Mensaje del rector Vivaldi a los estudiantes: “No digo que sea necesario que salgan a la calle, sino que lo digan. Me gustaría que defendieran la gratuidad, los valores y defendieran el derecho de los jóvenes a estudiar en una universidad estatal. Si ellos entraran decididos a esa discusión, creo que cambiaría la correlación de fuerzas”.
Consultado respecto a la posibilidad de eliminar el Crédito con Aval del Estado (CAE), el rector de la Universidad de Chile dijo que a él le gustaría que hubiera un informe que permitiera a la gente saber realmente lo que hay detrás del CAE. “No se tiene idea que se hace con esa plata y eso no puede ser, porque una parte importante del presupuesto de educación superior va para este crédito”.
Vivaldi, que ayer fue reelecto como presidente del Cuech sostuvo que la Contraloría debiese emitir un pronunciamiento el destino de los fondos provistos por el Estado para financiamiento de créditos en materia de educación superior. “Hay que investigarlo y punto. No acuso a nadie de nada”, aseguró a La Tercera.
En la ocasión, planteó la necesidad de saber cómo los privados usan las platas que el Estado les transfiere a través del CAE, a la vez que consideró oportuno saber si alguien fiscaliza esa operatividad y “qué pasa con los bancos, por qué los bancos devuelven parte de la cartera de deudores y otra parte no, por qué sigue siendo una fracción tan importante del presupuesto total de educación superior. Incluso creo que necesitamos un informe técnico de Contraloría para saber qué es lo que ocurre no sólo con el CAE sino con las becas, con el Fondo Solidario y ahora también con la gratuidad”.
Ante la alternativa de haber eliminado el CAE, el rector confiesa no tener idea sobre “qué tipo de presiones entran a jugar a los ministerios, uno supone que los ministerios terminan haciendo es lo resultante de distintas fuerzas que están pidiendo distintas cosas y yo creo hay fuerzas poderosísimas que ya se evidenciaron en 2014 y 2015”. En la misma línea, se pregunta “quién manda en Chile, cuáles son los protagonistas que entran a decidir lo que se hace, sobre todo en el plano de distribución de recursos”.
Del mismo modo, asegura no tener duda alguna respecto a las presiones que se ciernen sobre el proyecto de ley de reforma de la educación superior que ingresará al Congreso durante este año. “Hay fundadas razones para suponer que hay intereses que no quieren que vuelva a haber educación pública universitaria en Chile. Esa gente presiona y tiene resultados y eso se expresa y se manifiesta en los cambios que van sufriendo los proyectos”.
“A una universidad privada que se instale en una región le conviene que a la universidad estatal le vaya mal, porque de esa forma va a tener más clientes. Por lo tanto, está totalmente dentro de lo esperable que si esa universidad privada puede ejercer presiones sobre el gobierno o parlamentarios, para que no se apoye a la educación pública, lo va a hacer porque está dentro de sus intereses».
«Con todo lo que hemos visto en Chile ¿alguien pondría las manos al fuego de que eso no ocurre? Es todo lo que me pregunto”, asegura al matutino.
Sobre el eventual apoyo del Cuech al proyecto que busca reformar la educación superior, y que ha sido postergado varias veces por el Ejecutivo, Vivaldi sostiene desconocer en qué se encuentra hoy día esa iniciativa. “¿Quién sabe cómo está hoy día? Nosotros estamos peleando porque nuestros puntos de vista sean incorporados”.
“Nosotros no estamos en condiciones de decir nada, porque creo que no hay ningún proyecto, ha cambiado mucho y ha sido sometido a estos avatares. Queremos que se potencie el crecimiento de matrícula, que haya flexibilización administrativa, vinculación al desarrollo regional y que las universidades estatales operen como un sistema”.
Ennio Vivaldi sostiene que “parte del negocio es impedir el crecimiento de las estatales, eso se ha hecho público, es una garantía que se le ha dado al sistema privado. Parece como si el Estado dijera: ‘nosotros, señores privados les garantizamos que el sistema público se va a ver estancado’. Creo que hay un sector, probablemente del gobierno, que no está convencido del proyecto de restablecer la educación pública en Chile. Si no es así, uno no se explica muchas cosas que pasan”.
“Creo que el gobierno termina haciendo la suma y resta de las fuerzas de un lado para otro. Yo no tengo ningún interés en atacar a las otras universidades del Cruch, lo único que quiero es que me dejen ser universidad estatal. Creo que terminan cediendo ante estas fuerzas. Lo otro que uno echa de menos es una visión elevada, de largo plazo, de valores y principios, por parte del movimiento estudiantil, más allá de que se pronuncien en función de que quedaron dos o tres tipos afuera de la gratuidad por un error del Ministerio de Educación. No digo que esos alumnos no sean importantes, pero no hay sentido en que el movimiento estudiantil se limite a eso”.