Con el desarrollo de esta iniciativa, la UACh espera resguardar la Isla de Mancera, la que constituye un importante patrimonio cultural tangible, construido a partir del siglo XVII y que alberga diferentes bienes históricos, tales como el Castillo San Pedro de Alcántara, la Plaza Colonial y la misma isla que fue declarada zona típica.
Luego de realizar prospecciones submarinas en septiembre, entre los días 05
al 09 de noviembre un equipo multidisciplinario realizó sondeos y pequeñas
excavaciones en el interior del Castillo San Pedro de Alcántara y en los
extramuros de este bien patrimonial ubicado en isla Mancera (Región de Los
Ríos).
Este trabajo de prospección y sondeo fue autorizado por el Consejo de
Monumentos Nacionales y se enmarca dentro del proyecto Fondart 2007 (Fondo
Nacional de la Cultura y las Artes) «Arqueología Histórica de la Bahía de
Corral: Investigación y Museografía del Museo de Sitio Isla Mancera»,
adjudicado por la Universidad Austral de Chile.
Según informó Marcelo Godoy, director de este proyecto Fondart y del Museo
de Sitio Castillo San Pedro de Alcántara -administrado por la UACh-
, “hicimos una serie de cuadrículas al interior del Castillo San Pedro de
Alcántara, específicamente en la Casa del Castellano y en la Iglesia de San
Antonio; y a extramuros del castillo trabajamos en la Plaza Colonial , que
se construyó alrededor de 1760” .
El antropólogo indicó que en la Plaza Colonial hicieron sondeos en la zona
de los almacenes donde se guardaban las provisiones y recursos que traía
todos los años desde Lima (donde se ubicaba el Virreinato del Perú).
“Los historiadores señalan –dijo el profesional- que este centro cívico se
construyó para cobijar a los notables de la ciudad de Valdivia, los que
buscaron territorios con mayores condiciones de seguridad debido a los
levantamientos indígenas y a las informaciones que indicaban presencia de
peste dentro de la ciudad”.
Fueron dos ingenieros militares entonces quienes hicieron la traza urbana de
Mancera en aquella época y el desarrollo del conjunto arquitectónico de la
Plaza Colonial , más las refacciones que se realizaron al castillo y la
habilitación del depósito de pólvora que se ubica en la cumbre del cerro.
Marcelo Godoy agregó que en la Plaza Colonial también se encuentran los
restos de los almacenes, el Palacio del Gobernador, un edificio de planta
cuadrada con patio interior, también se encuentra la sala de armas y cuerpo
de guardias. Mientras que al lado de esta edificación se sitúa la caja real,
donde se guardaban los recursos económicos de la Plaza Colonial. En esta
zona no aún no se realizan prospecciones.
En estos sondeos participó un equipo multidisciplinario integrado por el
responsable de las excavaciones el arqueólogo Rodrigo Mera, la Directora de
la Dirección Museológica UACh y arqueóloga Leonor Adán, los arqueólogos
Simón Urbina y Doina Munita, los antropólogos Tomás Rudloff y Eric Hurtado,
la conservadora de la UACh Susana Muñoz, el historiador Iñaqui Moulián
(encargado de la documentación de las excavaciones), y los estudiantes
Patricio Aravena, Catherine Aldea y Boris Borneck. Además de la estudiante
en práctica belga Caroline de Mouline (historia del arte y museología).
Al Interior del Castillo
Las cuadrículas realizadas en la Casa del Castellano muestran presencia de
material cultural hasta el metro y medio de profundidad. Ese material
corresponde a momentos históricos diferentes. Godoy sostuvo que aunque es
preliminar hablar de resultados definitivos, “es bastante interesante
observar que en la misma terraza donde se instaló el castillo hay restos
culturales prehispánicos, ha aparecido cerámica Vergel y Valdivia, además de
una cerámica muy temprana que pudiera adscribirse al Complejo Pitrén. Un
poco más arriba convive, en el contexto de la colonia de la refundación,
cerámica vidreada, con algunos cántaros también de corte indígena. Allí se
ven algunas acciones para limitar espacios arquitectónicos que están
presentes en el suelo. Después de eso viene otro estrato más tardío y que de
alguna manera cuenta los momentos finales de la Colonia y del surgimiento
del Estado republicano, ya que aparecen lozas de origen europeo con cerámica
mapuche, además de objetos estrictamente republicanos, como escarapelas
militares y una moneda de 1853” .
