La inercia del modelo educativo neoliberal se impone para la Universidad ARCIS. Pese a ser un centro de estudios que hizo grandes aportes a las ciencias sociales, humanidades y artes en las últimas décadas, la voluntad de sus estudiantes apoyados por la Confech se enfrentan a la amenaza de cierre y venta de su patrimonio.
Para evitar esto recientemente la FEUARCIS y la Confederación de Estudiantes de Chile, Confech, presentó un Proyecto de Ley de Modificación de la Ley 20.800 sobre el cierre de centros de estudios. Con el apoyo de los diputados Gabriel Boric, Giorgio Jackson y Camila Vallejo, lo fueron a dejar a la oficina de partes de La Moneda. Los estudiantes le piden a la presidenta Bachelet que lo presente y le de urgencia para resguardar los derechos de los estudiantes de la Universidad ARCIS.
La semana reciente los estudiantes se enteraron de que las dos sedes universitarias, Libertad y Huérfanos, serán vendidos a un precio inferior a su real valor. La primera en 5.600 millones de pesos y la sede Huérfanos en 2.500 millones de pesos, lo que se produciría en el mes de marzo de 2017.
La venta de ambas sedes alcanza para pagar apenas las deudas de la Universidad que ascienden a un monto superior a siete mil millones de pesos.
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ADMINISTRACIÓN PROVISIONAL O SÍNDICO DE QUIEBRAS
Hoy la institución se encuentra intervenida por el Estado bajo la figura de la Administración de cierre, debido a que está impedida de cumplir gran parte de sus compromisos financieros desde el mes de octubre.
El administrador, Patricio Velasco, en la práctica cumple una función de síndic gana unos 6 millones de pesos, el doble de la última rectora de la institución, y su tarea es vender el patrimonio de la casa de estudios para así poder pagar los salarios y las deudas con los trabajadores. En la práctica cumple las funciones de un síndico de quiebra de cualquier empresa.
La actual legislación de cierre de universidades no contempla ni siquiera recursos para administrar espacios educativos en crisis y sólo los destina para el cierre. En su proyecto original dicha ley contemplaba recursos públicos para esta tarea, pero senadores de la DC alineados con la derecha le quitaron esta facultad.
Patricio Medina, presidente de la Feusach, comenta que “el administrador provisional parece más de cierre, no cuenta con recursos para administrar la casa de estudio. En reunión con la ministra le preguntamos cuánto dinero se necesitaba para mantener la universidad funcionando y ella no tenía idea de eso. Esto es preocupante porque al final es un síndico de quiebra”.
Sandra Beltrami, presidenta FEUARCIS, comenta que “la ley actual es ineficaz, porque el adminstrador provisional se convierte en síndico de quiebras que gestiona bienes. Solamente asegura mínimamente la continuidad de estudios, no dicen ni como ni en que condiciones. Es una ley vulneratoria de los derechos de los estudiantes”.
También la dirigenta acusa que “el cierre también contempla lucros a privados porque financia estas relocalizaciones”.
Camila Rojas, presidenta de la Fech, opina que “nosotros rechazamos el sistema de administrador provisional. Hemos observado que no existe un empujón a la institución para que salga de la crisis, sino que no hay como pagarle a los profesores y funcionarios, lo que genera una bola de nieve grande que define al final que es mejor cerrar la institución que dejarla abierta”.
INICIATIVA ESTUDIANTIL
El proyecto de ley que salvaría a ARCIS del cierre fue iniciativa de la Feuarcis y fue presentado al Confech el 8 de mayo realizado en la Universidad Arturo Prat. Tras la discusión y algunos cambios que se le hicieron, el plenario de los estudiantes aprobó el proyecto.
La presidenta de la Fech dice que “apoyamos una propuesta de cambio en la ley de administador provisional. Estamos hablando de una universidad y no es el cierre de una empresa. Estamos hablando de una institución, de gente formándose y con expectativas, otros ya titulados, de gente a la deriva, de años de formación”.
Las modificaciones propuestas a la actual legislación alcanzan 3 puntos: que se consideren ingresos públicos para el administrador provisional, lo que permite pagar deudas y sueldos; la estatización de universidades que han cumplido un rol público; y la reubicación en universidades estatales en caso de no haber alternativa al cierre.
El rol público de ARCIS está demostrado, según Breltrami, “en su historia durante la dictadura militar, recibiendo estudiantes, dando espacio a docentes que no podían ejercer su profesión, dar clases a personas en clandestinidad. Esta ley propone que universidades que cumplieron un rol público deben ser estatizadas y el Estado encargarse de su patrimonio”.
Rojas considera que “el ARCIS tiene un proyecto educativo, formaba buenos profesionales en las áreas que formaba, pero en esta crisis en vez de apoyar y sacar adelante esta institución, lo que sucede es todo lo contrario. Se va apagando, menos estudiantes se matriculan. No hay una política de salvar a una institución en crisis y como Estado vamos y nos hacemos cargo porque hay que entregar el derecho a la educación de quienes están allí”.
De igual forma opina Medina, para quien “es lamentable que una universidad que ha sido un aporte al país en ciencias sociales y artes tenga que cerrar por una mala administración. Esperábamos que el Estado se hiciera cargo. Tuvimos reuniones con la ministra para hacerle ver que la ley debe ser modificada. El administrador provisional debe tener recursos financieros propios”.
“Con la Confech proponemos que los estudiantes de una universidad que se cierra sean reubicados en universidades estatales – agreega Beltrami – y no como la ley actual, que señala que si una universidad se cierra, los estudiantes serán trasladados a otra universidad privada, teniendo el título de la universidad que cerró. Eso es un problema para tener igualdad laboral”.
Beltrami lo explica diciendo que “los estudiantes no pierdan los ramos que hicieron. Hacer años nuevos y pagar por ello no es justo. Sí iniciar un programa de nivelación”.
Situación similar sufrieron los estudiantes de la Universidad del Mar, cuya universidad entró en crisis hace algunos años. Por ello Beltrami dice que debieran “tener derecho a revalidar su título en una universidad estatal con mecanismos de exigencia que definan las universidades”.
La semana pasada estudiantes de ARCIS y de Confech, fueron al Congreso a presentar el proyecto de ley. En la oportunidad los acompañaron los diputados Jackson, Vallejo y Boric. Beltrami resume que sólo “se necesitan recursos del Estado: solución que el gobierno presente el proyecto de ley y le de suma urgencia”.
El cierre de ARCIS marcaría un punto de no retorno y de aplicación profunda del modelo neoliberal educativo. La paradoja es que se cierne sobre un espacio de pensamiento crítico cuya visita es obligada para entender el campo de las ciencias sociales y las tendencias artísticas chilenas en las últimas décadas. La desidia no es sólo de un gobierno respetuoso de las reglas del juego impuestas por un modelo educativo de mercado. También corresponde al Partido Comunista, que utilizó de caja chica dicha casa de estudios y que retiró de una vez sus activos para salvarlos del hudimiento del buque; profesores y funcionarios apremiados por sueldos impagos durante meses; y estudiantes que aceptaron que sólo les queda el cierre.
Mauricio Becerra R.
@kalidoscop
El Ciudadano
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