El ser humano transforma la realidad, crea ilusiones que terminan convirtiendo en “verdades objetivas”. Pero es casi medianoche y el cristal se quiebra. La creación se vuelve en su contra; las “verdades” explotan en la cara de sus creadores y sostenedores y, entonces, todo puede pasar. En un abrir y cerrar de ojos, en un golpe de timón, el sistema se viene abajo o… qué harán ahora quienes lo crearon?
El elástico no se estira eternamente, en un momento se cortará o volverá a su punto de origen. Las fuerzas divisoras vuelven a mantenernos desmembrados o podremos finalmente converger en un nuevo y gran viaje esperado por la humanidad, cada día más incrédula, por razones obvias.
Los partidos políticos chilenos dejaron hace rato de representar al pueblo y se han convertido en un espectáculo del mercado, en títeres del dinero con lógicas corporativistas: RN y su abanderado especulador, la UDI, la DC, y muchos socioslistos, parecen cortados por la misma tijera, discuten en pantalla, pero comparten en familia los fin de semana.
Ciudadanos y ciudadanas, estamos abandonados a la llegada de una tardía socialdemocracia que busca reformar el capitalismo, pero que con los actuales representantes sólo lo profundiza. Es por ello que debemos poner atención a los disfraces bajo los cuales se oculta una forma de operar anarco capitalista que busca romper con toda la estructura estatal para regirse por las leyes del mercado. ¿Su máximo expositor? David Friedman, hijo de Milton Friedman.
“En pleno anarco-capitalismo, que es donde estamos, el verdadero rebelde empezará por percibir a fondo su circunstancia, cosa bien distinta que sermonear al prójimo con tal o cual ideología. Sólo así podrá concentrarse en cambiar algunas leyes, asegurando mejor el cumplimiento de otras, porque las normas –bastante más aún que las ideas- son el terreno práctico y común por excelencia.” Aclara el panorama el filósofo español, Antonio Escothado.
Es que es ahí donde convivimos, bajo el imperio de la ley y reconocido su dominio, su modificación por iniciativa ciudadana legislativa o a través de procesos de asambleas constituyentes, es sólo cosa de tiempo. No podemos quedarnos sentados a esperar, pues si no será como dice el físico Steven Hawkings “el futuro a largo plazo de la raza humana será en el espacio” y es ello lo que justamente queremos evitar, pues a ese lugar no tendremos posibilidad de ir todos y todas.
El Ciudadano