En este marco, es necesario recordar que entre 1598 y 1604 desaparecieron
prácticamente los primeros asentamientos españoles por la rebelión
indígena. “Desde esa fecha no hubo ocupación en Valdivia y alrededores hasta
1645, cuando el Marqués de Mancera hijo vino desde El Callao (Perú) a ocupar
el territorio y comenzó a estructurar el sistema de fortificaciones que
conocemos hasta hoy en día”, detalló el director del proyecto.
Complementando lo anterior, el arqueólogo Rodrigo Mera recordó que a partir
de la refundación de Valdivia en 1645 los españoles modificaron su
estrategia de entrada. Ya no lo hicieron por tierra, sino que por mar y es
por ello que le otorgó gran importancia a esta zona, pensando en Chiloé y en
más al sur. “Entonces Valdivia adquiere una importancia fundamental para la
corona y como tenían problemas con los grupos mapuche deciden utilizar la
ventaja que tiene esta zona en términos marítimos”.
A su turno, la Directora de la Dirección Museológica UACh Leonor Adán
sostuvo que este proyecto de investigación se inscribe dentro del trabajo de
arqueología histórica y urbana que se encuentran realizando en Valdivia. En
Mancera –dijo- realizaron un trabajo estratigráfico con sondeo. Lo que
esperan a futuro es ampliar las excavaciones y hacer prospección pedestre (a
pie) por la isla. La investigación –aseguró- es una etapa fundamental que es
previa a la conservación posterior.
La profesional igualmente valoró bastante la participación de las
comunidades. “Esta arqueología hecha en monumentos o en ciudades –indicó-
genera un vínculo con la comunidad muy significativo, que es parte de una
práctica, de un modelo teórico”.
Cabe señalar que este trabajo en la isla se une al reconocimiento
subacuático en el lecho marino de los alrededores de la Isla de Mancera. En
dicha oportunidad se identificó claramente en el borde costero una zona
portuaria, en tanto en la parte trasera se encontraron algunos escalones que
pudieran estar vinculados a un conjunto de hornos o al antiguo Fortín de
Baides.
Pero no todo ha sido trabajo en terreno. También se revisaron documentos en
el Museo Histórico y Antropológico de la UACh. Uno de ellos –según informó
el historiador Iñaqui Moulián- es el escrito de la herencia de un capitán de
infantería que habitaba Mancera. El historiador hizo la paleografía del
documento que permitió acceder a datos interesantes sobre la ocupación de la
isla.
Con todo esta información, la idea es generar un material crítico para poder
optar a un proyecto Fondecyt de más largo aliento, junto con definir una
metodología que permita abordar en el futuro la elaboración de un plan
maestro de gestión de la Bahía de Corral, cautelando así el patrimonio
correspondiente a las 17 unidades que componen el sistema de fortificaciones
existente en la zona, el cual posee un notable valor histórico y que se
espera postular como Patrimonio de la Humanidad.
Nueva Museografía
Otro de los objetivos del Fondart es reemplazar la museografía existente en
el Castillo San Pedro de Alcántara. Integrando contenidos inéditos, se
cambiarán los paneles de madera por paneles de policarbonato a ras de suelo
sobre bases de cemento. Este material –que contendrá imágenes y textos- no
será intrusivo ni obstaculizará la visualidad.
A eso se sumará un mesón que se ubicará frente a la bahía y sobre el cual se
hará una interpretación del sistema de fortificaciones. También se instalará
un panel transparente que representará la antigua iglesia que está dentro
del castillo. Y a extramuros se habilitarán paneles a través de los cuales
se pondrá en valor el recinto y se entregarán instrucciones para utilizar
correctamente estos espacios.
En el diseño de la museografía –que esperan inaugurar durante enero de 2008-
están trabajando dos agencias: El Ministerio del Diseño y Contreras Diseño.
En tanto el guión está a cargo de la antropóloga Francisca Poblete.
Pese a todos estos esfuerzos, el director del proyecto Fondart es enfático
en señalar que el cuidado de este sistema de fortificaciones también depende
de los gobiernos locales y de las comunidades que viven insertas en relación
con esos bienes patrimoniales.
José Luis Gómez G .