El Tribunal Constitucional ha estado atareado últimamente. La semana pasada un grupo de parlamentarios de derecha decidieron anteponer un recurso para desestimar la glosa de gratuidad bajo la excusa de encontrar una discriminación arbitraria en las condiciones del proyecto que debería empezar a regir el próximo año.
Frente a ese recurso, la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones) solicitó una audiencia en el organismo para exponer su parecer con respecto al trámite antes mencionado.
Ricardo Paredes, vocero de la Cones, conversó con El Ciudadano y comentó que si hoy la derecha política está hablando de discriminación arbitraria y de autonomía universitaria que hay que resguardar es porque intentan mantener los patrones y valores de mercado que tiene la educación chilena y de esa forma continuar con la desregulación.
“Jaime Bellolio y los demás parlamentarios están pidiendo perpetuar el lucro indiscriminado con plata del Estado”, manifestó Paredes para explicar que los diputados derechistas piden continuar el lucro con plata de todos los chilenos sin ninguna regulación y que dentro de eso lo entienden como una reacción que no va a defender a los estudiantes como dicen, «porque la derecha nunca ha estado a favor de la gratuidad y mucho menos de la gratuidad universal».
A los estudiantes finalmente no les molesta que no estén todos los intereses contemplados en la materia, sino que se sienten usados por opositores que quieren esconder su rostro y las ganas de echar abajo un proyecto de gratuidad, considerando que desde el primer día que se comenzó a discutir manifestaron su voto en contra, al igual que en el Congreso Nacional.
La motivación de los jóvenes se centra en que el TC, a pesar de considerarlo una instancia antidemocrática en el sentido de usar el poder de veto respecto a leyes votadas en el Congreso y siendo también una especie de “resorte” de las minorías políticas, pueda influir sobre los ministros del tribunal para que los argumentos que tengan (los estudiantes) a favor no sean desechados.
El proyecto no responde 100% a las exigencias del movimiento estudiantil, pero es un buen primer paso y que se elimine cualquier intento y cualquier tipo de cambios es lo que se teme. “Queremos hacerles entender (a la derecha) que no pueden recurrir al TC y pedir el veto fáctico de leyes democráticamente tomadas cada vez que pierden algo en el congreso”.
La idea es que el curso de la ley de gratuidad siga con normalidad para recién empezar a hablar de verdad en qué es lo que se quiere, en cómo avanzan los proyectos de desmunicipalización o la cobertura total de los estudios.
Ahora lo que la derecha está haciendo, según el dirigente estudiantil, es retrasar los debates en función de ir a la pelea chica (el proyecto de ley), pero eso no es lo importante. La profundización, el avance en la materia y el sentir que es la primera de muchas batallas, es realmente lo que cuenta en estos momentos.
De parte de los parlamentarios oficialistas no existe mayor apoyo, pero Paredes asegura que no van a defender el programa de gobierno, sino que defenderán que no se vaya a cortar de raíz cualquier intento por avanzar en una reforma más profunda y garantizar que el proceso no se estanque. “Porque es la primera puerta de muchas que se tienen que abrir a través del diálogo democrático”, enfatizó.
La cita con el TC quedó agendada para el próximo miércoles, día en que les informarán la hora de exposición y a partir de eso esperan comenzar a realizar más acciones, como una hoja de ruta más mesurada y con mucha cabeza, considerando lo complejo que va a ser el futuro del movimiento estudiantil en los próximos días.