La resistencia al cambio es un fenómeno de las sociedades humanas que se da en política y en la economía cuando un grupo de personas privilegiadas, que han creado un sistema para su goce, se sienten “atacadas” y promueven el temor al cambio en la población.
Esta resistencia al cambio ocurre y proviene de quienes están en defensa de una ideología neoliberal en extremo desregulada que es la que ha dado a los “mandamases” de Chile , la posibilidad de hacer lo que se les plazca haciendo uso del poder del dinero en favor de una élite.
A quienes podemos calificar como conservadores, son los que no quieren el cambio y tienen para proteger el status quo, una red de actores en puestos claves, como a su vez una maquinaria crediticia, y mediática para convencer de que el camino señalado por ellos es el correcto.
Entre las falsedades que buscan instalar, están que el joven colectivo es soberbio, que se creen con superioridad moral, que no escuchan, que es inmaduro, que no existen las capacidades. “ A estos cabritos nos los comeremos con papas fritas” , hemos podido escuchar.
Pero lo que no se dice, es que en realidad y hasta ahora estos jóvenes sí gozan de una superioridad ética, que es la de no haberse visto corrompidos por el poder que está dispuesto a regar con millones de dólares a la clase política, con el fin de ver aprobados sus proyectos extractivos o beneficios en detrimento de la clase trabajadora.
Ese poder poderoso en manos de pocos, es el que desplegando toda su fuerza ha boicoteado durante el primer año de gobierno, el gobernar en paz del joven colectivo y una sola muestra de varios de los ataques fue la finalmente fallida acusación constitucional contra el ministro Jackson.
No nos engañemos.
Desde “las sombras” , invisibles para el normal de la población, obran para sepultar el proyecto político transformador, centros de pensamiento y laboratorios especializados de la derecha económica y su ala más conservadora.
Se debe sincerar que en momentos de inflación, quienes más sufren, son siempre las clases más desposeídas y es también sabido que es en este preciso momento, los amos del capital trabajan arduamente en la reconversión del sistema en crisis.
Un sistema ensayado y aplicado en Chile largamente. El lugar donde supuestamente encontraría su tumba.
El modelo en curso, necesita ganar tiempo ,y shocks de importancia para las economías de las naciones periféricas como lo fue la pandemia y luego la guerra en Ucrania, entre otros, son la excusas perfectas para argumentar una serie de males como el alza de los precios en los alimentos, cuando en realidad el orígen del problema es mucho más profundo: «Exceso de impresión y mentira» .
Ahora, igual que antes, el sistema capitalista trata de salir de su crisis sistémica haciendo que el que pague sea el pueblo otra vez.
Y es que también son los imperios enfrentados en guerras que dejaron de ser netamente económicas. Es el choque de fuerzas tecnológicas militares y aparatos de inteligencia que nada y poco tienen que ver con la construcción de un poder soberano de los pueblos de Chile.
Como han señalado ya diversos autores, la Tercera guerra Mundial está en curso.
Desde esta casa editorial, profundamente latinoamericana, queremos decir a estos 3 jóvenes, como a todos sus cuadros, que no se dejen intimidar más. Que no crean en los argumentos técnicos de quienes por años lo único que han hecho es saquear las arcas fiscales no solo en Chile si no por todo el continente.
Ustedes no están solos y si así se sienten, es hora de que pidan la ayuda correspondiente y refuercen los frentes necesarios más allá de las murallas del palacio de gobierno.
Los poderes dominantes seguirán jugando para hacernos naufragar y que tras su periodo llegue a gobernar nuevamente la derecha.
Si los poderes económicos quieren dialogar, aunque nos quieran pintar de poco dialogantes, ese diálogo hemos de dar con la mirada en alto, con la fuerza de la historia, los datos duros de la economía y batalla de ideas.
Hoy la búsqueda de la verdad y la justicia, al igual que ayer está de nuestro lado.
Así queridas y queridos lectores, para muchos puede ya saberse.
Hay más de un elemento que une las vidas del presidente de Chile Gabriel Boric y los Ministr@s, Camila Vallejo y Giorgio Jackson. El primero es su cercana edad, Camila tiene 34 años, Giorgio le sigue con 35 y Gabriel 36.
El segundo son sus roles en la política nacional. Los tres se hicieron conocidos por su rol en el movimiento estudiantil del 2011, siendo cada uno de ellos presidentes de su respectiva Federación de estudiantes Boric y Vallejo en la FECH y Jackson en la FEUC, con un triunfo no antes visto desde la izquierda en su casa de estudios.
El tercero, los 3 llegarían al parlamento para ser diputados y en una carrera vertiginosa en política, que ni ellos mismos esperaban sucediera tan rápido, llegaron juntos a La Moneda.
El cuarto, los tres gobernantes, saben que el modelo económico en curso sólo ha beneficiado a una elite.
Gabriel, Camila, Giorgio, no dejen que la bella historia que se ha construido tome otro curso que no sea el cambiar este modelo.
Recuerden sus propias conversaciones en la lucidez de su juventud y hacerlas florecer en su edad hoy madura.
No se compren el cuento, de que la juventud es siempre errática, que son demasiado jóvenes, pues hay miles de personas algunos con pocos y más años que han esperado décadas por un momento como éste.
Ustedes son conscientes de lo ultraconcentrado que se encuentra el capital y el cómo éste actúa cuando se le quiere desconcentrar, pero nunca olviden que juntos a ustedes somos nosotros muchos más.
Si la estrategia de lucha en la época estudiantil para poder sentarte a conversar era tu capacidad de movilización, qué esperan para unir al gobierno a la revitalización de las históricas demandas con comunicación, y diálogo cívico.
Qué miedo se tiene, si hay libre propaganda para el consumo, el endeudamiento de la gente, el capitalismo, garantizada por libertad de expresión, ha que haya espacios vitalizados por el gobierno para la profundización de la democracia y el diálogo de la ciudadanía.
Entendemos otra cosa es con guitarra, más no dejen que el miedo les gane y alejen de ustedes que ya son unas estrellas de la política, el pánico escénico natural de saltar de una tarima al Palacio.
Se puede gobernar para dejar felices a todos los chilenos, pero siempre cuidando de tener felices a las grandes mayorías cuyo descontento sólo crecerá si ustedes caen en la trampa en que cayeron quienes le precedieron .
Tomen de quien estuvo antes, las mejores cualidades y lecciones y no repitan las que ya saben tarde o temprano tanto malestar generan.
Fue inevitable que los partidos más al centro y sus cuadros de recambio ya están en puestos de gobierno junto a ustedes, y se rumorean nuevos cambios de gabinete donde vienen por más.
Hágase si ese es el plan para ofrecer gobernabilidad al país, entonces, realmente un gobierno de unidad, pero ni un gabinete a quien no quiera se parte de la lista única que nos permita enfrentar en juntos y en bloque la adversidad.
Si se tiene cuota de poder que sea para administrarla con habilidad, pues los capataces de los amos del capital están en una avanzada total contra quienes queremos cambiar el modelo implantado en Chile y admirado ilusamente por parte de quienes no dimos la debida educación de calidad, una parte aún importante del pueblo de Chile.
Por Bruno Sommer
Fundador El Ciudadano