Alfred Zehe Kuhn: El alemán latinoamericano

El doctor fue fundador del Instituto de Física del Estado Sólido en el rectorado de la UAP, del ingeniero Luis Rivera Terrazas, en los años 70

Alfred Zehe Kuhn: El alemán latinoamericano

Autor: El Ciudadano México

Por Flor Coca Santillana

Su infancia en Alemania fue en la segunda guerra mundial. “Allí murió mi padre, en la guerra. Y ahí pasé por la primaria y la secundaria”. El nació en un pequeño pueblo, Farnstädt, en la parte central de Alemania, en 1939. Al morir su padre, Alfred Zehe Kuhn tuvo entonces que trabajar y lo hizo a partir de los 13 años repartiendo periódicos, pero nunca dejó los estudios. Se gradúa primero como minero especializado en cobre. Tiempo después cursa la preparatoria y al obtener excelentes calificaciones, inicia la carrera de física en la universidad de Leipzig. Desde ese momento nunca más se separaría de la que hasta ahora es su pasión más importante en el mundo académico, la física. Alto, fuerte y con la sonrisa a flor de piel, el científico, habla de la ciencia y de sus vivencias en los países en los que, por convencimiento propio, decidió vivir.

Estando en la Universidad de Leipzig, platica: “Yo decidí en 1973, a partir de un convenio que tenía la Universidad de Leipzig con la Universidad de Chile, irme a Santiago. Llegué y mi primera sorpresa fue que existían tres diferentes institutos de física. Había ya una diversificación que yo no conocía en Alemania. Esa fue mi primera experiencia en este continente. Es muy difícil hablar de la emoción que yo vivía de conocer a gente de Latinoamérica. Yo no había conocido antes a nadie, y fue tan diferente a la gente que yo conocía en Alemania, que me enamoré de la gente de América latina y desde entonces no perdí el fuerte deseo de trabajar con ellos. Que sí son muy distintos a los europeos”.

La invitación era para quedarse 3 años en Chile, pero llega el golpe militar y solo se queda medio año, y recuerda: “Pero yo conocí en poco tiempo el enorme movimiento político de la Unidad Popular y desde luego de la reacción que la quiso anular. Conocí muchísimos amigos chilenos y argentinos que vivían y trabajaban ahí, porque Argentina también tenía un régimen militar. Tuve la suerte de conocer a Allende y a Corvalán personalmente, que fue también una gran emoción y un gran dolor al saber que lo mataron de esa manera criminal”.

El doctor Zeheesel fundador del Instituto de Física del Estado Sólido en el rectorado del ingeniero Luis Rivera Terrazas, en los años setenta. Su llegada a Puebla, a la UAP, fue un poco azarosa, porque él pensaba vivir en Chile. Es el Ingeniero Rivera Terrazas, quien lo invita a incorporarse a la UAP como investigador. “El ingeniero tenía una visión enorme hacia lo que es una universidad y siempre trabajó por la unión entre enseñanza e investigación. Él había fundado el Instituto de Ciencias de la UAP”. Una pequeña unidad con pocos investigadores que poco a poco fue fortaleciéndose con el trabajo cotidiano. En ese lugar Alfred Zehe desarrolló una nueva rama de investigación en la física. Lo primero era crear un laboratorio para llevar la práctica a la investigación teórica. En ese entonces el doctor presentó un proyecto de desarrollo de un laboratorio de física del estado sólido. Este proyecto avanzó exitosamente gracias al apoyo del rector Rivera Terrazas y finalmente resultó lo que hoy es el Instituto de Física, que lleva el nombre del ex rector.

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El acercamiento de quienes laboraban en el Laboratorio de Física del Estado sólido con los alumnos fue vital para el desarrollo de las futuras investigaciones. Fueron días de puerta abierta a los estudiantes. Ahí vieron por primera vez un laser, un equipo para temperaturas muy bajas, nitrógeno líquido, lo cual permitió que muchos alumnos se integraran a ese proyecto de investigación y se pudiera crear la Maestría en Física del Estado Sólido. Fue éste, el primer postgrado en una universidad de provincia, con un nivel de desarrollo internacional.  De esta maestría egresaron los primeros alumnos formados como maestros en ciencias, este fue un gran logro para nuestra institución porque no existía en otra universidad de provincia, existía sólo en la UNAM y en el Instituto Politécnico Nacional.

El Dr. Zehe ha hecho de la educación y la investigación, su actividad mas importante en la vida. Ha logrado estar más de cinco décadas, enseñando a estudiantes, asesorando tesis profesionales e investigando y ese trabajo de investigación ha dado como resultado varias patentes de mucha importancia, no solo para la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, sino para la ciencia y el mundo.

Nuestra entrevista se lleva a cabo en el laboratorio de nanotecnología que dirigía el científico. Y hablar de esta rama de la ciencia es complicado. Los nanómetros son una dimensión difícil de imaginar. Pensemos por ejemplo en un balón de fútbol comparado con el globo terrestre; es decir, un nanómetro es la mil millonésima parte de un metro. “Este laboratorio se dedica a la investigación nanotecnológica. Es una consecuencia y un desarrollo lógico de lo que hicimos antes de los años noventa en que contribuimos a las ramas de la nanotecnología que se desarrolló en el ámbito internacional”, afirma.

Las aplicaciones de la nanotecnología son inmensas. Pero lo más importante es su contribución al avance de la ciencia y las posibilidades de que la calidad de vida de los seres humanos mejore cada vez más, a pesar de las enfermedades de este siglo. Por ejemplo, el impacto más grande lo encontramos en la nanomedicina que se orienta a luchar contra el cáncer. Se tienen ya técnicas reales para sanar el cáncer, tumores de cerebro, tumores en diferentes órganos. Ya se puede salvar a una persona aplicando las llamadas nanopartículas, que se colocan en esos tejidos y se puede tratar desde afuera para que desaparezca.

Se tienen conexiones al cerebro o nanoalambres, alambres tan delgados que el pelo sería 500 veces más grueso, tan delgado que no se ve, pero por este medio se tratan enfermedades como el Alzhaimer; la epilepsia puede contrarrestarse si se implantan circuitos en el cerebro.

Estamos ante un mundo maravilloso en la investigación que está revolucionando la ciencia y que permitirá cambios trascendentales en el siglo XXI, la vida en el mundo actual. El Dr. Zehe Kuhn es investigador nacional emérito, el máximo reconocimiento que otorga el Sistema Nacional de Investigadores. Y a sus 82 años, continúa con sus líneas de investigación y explorando en la nanotecnología, que sin duda es una de las ramas científicas que dará muchas opciones de calidad de vida a los seres humanos.

En 1980 la UAP decidió otorgar el Doctorado Honoris Causa a uno de sus investigadores más brillantes por su contribución al avance de la ciencia mundial y el mejoramiento de vida del ser humano.  El, expresó: “El doctor honoris causa de esta universidad, lo llevo con mucho orgullo, porque en Alemania el título de doctor es parte del apellido, se tienen que llevar en el apellido, en el pasaporte y así aparece Doctor Honoris Causa”. Y con esa sencillez y calor humano que lo caracteriza, el doctor Alfred Zehe afirma: “Tengo una admiración enorme hacia dos personas: en mi laboratorio se encuentran dos imágenes en la pared, Gustav Hertz, que fue premio Nóbel y profesor mío. El otro, el ingeniero Rivera Terrazas, que creo son de la misma categoría, del mismo nivel, así lo siento y los tengo en mi mente y en mi corazón, al igual que mi universidad, la Autónoma de Puebla”.  

Verano de 2021


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