Fotografía y entrevista por Jesús Martínez
Antonia Guerrero es una joven de la comuna de Puente Alto, tiene 18 años y egresó hace poco del Liceo Bicentenario San Pedro que está en su comuna. Y sí, fue una de las miles de jóvenes que rindió la Prueba de Transición Universitaria (PDT) durante diciembre pasado.
El día martes 11 de enero desde el Palacio de La Moneda fue anunciada como uno de los 180 puntajes nacionales del país. La joven se hizo viral en la redes y medios nacionales debido a un particular e inspirador mensaje que tuvo lugar en La Moneda: “Soy una chica de Puente Alto, criada solo por mi mamá. Tengo TOC, soy la clase de persona que nunca soñaría con esto, y aquí estoy”.
En conversación con El Ciudadano, Antonia Guerrero accedió a hablar sobre todo el proceso que ha vivido desde que se enteró de su Puntaje Nacional en la prueba de Comprensión Lectora, su preparación, su postura frente al sistema educacional y a la PTU y hasta la llamada que recibió del presidente electo Gabriel Boric.
¿Quién es Antonia?
La joven puentealtina se ha descrito a sí misma como una adolescente común y corriente, que es también, orgullosamente “nerd”. Y que en la actualidad sueña con estudiar medicina en la Universidad Católica.
“Soy una persona bien normal, me mando muchas embarradas, soy super metedora de pata, paso mucho tiempo viendo Netflix, hago todo lo que cualquier adolescente hace (…) Soy nerd, soy orgullosamente nerd, soy extrovertida, soy de hacer juntas con amigos”, cuenta.
En cuanto a su preferencia por la medicina, la joven señaló: “Yo creo que lo que me ayudó a que me fuera bien fue querer estudiar medicina, porque en algún momento hace tiempo como en octavo básico estaba obsesionada con que nunca iba a poder marcar el mundo (…) En algún momento ayudé a un amigo que estaba en una situación muy mala y me di cuenta de que podía marcar al mundo, una persona a la vez”.
A Antonia le gusta la medicina porque es una forma de ayudar a través de la ciencia. «Para mí no era estudiar por estudiar, era simplemente estar subiendo una escalera para llegar a lo que quería y hacerlo con amor”, menciona.
A su vez, la joven confiesa que han sido días muy abrumadores, «yo soñaba con tener voz, pero hoy he estado todo el día con nauseas, pero están ellos (sus amigos), yo creo que han sido el pilar fundamental y también para antes de la prueba, para cuando la iba a dar, fueron un gran apoyo en todo este periodo”, cuenta.
Ser Puntaje Nacional
En el momento de saber el resultado, Antonia no lo podía creer. “Me puse a gritarle a mi mamá y todo, yo no me creía que hubiera sido Lenguaje, creía que era una broma (…) Después mi hermana me invitó a comer, ese día me sentí tan feliz, invité a una amiga, la Tati, y la pasamos muy bien”, menciona.
EC: ¿Cómo fue la entrada a La Moneda?
A: Entré con mi mamá, me acuerdo que podía entrar solo una persona conmigo, mi hermana llegó solo para saludarme antes de entrar y eso me emocionó mucho. Había cabros de todo tipo. Me dio miedo porque me acuerdo cuando me preguntaron, porque estaban hablando de qué colegio venían, y yo dije ‘ah uno que se llama San Pedro’, porque en ese momento me dio cosa decir que era de Puente Alto.
A: Ver a Piñera, que tiene convicciones distintas a las mías, me hacía recordar las mías, ver como los otros chicos de regiones contaban su historia también me hacía recordar mis convicciones. Ahí fue cuando dije que si voy a hablar, voy a decir que soy de Puente Alto y quiero decirlo con orgullo (…) Puente Alto está muy estigmatizado, cosa que igual me da rabia porque aquí hay gente de clase media alta, clase media, clase media baja, hay de todo, la gente cree que acá hay puros narcos por cuadra”.
EC: Frente a las masivas reacciones, ¿cómo te has sentido?
A: Cuando leí muchos comentarios buenos y luego leí uno malo no me lo pude quitar de la cabeza, probablemente por mi TOC (…) Expliqué en un comentario de una página de prensa independiente que yo lo estaba diciendo para inspirar a otros porque yo siempre funcioné a base de la esperanza, y eso fue lo que me llevó lejos, pero si alguien no ha triunfado, no es culpa de que no se hayan esforzado.
EC: ¿Cómo viviste tu preparación para la PDT?
A: Tuve una oportunidad que no todos tienen (becarse en un preuniversitario), porque ahí todos mis profes fueron maravillosos. Desde primero hasta inicios de cuarto medio yo decía ‘si voy a poder entrar a medicina’, no sé en qué estaba pensando, en algún momento me puse a mirar los puntajes y daba los ensayos y decía ‘sí, está difícil’, y ahí comenzó mi ansiedad”.
