La Directora de la Unidad de la Mujer de Cepal, Sonia Montaño, calificó como inconclusos los esfuerzos de los países del continente en materia de igualdad de derechos entre géneros. La especialista dictó una charla en la Universidad de Santiago.
Grandes cambios en América Latina en los últimos años en cuanto a mejoras en los derechos sociales, y avances en los derechos de las mujeres, son las conclusiones que expuso Sonia Montaño, Directora de la Unidad de la Mujer, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal, en la Universidad de Santiago de Chile (Usach).
La experta expuso la charla “Género en las políticas Públicas de Chile y América Latina”, enmarcada en el Seminario “América Latina y Derechos Humanos: Aprendizaje para la Ciudadanía”, organizado por la Facultad de Humanidades de la Usach.
Sonia Montaño aseguró que muchos países han logrado modificar sus constituciones, pero este progreso en el cuidado de los derechos aún tiene debilidades. “Hay avance en los derechos, pero aún estamos débiles en cómo cumplir e implementar esos derechos”, aseguró. Al mismo tiempo, dijo que se trata de esfuerzos que están aún inconclusos, en la perspectiva de los 15 años de la Conferencia Mundial Sobre la Mujer, realizada en Beijing, China, en septiembre de 1995.
En dicha oportunidad se aprobó la Declaración de Beijing y una Plataforma de Acción, que comprometió a los gobiernos a impulsar, antes del término de siglo XX, las estrategias acordadas en Nairobi en 1985 y a movilizar recursos para su realización.
Se logró acordar puntos para eliminar la discriminación contra las mujeres, erradicar la pobreza y adoptar medidas para que un número decisivo de mujeres ocupe puestos estratégicos. Se reconoció también que los derechos humanos de las mujeres incluyen su derecho a tener control sobre su sexualidad y su reproducción y llamó a revisar las leyes que prevén castigos para las mujeres que han recurrido al aborto. Planteó además reforzar la legislación que protege los derechos de las mujeres.
La Directora de la Unidad de la Mujer de Cepal dio, sin embargo, una positiva mirada al trabajo se ha realizado especialmente en nuestro país, y destacó la importancia de poner estos temas al alcance de la comunidad. “Todavía Chile esta muy lejos, pero durante el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet hay un salto cualitativo muy grande en la igualdad entre hombres y mujeres, lo que es motivo de optimismo”, dijo Sonia Montaño.
En el sentido de difundir estos temas, Montaño indicó que el seminario cumple la doble función de llevar a la academia asuntos que están presentes en la sociedad, y en segundo lugar, analizarlo con el sentido crítico que a veces la política o gubernamental no permite, “sobre todo porque se trata de un tema que en general se ha visto como que no está vinculado al desarrollo de las políticas y la vida cotidiana de las personas”.
El Seminario “América Latina y Derechos Humanos: Aprendizaje para la Ciudadanía” realizado en la Usach, tuvo como principal fortaleza la participación de estudiantes que logran poner en práctica este análisis crítico, que conlleva las expectativas para adelantos y mejoras en la realidad del país.
por Gabriela Flores
POLÍTICAS DE EQUIDAD DE GÉNERO PODRÍAN INCREMENTAR SIGNIFICATIVAMENTE LAS ESTUDIANTES DE DOCTORADO
Por su parte, Kathya Araujo (en la foto), especialista en temas de género y políticas públicas, lideró el taller “Espejismos de Igualdad”, realizado en la Universidad de Santiago. Entre sus conclusiones, destacó la importancia de relevar la equidad de género en la formación de capital humano avanzado y generación de conocimiento, aspecto que países desarrollados vienen abordando desde comienzos de los 90.
Países como Finlandia, Estados Unidos y Alemania miraron con preocupación una salida abrupta de mujeres del área de la ciencia, luego de comenzar una exitosa carrera de investigación. La razón, demasiadas exigencias laborales, postergación de la maternidad y una percepción de futuro que no justifica el esfuerzo personal.
Según la doctora Kathya Araujo, el tema se comenzó abordar desde hace unos 20 años, y es realmente una preocupación para los países desarrollados en términos de la pérdida de competitividad, por el costo de desarrollar su recurso humano avanzado.
“De pronto hubo cambios en la configuración societal, y las mujeres con desempeños sobresalientes en ciencia abandonaban la carrera de investigación, para optar por su vida personal. Países como Estados Unidos y Finlandia, entre muchos otros, implementaron medidas concretas para facilitar y armonizar las exigencias del rol de investigadora y los roles de cuidado de hijos o labores del hogar”, comenta.
A juicio de Araujo, estos problemas ya son parte de la realidad chilena. Los datos lo constatan incluso en la Usach, donde sólo un tercio de los actuales doctorandos son mujeres, cifra que se agudiza cuando se revisan las áreas de ciencias y tecnologías, espacios históricamente asociados a lo masculino.
“Situación que hay que revisar”, advierte Kathya Araujo, porque las estudiantes están rindiendo mejor que los varones en la carrera de pre grado, y al momento de ingresar a un doctorado también demuestran desempeños académicos muy destacados.
“La Universidad puede ganar significativamente más estudiantes doctorados si revisa sus políticas en torno a la equidad de género, y se articulan los esfuerzos que permitan conciliar las tareas que le corresponden a hombres y mujeres relacionados con el tema de tareas del hogar y cuidado de los hijos, particularmente lo referido a maternidad”.
Al respecto, Karin Baeza, socióloga y directora del proyecto Mecesup “Igualdad en la Diferencia”, cree que según resultados preliminares del Estudio de Doctorados con variable género, “si la Usach revisará sus políticas y lineamientos al respecto podría incrementar significativamente el número de estudiantes doctorados, tanto en hombres como mujeres”.
Fuente: Usach al día