Desde el 2008, la Univesidad de Santiago comenzó con una admisión especial a través del programa propedéutico “Nueva esperanza, mejor futuro”. ¿El objetivo? Lograr que alumnos talentosos de colegios vulnerables pudieran ingresar a la universidad. Dos años después, la Universidad Católica implementó su programa Talento e Inclusión y con la admisión del 2012, se sumó la Universidad de Chile con el Sistema de Ingreso Prioritario de Equidad Educativa (SIPEE).
«Las pruebas estandarizadas conllevan de manera innegable un menor desempeño para los alumnos desaventajados. A través de la investigación se ha podido constatar que la diversidad, el tener un grupo diferenciado y distinto dentro de los estudiantes, tiene beneficios en el desarrollo», expresó Verónica Santelices, académica de la Facultad de Educación UC, para quien estas brechas en la admisión -que se provocan por procesos que enfatizan mucho el peso en las pruebas estandarizas- ha llevado a buscar formas de admisión alternativas.
La investigación «Consideraciones de Equidad en la Admisión Universitaria a través del ranking de educación media: Teorías de Acción, Implementación y Resultados”, realizada en el marco del FONIDE del Ministerio de Educación, fue presentada el martes 4 de agosto en el Centro de Extensión, en un seminario organizado por el Centro de Políticas Públicas UC. Las autoras, Verónica Santelices, Ximena Catalán y Catherine Horn, de la Facultad de Educación UC, analizaron en profundidad los tres programas de admisión utilizando métodos cualitativos y cuantitativos.
En relación al éxito académico de los alumnos (medido en sus notas y en la persistencia) el estudio arrojó que no siempre presentan notas ni tasas de persistencia similares a las de sus compañeros con puntajes PSU o nivel educacional de la madre/ingreso comparables. “Que los alumnos de programas especiales tengan un rendimiento peor que la media es algo de esperar. No significa que sea malo”, explicó Santelices.
En el caso de los alumnos pertenecientes al programa Talento e Inclusión UC, los resultados tendieron ser similares, incluso a veces superior que al de sus grupos de comparación. Los estudiantes del propedéutico mostraron un desempeño similar y a veces inferior y, aquellos que ingresan vía SIPEE, se encuentran en una situación intermedia.
Al analizar las conclusiones, Verónica Santelices enfatizó que el acceso no es suficiente para asegurar una experiencia exitosa. Mientras más disímil es el perfil académico de los alumnos admitidos a través de los nuevos programas, peor pareciera ser el rendimiento académico del grupo beneficiado en relación a su grupo de comparación. Para poder igualar los perfiles académicos, “la preparación académica es fundamental y debería realizarse antes y con mayor intensidad”, sentenció Santelices.
Luego de la presentación, comentaron el estudio Maribel Mora, directora de Equidad e Inclusión de la Universidad de Chile y Ricardo Paredes, rector de DUOC UC.
Para Maribel Mora, los programas de inclusión son necesarios aunque se beneficie a un número reducido de jóvenes. “Estos programas son muy importantes porque atraen diversidad y la diversidad es conocimiento”, concluyó.
Por su parte, Ricardo Paredes coincidió en lo positivo de estas formas de inclusión. Sin embargo, destacó que “no hay que pintar como el gran objetivo el ser universitario” ya que no es la única vía de acceder estudios superiores recalcando la opción de estudios técnicos.
Vía: http://www.uc.cl/