«Conversaciones a través de un lente»: entrevista a Francisco Gedda

Francisco Gedda es uno de los más interesantes e influyentes documentalistas chilenos

«Conversaciones a través de un lente»: entrevista a Francisco Gedda

Autor: Wari

Francisco Gedda es uno de los más interesantes e influyentes documentalistas chilenos. Inicia sus trabajos visuales en la década de los ’70, cuando se incorpora a un taller de cine dirigido por Helvio Soto, en Televisión Nacional de Chile. Luego trabaja en el Centro de Televisión Educativa para la Capacitación Campesina, bajo el alero del Icira (Instituto de Capacitación e Investigación de la Reforma Agraria) bajo la dirección de Manuel Calvelo. Su primer documental en 16 mm., no alcanzó a ser montado y es quemado por el propio realizador en una chimenea, después del Golpe de Estado de 1973. Esta entrevista fue realizada por Gastón Carreño para la Revista Chilena de Antropología Visual.

A partir de su exilio en Venezuela continúa con sus trabajos con videos documentales de carácter educativo para las Universidades del Zulia y Nacional Abierta.

En 1983, de vuelta en Chile, comienza a realizar el Programa «Al Sur del Mundo», para el Canal 13 de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Uno de los programas pioneros en la televisión que registra la diversidad y su complejidad en la sociedad actual, posibilitando el diálogo entre el pasado, el presente y el futuro, entre la naturaleza y la creación humana, y entre lo cotidiano y lo trascendente. Además ha realizado «Bajo la Cruz del Sur», para el Canal 9 Megavisión y actualmente dirige «Frutos del País», para Televisión Nacional de Chile.

Los trabajos de Francisco Gedda han sido reconocidos y premiados tanto a nivel nacional -por el Consejo Nacional de Televisión, el Ministerio de Educación, y la Asociación de Periodistas de Espectáculos- como en el extranjero, en Festivales y Concursos Internacionales de documentales.
Actualmente es académico del Instituto de Comunicación e Imagen de la Escuela de Periodismo, de la Universidad de Chile.

LOS INICIOS

¿Cuándo empezaste con tus trabajos audiovisuales?

Las primeras filmaciones fueron como asistente técnico. Eso fue en el año ’71 en el fundo Tralfún, que después llegó a ser parte del complejo maderero Panguipulli y que en ese entonces estaba tomado. Enero del ‘71, esa fue la primera vez que me topé con el tema de la filmación. Con una cámara de 16 mm y una grabadora Phillips de esas chiquititas.

¿En ese momento el audio no era sincronizado?

No, no era sincronizado. Se podía mantener la sincronización unos 5 a 10 segundos no más.

¿Cuáles fueron tus motivaciones para seguir trabajando en el audiovisual, para dedicarte a la realización audiovisual?

En realidad, yo venía de Ingeniería en Informática. Me interesaba mucho la comunicación y por el lado del cine la comunicación era más eficaz y más intensa. Y en el año ‘71, me salí definitivamente de Ingeniería y entré a un taller de cine que hubo en Televisión Nacional de Chile, en ese tiempo estaba a cargo de Helvio Soto, para hacer una película que nunca se hizo. Pero en realidad significó entrenarse en el tema de la filmación documental, porque hicimos desde el ’71 hasta el ’72 una buena cantidad de filmación documental, de registro de lo que estaba pasando a nivel de las movilizaciones sociales.

Simultáneamente, yo seguí trabajando en forma paralela haciendo fotografía para el diario El Rebelde del MIR; esa fue una fuente importante desde el punto de vista de la selección temática y orientación de un registro, más que una creación con la fotografía, el cine y la filmación.

A fines del ‘72, pasé junto con un grupo que dirigía Manuel Calvelo, profesor que todavía existe, hace clases aquí (Escuela de Periodismo, Universidad de Chile) de vez en cuando. Fue él quien formó a la mayor parte de los directores de Televisión Nacional y asistentes de dirección, tenía un concepto fuertemente marcado por el rol comunicacional de la televisión y del cine como herramienta ideológica de comunicación.

Implementamos el Centro de Televisión Educativa para la Capacitación Campesina, que funcionó bajo el alero del Icira (Instituto de Capacitación e Investigación de Reforma Agraria), que dependía de la FAO y de Indap por partes iguales. Donde teníamos un par de cámaras de cine, eran unas unidades portátiles, donde las grabadoras eran unos Ampex de 1 pulgada que había que llevar en camioneta, eran a su modo portátiles. Pero donde rápidamente llegamos a la conclusión que teníamos que trabajar en video si queríamos usar una herramienta eficaz y de bajo costo.

En esa época hice, en el año ’73, mi primer documental, en realidad en 16 mm, sobre el Primer Encuentro Nacional de Consejos Comunales Campesinos. Un documental que al final no monté, porque llegó el ’73 (el Golpe de Estado) justo cuando íbamos a empezar a montar, y en el negativo y en el copión estaban las caras de todos los dirigentes de los Consejos Regionales Campesinos y los Consejos Comunales Campesinos, era prácticamente un pasaporte al infierno para mucha gente. La quemamos en la chimenea y se acabó el primer documental en esas circunstancias.

¿Y de ahí, que pasó? ¿Cómo fue ese salto desde este tema más vinculado a lo campesino hasta llegar a la televisión?

El ’75 empecé a trabajar en Venezuela, en Maracaibo, en televisión educativa. Y ahí si que habían llegado las primeras cámaras realmente portátiles de video. Eran grabadoras U-Matic, donde la cinta iba aparte de la cámara, pero razonablemente eficaces. Porque antes había una cinta abierta de ½ pulgada de muy mala calidad, que eran Sony también. Existían también los editores U-Matic, que editaban con una razonable precisión. Un corte tenía un décimo de segundo de precisión, lo cual con un poco de esfuerzo permitía hacer un trabajo de montaje bastante fino. O sea, uno podía usar las técnicas cinematográficas pero en video, y con una calidad razonable.

En el Centro de Televisión Educativo, empecé a trabajar realmente en video, mis primeros documentales terminados, mis trabajos terminados fueron en Venezuela, en la Universidad del Zulia. Estuve en total 5 años en Venezuela. Tuvimos una productora independiente, también hacíamos trabajos para la Universidad Nacional Abierta, documentales educativos hasta el año ’80, hasta que me vine. Pero ya tenía una experticia en trabajo documental en video, mas que en cine de 16 mm.

Lea la entrevista íntegra aquí, en el Nº5 de la Revista Chilena de Antropología Visual


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