, pero sí requiere hacer una discusión como país sobre dónde ponemos las prioridades respecto de los subsidios que entrega el Estado, porque subsidiar totalmente el transporte público, sobre todo si tenemos un buen desarrollo económico, puede ser una posibilidad, considerando que el Estado debe garantizar el derecho que las personas tienen a moverse en el territorio, porque es una garantía fundamental para acceder a los bienes y oportunidades que la ciudad le da a los habitantes», comentó.