A: Mi circulo de gente siempre fue maravilloso, los profes del liceo siempre me apañaron en todo, luego está mi familia. Mi hermana era un pilar, la piedra que mantenía firme, luego están mis amigos, que me han enseñado todo, a conocerme a mi misma, con ellos aprendí a relacionarme y a ser feliz.
EC: ¿Cuáles son tus actividades en estos momentos?
A: Luego de haber dado la prueba me puse a trabajar. Mi hermana trabajó desde los 14 años, yo sentía que también tenía que hacer algo porque me estaba sintiendo como que no estaba haciendo nada en comparación, fue por sentirme útil, llevaba dos veranos enteros en donde solo estudiaba.
La llamada de Gabriel Boric
EC: ¿Cómo fue esa llamada?
A: Estaba reponiendo bebidas y sentí el celular vibrar y dije ‘¿otra más?’, contesté el teléfono y respondí ‘hola’, y me dijo ‘hola Anto’, y dije en mi cerebro ‘ya, qué canal será’, y luego se ríe con esta risa como de cabro chico, luego me dice ‘mira, tú hablas con Gabriel Boric’, yo me acuerdo que salí para atrás de la carpa y me puse a llorar.
A: No lloré después de dar la prueba, ni cuando me dieron el puntaje, ni cuando fui a La Moneda, nunca lloré por nada, pero me llamó y solté todos mis sentimientos, hasta ese momento no había realmente sentido lo que era el Puntaje Nacional (…) Ha sido uno de los mejores momentos de mi vida.
A: Cuando llegué a La Moneda fue igual incomodo, cuando Piñera me iba a abrazar, saber que tengo ideas tan distintas, con todo lo que pasó, con el Estallido (…) él no hizo nada para solucionarlo. Por otro lado, con Boric es distinto. Es un millennial que está llegando a La Moneda con ideas mucho más parecidas a las nuestras, también la forma de ver el mundo. Creo que lo que tiene de especial es que es muy sencillo, es muy cercano a la gente.
Educación en Chile y PDT
EC: ¿Qué nos dices de las y los estudiantes del país?
A: A mi amiga le daba pena ver como sus compañeros no querían aprender a hacer pappers o ensayos porque no entraba en la PDT. No me gusta, nos llevan a creer que lo otro es lo único importante, culpo al sistema (…) Yo sueño con un sistema que sea más como el de EE. UU, que consideran una prueba, pero también quién eres.
A: Veo que esta generación tiene una disposición a cambiar al mundo, y eso nos llevará lejos (…) Vamos por un muy buen camino con respecto a la pasión, a los sueños, una sin sueños no es nada.
EC: ¿Qué es lo que opinas de la PDT?
A: Creo que es algo muy circunstancial, ósea es algo que das en dos días, si te avisaron que algo le pasó a un familiar, si te pasa algo a ti, te puede afectar al futuro (…) pensar que haber escrito mal un número te puede impedir estudiar lo que quieres, es fuertísimo. Yo creo que si debería haber una prueba, pero que esta no lo sea todo. En el sistema de Chile no se asegura que la persona que esté entrando a la universidad vaya a ser un aporte a la sociedad, y a la vez que dejen entrar a alguien que no siente vocación, están dejando (fuera) a muchos otros que sí la sienten.
EC: ¿Crees que el sistema educativo está mal?
A: No es tan sencillo como decir que el sistema educativo está mal en general, podemos culpar en parte al DEMRE y al Mineduc, pero es una parte. Está lo de las brechas socioeconómicas, no depende solo del colegio en el que estés. Estoy convencida de que si ponen al mismo profe a hacer la misma clase en dos colegios de partes muy distintas, va a ser muy distinto. Con la Convención Constitucional si quieren hacer cambios profundos, los pueden hacer, y si lo hacen van a achicar muchísimo las brechas.
De aquí en adelante
EC: Luego de todo esto, ¿qué es lo que harás?
A: Entraré a la universidad, con esperanza, tengo el privilegio de poder estudiar lo que quiero estudiar. Quiero en algún momento ser neurocirujana, quiero atraer terapias a Chile, en nuestro país la ciencia se ignora totalmente, se le da un papel muy pequeño, ¿sabemos de alguna terapia importante que haya surgido en Chile? Hay mentes aquí para hacerlo, pero no se les da nada de financiamiento, los doctorados son carísimos.
¿Tienes un último mensaje para quienes te van a leer?
A: Tuve la suerte, la bendición de haber llegado acá con esfuerzo, de que justo me llamaron por azar, de que justo pude hablar después del ministro, y que justo se me vino a la cabeza algo interesante que decir en ese momento y eso me dio voz, cualquiera puede estar acá, con esfuerzo, con amor, con pasión y haciendo los cambios que hay que hacerse.