El reciente cierre de escuelas en las localidades sirias de Raqqa, Deir-ez-Zour y partes de Alepo en Siria ha interrumpido la educación de aproximadamente 670,000 niños.
El día de ayer, el portavoz de la Unicef, Christophe Boulierac, dio a conocer que el Estado Islámico ha cerrado varios colegios en sus territorios ocupados. Según él, las escuelas fueron cerradas durante el mes de diciembre porque el grupo armado planifica crear e implementar su propio plan de educación.
La organización emitió un decreto ordenando que la educación en las zonas bajo su control se debería detener, debido al cambio de los programas escolares, el proceso incluye capacitación de los profesores por parte del grupo armado.
Sin embargo, el funcionario de la ONU aclaró que el cierre también es debido al combate que se despliega en las zonas.
Entre el mes de enero y diciembre del año 2014 hubieron al menos 68 ataques dirigidos a colegios a lo largo del país, en los cuales murieron al menos 160 niños y resultaron heridos 343. Sin embargo, las cifras reales son probablemente aún más alta, la precaria situación hace difícil de investigar y entregar datos.
A finales del año 2014, el conflicto ha afectado a más de ocho millones de niños, unos 5,6 millones de niños se encuentran afectados dentro del país y 1,7 millones son refugiados en los países vecinos como Líbano, Jordania y Turquía.
En el último análisis hecho por el Sector de Educación de la Unicef , se estima que entre 2,1 y 2,4 millones de niños en Siria se encuentran sin acceso a la educación. Lo cual ha provocado preocupación por una generación “perdida” en Siria.
Sandra Segall
El Ciudadano