En la madrugada del 27 de febrero Chile sintió la fuerza del desplazamiento de la placa de Nazca bajo la Sudamericana. Un terremoto grado 8.8 con epicentro frente a las costas de Cobquecura y un posterior tsunami que no se avisó a tiempo al país, sirviendo para nada los costosos sistemas de alerta temprana, pondrían en entredicho, la credibilidad ciudadana sobre la autoridad en la materia.
Revisando las informaciones del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS ) pudimos constatar hechos a los que los medios masivos no han prestado mayor atención. El primero tiene que ver con el terremoto grado 7 ocurrido en las islas Ryukyu en Japón, horas antes del ocurrido en Chile, lo que debiese haber acarreado la toma de ciertas precauciones ya que es sabido que cualquier movimiento telúrico cercano a nuestra antípodas-que en este caso está en China- debiese dársele un poco más de importancia.
El segundo, es un hecho concreto –tal vez sin mayores implicancias, pero curioso- y es la coincidencia casi exacta de las coordenadas oeste, entre el epicentro del terremoto en Haití (12 de enero, Puerto Príncipe) y el ocurrido en Chile. Las coordenadas del epicentro nacional son 35.846 Sur 72.719 Oeste. Las de Haití 18.457 Norte, 72.533° Oeste. Es decir si trazamos una línea entre Cobquecura y Puerto Príncipe, obtendremos prácticamente una línea recta. ¿Extraña coincidencia, o calibración milimétrica?
Y es que no se trata de andar viendo conspiraciones en todos lados, sino de hechos concretos – a tener por lo menos en consideración- ya que el hombre tras la búsqueda de explotación de recursos naturales como el petróleo, ha provocado “terremotos controlados” para liberar el oro negro, bajo el gas. Esto lo ha hecho en tierra y también de forma submarina, donde combinando tecnologías electromagnéticas, con detonaciones atómicas subterráneas, logra su cometido. De ello de seguro podrían dar más detalles los participantes del Cuarto Simposio Internacional sobre Movimientos de Masa Submarina y sus consecuencias realizado en noviembre del 2009 en Texas –el estado de la bandera parecida a la chilena.
Otro antecedente que no se consideró son las predicciones hechas por geofísicos, sobre el advenimiento de un terremoto de grandes dimensiones para Chile (Ejemplo: http://www.nextearthquake.com). Y es que puede ser que años atrás estas predicciones, no fuesen para tomarse tan en serio, pero hoy con la tecnología disponible ya no es lo mismo.
Finalmente y por precaución, queremos hacer mención a la estaciones de infrasonido con que cuenta Chile. Creemos que ellas poseen valiosa información para el presente terremoto y para futuras alertas tempranas. Estas fueron aprobadas por nuestro Congreso y son dos. Una está en Isla de Pascua, pero la que más nos incumbe, por ahora, son las centrales hidroacústica y de infrasonido de la isla Juan Fernández, a las que el ministerio de Defensa o la autoridad pertinente debiese pedir un informe y reporte de sus mediciones desde el primero de febrero a la fecha, debiendo responder la Armada o bien la CTBO (Organización del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares).
Por Bruno Sommer
El Ciudadano