Carta de una estudiante secundaria porteña

Dime Ciudadano: ¿Ahora cómo pretendes descansar? ¿Realmente puedes hacerlo después de todo esto? ¿Todavía dudas en ayudar a tus hijos? ¿ Cómo puedes realmente caminar y fingir que no sucede nada? Ahora, hoy, más que nunca, no podemos tapar los hechos de violencia, y no, no me refiero a los encapuchados, me refiero a los […]

Carta de una estudiante secundaria porteña

Autor: Leonel Retamal

Dime Ciudadano:

¿Ahora cómo pretendes descansar? ¿Realmente puedes hacerlo después de todo esto? ¿Todavía dudas en ayudar a tus hijos? ¿ Cómo puedes realmente caminar y fingir que no sucede nada? Ahora, hoy, más que nunca, no podemos tapar los hechos de violencia, y no, no me refiero a los encapuchados, me refiero a los carabineros, fuerzas especiales, ministro del interior, presidente, senadores, diputados (si, me refiero al diputado Estay), banqueros, rectores y directores. Podemos ver a diario como estos «seres supremos», que hablan y defienden su poder como «autoridad», nos imponen esta autoridad a la fuerza, respaldados los unos en los otros, en las leyes promulgadas por ellos mismos y respaldadas por ellos mismos. Agrediéndonos a diario, a veces no solo para golpearnos el cuerpo, ni bañarnos en gases, que hasta el día de hoy no se tiene certeza qué es lo que realmente le produce a nuestra salud. ¿Todavía pretendes callar? ¿Todavía pretendes ignorar y seguir tu vida de manera normal mientras tus hijos son golpeados y maltratados? ¿Qué son capuchas, palos y piedras contra armas químicas, armaduras, cascos, fierros, autos blindados, máscaras de gases? La balanza está inclinada hacia el lado de los injustos, los vendedores de falso progreso, apostadores y violadores de sueños. ¿Acaso podemos hablar de desarrollo cuando día a día vemos como los recursos económicos siguen favoreciendo a algunos? ¿Es de países desarollados permitir tantos abusos hacia sus habitantes, ciudadanos, trabajadores, estudiantes?

Estudiantes como los que el día de ayer [miércoles 19 de octubre] fueron desalojados, sufriendo todo tipo de vejaciones y maltratos físicos dignos de una dictadura que todavía sigue vigente maquillada de democracia. Alumnos del liceo emblemático de Valparaíso, Eduardo de la Barra, que llevaban más de 3 meses en toma, que en vez de «diálogo» recibían fumigaciones lacrimógenas. Si, como si se tratara de insectos. El futuro de Chile humillado, abusado. Y ayer, nuevamente, no hiciste nada, no viste nada, nadie dijo nada…

Todos somos responsables de la violencia, y actores partícipes de ella, somos responsables de lo cometido estos días de movilización, responsables de las injusticias que preceden la historia de nuestro país se sigan cometiendo, responsables del futuro. ¿Todavía esperamos que el cambio lo hagan ellos, lo decidan ellos? Ellos, los que han mantenido nuestras vidas al filo del dinero que es invisible a nuestros ojos, nuestras manos. Dinero que sólo beneficia a unos pocos, a los mismos.

Hoy no somos pocos, pero faltan más, un mundo justo realmente es posible aunque hoy y después de leerme todavía no lo creas. Por favor, permitiste décadas, incluso siglos, los abusos contra tus hermanos mapuches, callaste e incluso dudaste cuando se habló de montaje cuando se acusó a los 14 anarquistas de terroristas y permitiste que se les dieran penas duras, que probablemente tu no aguantarías, y hoy sabemos con certeza que todo era mentira.

¿Entonces vas a permitir que sigan los abusos hacia tus hijos? ¿Qué estas esperando? ¿En quien vas a confiar?

Luna de la Fuente, 18 años / Estudiante Colegio Mar Abierto / Valparaíso

El Ciudadano.


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