Contentos y con la esperanza que la Corte de Apelaciones ratifique la sentencia del Primer Juzgado de Letras de Santiago, están los 34 ex trabajadores de Sodimac que dieron la batalla legal en contra de la empresa por despidos injustificados que afectaron a personas que fueron activas participantes en la huelga de noviembre del 2016 que duró 26 días e involucró a cerca de 8 mil trabajadores.
De acuerdo al reporte del portal Sindical.cl, “el fallo del Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, solo ratifica lo que nos tocó vivir durante el período de huelga: abusos y amedrentamientos, días sin sueldo, ofertas cada vez más miserables, huelgas de hambre, trabajadores y trabajadoras junto a sus familias alimentándose en las ollas comunes en las calles y limosneando para poder cumplir con sus responsabilidades económicas”.
Así lo expresó Rodrigo Olave, uno de los 34 trabajadores despedidos y quien fue uno de los que comenzó a organizar el grupo para entablar la demanda. Acción que dio como fruto, una sentencia a favor de los trabajadores que una vez ejecutoriada, la empresa además de pagar multas, quedaría excluida durante dos años de participar en las licitaciones con el Estado a través del sistema de compras públicas (Chile Compra). Sin embargo, la empresa ya anunció que interpondrá un recurso de nulidad ante la Corte de Apelaciones de Santiago.
“Esperamos confiados en que la Corte de Apelaciones, ratifique el fallo de primera instancia y que nos dé la razón. Nosotros, jamás dudamos en llegar hasta la última instancia, porque para nosotros, más que el dinero, hay una consecuencia de poder manifestar y que se exprese en una sentencia, que ellos son una empresa que atenta contra la libertad sindical. Eso es lo que a nosotros nos interesa. Podríamos haber llegado a algún acuerdo, intentar un acuerdo, pero nosotros quisimos llegar hasta el final, de demostrar que aquí se vulneran los derechos de los trabajadores”, advirtió Olave, recordando que tras la huelga del año 2013 se vivió una situación similar, lográndose finalmente un acuerdo con los trabajadores, y evitando así salir del listado de Chile Compra.
En ese sentido, añade la información, los despidos comenzaron justo después de terminado el fuero sindical de estos trabajadores. De ahí, “nos organizamos para poder demandar a la empresa porque sabíamos que era una medida de represalia. Partimos cinco personas (…) Éramos parte de una comitiva que participó activamente en la huelga. Y fuimos los primeros que empezamos a salir; yo fui el primero, el 11 de enero, y marcó el precedente de los primeros desvinculados. De a poco fuimos sumando gente de distintas regiones hasta llegar a 34 personas”, contó Olave.
La empresa para despedir a este grupo de trabajadores se basó en la antojadiza justificación “por necesidad de la empresa”. No obstante, sus puestos de trabajo fueron cubiertos por otras nuevas contrataciones. A juicio de Olave, la carta de despido alude motivaciones “súper subjetivas”: “la carta de desvinculación que ellos enviaron, expresaba cosas súper subjetivas porque para que te desvinculen tienen que darte razones bien objetivas. Y acá se hablaba de la economía, de la llegada de Donald Trump al gobierno de los Estados Unidos, de los chinos. No había nada concreto. Yo llevaba 9 años en la empresa e inmediatamente buscaron un reemplazante en mi cargo porque yo tenía que ver con el trato directo con proveedores de Sodimac”.
El fallo de primera instancia, “es categórico”, asegura Olave: “denunciamos despidos injustificados, lo cual en la primera sesión del juicio, la magistrada determinó inmediatamente que esto era, claramente, un despido injustificado y lo que nosotros pasamos más horas en el juicio, fue por la tutela de derechos que es la segunda causa que invocamos que establece que fuimos vulnerados con nuestro derecho a manifestarnos en huelga”.
En tanto, José Galaz, encargado de la Secretaría de Negociaciones Colectivas, Conflicto y Solidaridad de la CUT, calificó como “relevante este fallo, porque establece que la empresa viola derechos fundamentales”, alentando a este grupo de trabajadores a seguir hasta las últimas instancias y esperando que la Corte de Apelaciones “al menos” respete el primer fallo emitido por el citado Juzgado de Letras.
“Es una señal positiva que se sancionen este tipo de prácticas, pero hay que llegar hasta las últimas consecuencias. Ojalá que los trabajadores lleguen hasta al final. Acá estamos hablando de una empresa poderosa que es filial de Falabella, de los Solari, Cuneo, poderosos empresarios. Si la Corte de Apelaciones ratifica este fallo, la empresa quedará excluida por dos años del sistema de Chile Compra; de lo contrario, si llegan a un acuerdo con los trabajadores, la empresa pagara solo la multa y quedará libre de culpa cumpliendo así su objetivo que es mantener a los trabajadores con miedo a organizarse”, concluyó el dirigente.