Tanto la Embajada de Estados Unidos como la del Reino Unido, -Inglaterra- tienen mucho que decir respecto a lo que fue la orquestación del golpe de Estado en Chile contra el presidente democráticamente electo Salvador Allende y la posterior dictadura torturadora y asesina.
Una orquestación internacional en contra de un proceso soberano de los pueblos que habían conquistado el poder con partidos políticos y vía democrática, fue violentamente interrumpida tras una planificación siniestra entre oligarcas chilenos como la familia Edwards y su vínculo con el Reino Unido y los Estados Unidos.
Un plan que comenzó urdirse desde el día que Salvador Allende podía ganar la elección. Tal cual como ha relatado el investigador John McEvoy en Declassifieduk.org
Fue bajo el gobierno laborista de Harold Wilson (1964-1970), que una unidad secreta del Foreign Office inició una ofensiva propagandística en Chile con el objetivo de evitar que Allende, la principal figura socialista de Chile, obtuviera el poder en dos elecciones presidenciales, en 1964 y 1970.
El Departamento de Investigación de Información (IRD), reunió información diseñada para dañar a Allende y otorgar legitimidad a sus oponentes políticos, y distribuyó material a figuras influyentes dentro de la sociedad chilena.
El IRD también compartió inteligencia sobre la actividad de la izquierda en el país con el gobierno de los Estados Unidos. Funcionarios británicos en Santiago ayudaron a una organización de medios financiada por la CIA -El Mercurio- para que fuese parte de una amplia acción encubierta de Estados Unidos para derrocar a Allende, que culminó con el golpe de Estado de 1973.
Elizabeth Allott, una funcionaria del IRD, le propuso al jefe del IRD, Kenneth Crook , que Gran Bretaña entrene al ejército chileno en “contrasubversión”. En particular, se refirió al entrenamiento previo de Gran Bretaña del Ministerio de Relaciones Exteriores de la dictadura brasileña, que luego se reveló y que incluía lecciones en técnicas de tortura .
Hay una herida que sigue abierta y que tiene que ver con la impunidad de estas mismas naciones con sus fechorías y crímenes no solo en Chile si no por el mundo entero, tragedia que han disfrazado con dinero, capitalismo y tecnología, hoy incluso hábilmente invirtiendo la prueba forzando la guerra tras la respuesta de la Federación de Rusia al asedio de la OTAN con trágicas consecuencias para Ucrania y sus pueblos víctimas.
Vuelvan soldados de la OTAN a sus cuarteles respectivos de cada país y disuélvase el ente que con cooperación de la oligarquía Europea trae a Europa más problemas que soluciones, privándola a ella y sus pueblos de la posibilidad de estrechar los lazos que desee con Oriente.
Salga del corazón de Europa, de Alemania las bases aéreas anglo de Ramstein y Spangdahlem desde las que se despliegan alas de la muerte para sus intervenciones asesinas en medio Oriente, vuelva Rusia a sus cuarteles, hágase mesa para la Paz en Ucrania y el Mundo.
Al cierre de esta editorial supimos de la invitación de la embajada de Estados Unidos en Chile a varios medios de comunicación alternativos de nuestro país, a esa reunión no fue invitado El Ciudadano.
El Ciudadano