Venezuela avanza en el proceso de certificación del diamante para regularizar su producción e incorporarla a las reservas internacionales del Banco Central de Venezuela (BCV).
En aras de cumplir con este objetivo, una delegación del BCV sostuvo este lunes un encuentro preparatorio de cara a la Reunión Intersesional del Sistema de Certificación del Proceso Kimberley 2018, que se celebrará en los próximos días en la ciudad de Amberes, en Bélgica.
«Estos trámites forman parte del Motor de Minería de la Agenda Económica Bolivariana contemplado en el plan del arco minero», refirió José Khan, director del Banco Central y responsable del Proceso Kimberley en Venezuela, en una información publicada en el Twitter por el BCV.
El Sistema de Certificación del Proceso Kimberley es un protocolo de control de exportaciones que permite comercializar legalmente los diamantes en el mercado internacional. El sistema, dependiente de la ONU busca evitar el tráfico ilegal de esta piedra preciosa y combatir el empleo de personas bajo condiciones de semiesclavitud en las minas de este mineral.
Para muy pocas personas es conocido el proceso llamado Kimberley que recobra fuerza en Venezuela, luego de haber estado auto suspendida por más de ocho años del sistema de control para la exploración, explotación y exportación del diamante en bruto.
Venezuela perteneció al Proceso Kimberley hasta 2008, año en el cual se retiró para colocar en orden sus cifras de producción. Desde 2014 había duplicado esfuerzos para reintegrarse al mecanismo, acción que se concretó en noviembre de 2016 por votación unánime de los miembros.
Potencial del diamante
El 27 de marzo de 2017, el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, decretó el diamante como un mineral estratégico para el país, «por eso es fundamental guardar con mayor celo todo lo que es la normativa, el proceso Kimberly».
El BCV, comentó Khan, siguiendo instrucciones del presidente Maduro, «ha venido profundizando su trabajo en cuanto a la necesidad de aumentar las reservas internacionales con el objetivo de que el Gobierno nacional siga impulsando las políticas sociales».
En Venezuela se dispone de unas reservas probadas de diamante en yacimiento que superan los tres mil millones de kilates, aproximadamente 600 toneladas. Esto ofrece un margen de maniobra para afrontar la guerra económica que el Gobierno de Etados Unidos ha impuesto contra el pueblo.
El Gobierno venezolano estima ingresos al país por los 2.000 millones de dólares, producto de la actividad minera que se desarrolla, fundamentalmente, en la Zona de Desarrollo Minero Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco, ubicada en el estado Bolívar, al sur del país.