Con tomas de liceos y masivas movilizaciones, los estudiantes chilenos continúan presionando por el cumplimiento de sus demandas que incluyen el fin al lucro en la educación, el término de la municipalización de la educación escolar, la democratización de los colegios y el cambio en el sistema de financiamiento que hoy rige el sistema escolar.
Tal como viene ocurriendo desde el 2011, estudiantes secundarios paralizaron sus actividades a partir de mayo y ocuparon liceos emblemáticos reclamando una educación de calidad y fin al lucro en la educación.
Aunque fueron desalojados por las fuerzas policiales debido a que algunos de esos establecimientos municipales fueron lugares de votación para las primarias presidenciales que se realizaron el 30 de junio, muchos de los locales fueron retomados por los estudiantes por decisión de sus asambleas. Recién con la vuelta de las vacaciones escolares de invierno a mediados de julio, algunos colegios han retomado las clases pero siguen en estado de movilización.
Moisés Paredes, vocero de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (CONES), señaló en declaraciones recogidas por la prensa que los paros y tomas se generan en el marco del proceso de movilización permanente que han establecido, para así presionar para el cumplimiento de las demandas.
“Nosotros planteamos que no estamos en contra de los procesos democráticos, que las tomas no nacen porque queramos boicotear una elección o porque nos gusta estar en toma. Hay que entender que hay demandas y un sentir de los estudiantes secundarios que no ha tenido respuesta y que no ha sido resuelto, demandas que son históricas como la desmunicipalización, ya que vemos cómo los municipios han demostrado que no tienen la capacidad administrativa para encargarse de los establecimientos educacionales”, señaló Paredes.
La demanda de desmunicipalizar los colegios consiste en que los liceos públicos no dependan de los municipios, sino que sea el Estado el que garantice la educación pública y de calidad.
La segunda demanda establecida por la CONES es profundizar la democracia interna que se genera aumentando la participación de las comunidades educativas en la toma de decisión. Un tercer punto señalado por Paredes es el fortalecimiento de la educación técnica-profesional que vive una gran crisis por la falta de infraestructura, ausencia de prácticas y campo laboral. Finalmente, los secundarios buscan avanzar en un cambio en el sistema de financiamiento de la educación pública, ya que la subvención por asistencia que existe en la actualidad tiene malos resultados y genera un abandono en los colegios regionales por la falta de gestión y la limitación de los recursos que ingresan por este sistema.
“Esas cuatro demandas fundamentales están enmarcadas en una gran demanda que es la creación de una nueva institucionalización para la educación pública, en donde esos cuatro puntos estén insertos, y la agenda educativa avance de esa forma, de modo de llegar a un acuerdo y que no lleve a que los estudiantes tengamos que levantarnos con tomas y paralizaciones para que el Estado tenga que recordar que existe la educación pública y que lamentablemente está completamente olvidada”, dijo el representante de CONES.
Suma de actores sociales En un año electoral —el 17 de noviembre se elegirán Presidente, a los 120 diputados y 18 de los 38 senadores— el movimiento estudiantil mantiene sus demandas activas con la suma de actores sociales que han incorporado sus demandas a la agenda nacional.
El pasado 11 de julio en la jornada de paro nacional convocado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la presencia de los estudiantes universitarios y secundarios se destacó en una gran movilización nacional que sólo en Santiago reunió a más de 200,000 personas. Esta confluencia de actores sociales mostró la fuerza que el movimiento social chileno ha sumado los últimos dos años, cuando se inició el proceso de alza de movilizaciones masivas en el país.
Bárbara Figueroa, presidenta de la CUT, señaló en conferencia de prensa que “este ha sido un paro histórico, de conjunto con los actores sociales. Según nuestro balance hemos vivido una movilización que en la Región Metropolitana bordeó los 200,000 trabajadores, jóvenes y movimientos sociales movilizados”. A criterio de Figueroa, se vivió “una jornada histórica, donde las demandas fueron lo que se puso en el centro, hoy con firmeza podemos decir que este medio millón de movilizados demanda profundos cambios en nuestro país, en grandes áreas, nueva constitución, defensa de los recursos naturales, reforma tributaria, reforma educacional, pero por cierto que hoy se instala la necesidad de un nuevo trato con los trabajadores y las trabajadoras en Chile”.
Paredes afirmó que con esta movilización “hemos demostrado que la mejor clase de ética que le podemos dar a los empresarios, a quienes nos explotan, explotan a nuestros padres y a la gran parte de Chile es la movilización social en conjunto con los trabajadores, construyendo ese nuevo país y ese nuevo sistema educativo”.
En tanto, Diego Vela, presidente de la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Chile (FEUC) y vocero zonal metropolitano de la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH), manifestó que “queremos recuperar lo que es nuestro, que a través de una dictadura nos quitó nuestros derechos y que no permite que un 70% de la población se pueda sindicalizar, pueda tener ingresos justos, pero a pesar que seamos miles, un 30% tiene el poder para frenar la democracia”.
La articulación social y la transversalidad de las demandas más importantes que se reflejaron en el paro nacional del 11 de julio, demuestran cómo durante este periodo de movilizaciones sociales se han profundizado los vínculos entre los sectores que buscan cambios estructurales en el país.
Líderes del 2011 a las urnas El contexto electoral con miras a los comicios de noviembre no está ajeno a quienes fueron líderes emblemáticos durante las movilizaciones del 2011. Así, son candidatos al parlamento figuras como Camila Vallejos, militante de las Juventudes Comunistas y quien fuera presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), y Giorgio Jackson, expresidente de la FEUC. Vallejos postula por la coalición “La Nueva Mayoría” que lleva como candidata presidencial a la expresidenta Michelle Bachelet (2006-2010), mientras que Jackson es candidato a diputado en representación de “Revolución Democrática”, movimiento que nace en el contexto de las movilizaciones del 2011.
Otro de los exlíderes universitarios que también compite para llegar al Congreso chileno es Francisco Figueroa, exvicepresidente de la FECH, quien explica a Noticias Aliadas que este fenómeno electoral da pie a que se genere una refundación de la política para así poner fin a las viejas prácticas antidemocráticas que habitan en la política nacional.
“Acá hay un germen, un potencial refundacional que hay que proyectar. Estamos en un momento en que nos damos cuentas de las dificultades a las que nos enfrentamos, pero sabemos que podemos avanzar. Lo que ahora ocurre es la lucha por una democracia a escala humana y por romper con el autoritarismo del mercado, una defensa de la democracia plena como un cambio radical. Se necesita colectivamente poner todas nuestras trayectorias para el avance de una construcción de un bloque unitario político”, dijo Figueroa, que postula por el movimiento “Izquierda Autónoma”.
Por Rocío Alorda
Noticias aliadas