Si bien este delito contra las mujeres ha existido siempre, es hoy cuando la sociedad se manifiesta más contraria a que dichos actos queden impunes. Pese a esto, el 60% de los encuestados afirma que las sanciones para los agresores tendrían que ser iguales a las aplicadas a otros asesinatos.
Con el hallazgo del cadáver de una joven de 19 años, enterrado en un pozo de 80 centímetros en el domicilio del profesor Antonio Carvajal, en la comuna de Macul -a quien se le acusa de matarla a golpes tras violarla-, el Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) contabiliza 45 casos de femicidio en lo que va del año en el país.
Si bien este delito ha existido por años en nuestro país y en todo el mundo, es hoy cuando la sociedad chilena advierte con mayor rechazo este tipo de crímenes contra las mujeres.
Así es como, el 90% de los santiaguinos considera que el femicidio debiera tipificarse como delito en el Código Penal, según los resultados de la última encuesta realizada, a 340 personas mayores de 18 años en la Región Metropolitana, por el Centro de Estudios de Opinión Pública (Cesop) de la Universidad Central en conjunto con Publimetro.
Paola Arriola, Trabajadora Social de la Universidad Central, especialista en temas de género, “el aumento de la inserción laboral femenina, las políticas sociales de igualdad de género y la mayor integración de la mujer en el sistema político, configuran hoy un escenario nacional en el cual la violencia contra las mujeres es duramente desaprobada, por lo que el femicidio cobra interés público y es diariamente cubierto por los medios de comunicación”.
Y las cifras del estudio lo reafirman. El 57,4% de los consultados cree que el hecho de que el femicidio sea un tema público y que aparezca en los medios ha servido para que éstos disminuyan.
Sin embargo, comenta la experta “los femicidios no disminuirán por aparecer más en la prensa, sino, que las agresiones y asesinatos contra las mujeres irán decreciendo en la medida que la mujer chilena logre mayor autonomía social y económica, y en que los hombres y las propias mujeres se reconozcan con igualdad de condiciones y oportunidades, dejando atrás relaciones tormentosas donde el dominio del hombre sobre la mujer se mantiene por sobre el campo de lo normal y permitido”, sostiene Paola Arriola.
Al consultar sobre el tipo de penas que deberían aplicarse a sus autores, el 61,4% señala que las sanciones tendrían que ser iguales a las aplicadas a otros asesinatos, y el 31,8% considera que debieran ser más fuertes por atentar contra el sexo débil. En este aspecto es importante considerar que además de la diferencia física para defenderse, existe una relación afectiva que aumenta la vulnerabilidad de la víctima y permite por ejemplo, la mantención en el tiempo de ataques menores y/o violencia psicológica, además de la mayor cercanía y facilidad de acceso del criminal a la víctima. Actualmente, la ley ya considera el vínculo afectivo como un agravante en delitos como el parricidio.
Respecto a la explicación de porqué este año se ha visto un aumento de los femicidios, el 52,4% de los consultados dijo que es porque “hay más agresividad en la sociedad”, mientras un 43,2% sostuvo que es porque “los medios de comunicación lo han destacado más” y un 4,4% lo explicó como una casualidad.
Es de relevancia recordar que el femicidio como fenómeno sociocultural existe en Chile desde los tiempos de la Colonia, manteniéndose impune la mayor parte del tiempo, dado la aceptación cultural del dominio del hombre sobre su pareja, mujer. “Este dominio ha sido naturalizado no sólo por el agresor sino que también por las propias mujeres, visualizándose la violencia reiterada y el femicidio como actos que aparecen como “normales” en un país de connotaciones machistas altamente reconocidas”, puntualiza la Trabajadora Social de la Universidad Central.
Paulina Marfull