Aproximadamente a las cuatro de la tarde aterrizó al aeropuerto Arturo Merino Benítez el presidente chino, Xi Jinping, en la última de las etapas de su gira latinoamericana.
El mandatario aprovechó la tarde para sostener una reunión bilateral con la presidenta Michelle Bachelet y firmar una docena de acuerdos entre ambos países.
La presidenta sostuvo que «con China tenemos una relación madura, estable, que crece y se fortalece”, mientras que Xi Jinping dijo que su nación está dispuesta a estrechar sus lazos con los países de América Latina que integran la Alianza del Pacífico. Unas declaraciones que evidencian la sintonía entre ambos países de fortalecer sus vínculos, más aún después de los anuncios del futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de retirarse del Acuerdo Transpacífico (TPP), un espacio que China no está dispuesto a perder.
El analista internacional Pablo Jofré explicó a El Ciudadano que «en la medida que sale un actor importante de un circuito económico, ese lugar lo ocupa otro». Y puntualizó: «Si EEUU no quiere participar del TPP, entonces China se convertirá en un elemento aglutinador y asumirá el liderazgo en esta zona».
El experto afirmó que «Estados Unidos no quiere mantener relaciones más estrechas con algunos países como Bolivia, Venezuela, Ecuador o Nicaragua porque lo afectan los vínculos políticos» y deja un amplio abanico de mercado a «sus competidores más fuertes y tradicionales, como Rusia, China o Irán, que se están metiendo en el mercado latinoamericano».
Eso porque, según él, «EEUU supedita muchos elementos al factor político y no al económico». «Las políticas comerciales de China se establecen en función de intereses comerciales, sin exigencias políticas; en cambio, EEUU tiene problemas por las bases militares, o porque un dirigente político sea chavista o macrista», agregó Jofré.
China va a tomar el relevo a EEUU en su rol global y globalizador: «Mientras más proteccionismo tenga y más restricciones ponga en el intercambio comercial, EEUU más atrás se va a ir quedando», pronostica.
China en Chile y la región
El primer Tratado Libre Comercio (TLC) entre Chile y China entró en vigor en 2006. Desde entonces, en la década de los 2000 el país asiático aumentó progresivamente su presencia en el comercio nacional hasta que, en 2010, se convirtió en el primer socio comercial de Chile, un grado que mantiene hasta hoy.
En 2015, el volumen del comercio bilateral alcanzó los 31 mil 800 millones de dólares, casi cinco veces que hace una década. El cobre, el vino o el marisco son algunos de los productos que entran en el ránking de exportaciones chilenas.
Según manifestó este jueves la presidenta Bachelet, “el 97% de mercancías chilenas ingresan a China libre de arancel, y Chile ha liberalizado la entrada del 98% de productos chinos”. Y es que nuestro país ha pasado a ser el tercer socio comercial de China en la región.
De hecho, según Jofré, «con China hay un superávit en la balanza comercial, y eso es fundamental para los países; en cambio, con EEUU hay un déficit». El interés de negociar con la potencia asiática es claro: además de “actualizar y profundizar» en la cooperación bilateral del TLC a través del Memorándum de Entendimiento, está el interés de avanzar en las alianzas de los países del Pacífico.
En este sentido, la puesta en marcha de un Área de Libre Comercio de Asia Pacífico (FTAAP en inglés), acordada el pasado fin de semana en el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), el TPP o la Asociación de Cooperación Integral China-América Latina y el Caribe serán instancias fundamentales para reforzar los nexos en la zona.
Para el analista, la importancia de China en la región «recibe una mirada mucho más ventajosa y con mejores beneficios que la que de EEUU». Y añadió: «La presencia de China en Latinoamérica está consolidada y se expresa en proyectos concretos: el canal en Nicaragua, proyectos energéticos en Venezuela, la compra de materias primas o productos más elaborados en Chile, Perú o Argentina -con la soja-.»
Ante este escenario, no es extraño que Naciones Unidas pronostique que en 2025 China se convertirá en el primer socio comercial de América Latina, desplazando a la Unión Europea y a EEUU en su conjunto. Pablo Jofré señaló que «en los próximos 10 años, China invertirá en la región 250 mil millones de dólares, mientras que en los últimos ocho años ya ha invertido 200 mil millones», algo que explicó porque «el excedente financiero chino es tan grande que, a pesar de tener dificultades económicas en su país, tiene que generar mercado para su dinero, y eso lo está haciendo en África, Medio Oriente y Latinoamérica«. Y cerró: «Con todas las salvedades que pueda tener en Derechos Humanos, China es un país pragmático y sin máscara. Quiere comercializar».
Meritxell Freixas
@MeritxellFr