Gratuidad 2016: Disputas y más modificaciones se toman la Reforma Educacional

Cuando el ambiente en las relaciones del Mineduc, los rectores y la bancada estudiantil se puede cortar con cuchillo, nosotros les explicamos en qué consiste dicho debate, que si bien sabemos dónde se encuentra el problema, ha estado dando de qué hablar en todos los sectores de la sociedad. Conversamos con Valentina Saavedra sobre la postura de los alumnos ante la toma de decisiones sin previas consultas y los constantes cambios que tiene el Estado en las formas de aplicar el beneficio de la gratuidad para el año siguiente.

Gratuidad 2016: Disputas y más modificaciones se toman la Reforma Educacional

Autor: Ciudadano

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Foto: Elquintopoder

Considerando que están a siete días de empezar a discutir la Ley de Presupuesto, donde se incluirán los recursos para la educación, las autoridades del Consejo de Rectores, se reunieron con el jefe de Educación superior del ministerio de Educación,  Francisco Martínez, para empezar una conversación más clara sobre la configuración del método que financiará la gratuidad el próximo año.

Pero los objetivos de la jornada se vieron trastocados porque Martínez fue mezquino y esquivo con la información entregada. Se excusó en que la glosa para implementar el beneficio, todavía se está elaborando, pero de paso enojó y sobre todo confundió a los demás académicos, quienes recalcaron que todavía quedan temas por discutir.

Y es que los datos rendidos no fueron especialmente oportunos, según los representantes del Consejo, tiene que haber mucha más claridad en el tema del financiamiento del proyecto ‘Gratuidad 2016’, tomando en cuenta la voltereta de ideas con las que juega el Mineduc, como decidir que ya no se va a utilizar el arancel de referencia de cada Universidad, sino que el “arancel regulado” será lo que va a regir finalmente. Esto siempre y cuando no ocurra que en paralelo a la redacción de esta nota, se esté escribiendo una nueva fórmula para cuadrar los recursos.

El arancel regulado se calculará agrupando a todas las instituciones de Educación Superior según los años de acreditación que posean para promediar los valores de referencia de las carreras, es decir, si un grupo de universidades con la misma certificación en el programa de Periodismo cuesta entre cuatro y dos millones anuales, tendrá que recibir, por defecto, tres millones de pesos y quizás un “aporte de compensación”, de hasta el 20% más del monto cobrado.

Claudio Elórtegui, rector de la UC de Valparaíso, explicó que el modelo que se está usando, junto a todas las simulaciones previas, deja con déficit a muchas instituciones  y también aclaró que en ese sector es donde se desarrolla el “riesgo institucional”.

La polémica y la tanda de preguntas se centraron en el periodo de financiamiento  que van a tener las carreras, porque según el vocero del organismo que configura el área educacional, el Estado sólo va a financiar lo que dura formalmente una carrera, lo que significa que cuando algún alumno se eche un ramo o tenga que retrasar su titulación, deberá costear autónomamente sus estudios. Aún cuando al principio de la propuesta se pretendía entregar recursos para un 20% más del tiempo oficial.

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Valentina Saavedra, Presidenta de la Federación de Estudiantes de la Chile (FECh), conversó con El Ciudadano y nos dijo que no sabe en qué número de anuncio van respecto a la gratuidad, porque hay tan poca claridad por parte del ministerio en cuanto a lo que se quería perseguir con este debate, que “efectivamente vamos viendo que cada vez se renuncia más a que por medio de la gratuidad 2016 se haga algún cambio en el sistema educacional”.

La vocera del movimiento estudiantil señaló que se alegran por los compañeros que recibirán -no por medio de becas- la gratuidad, pero que la forma en que se está entregando es errónea porque no está haciendo cambios.

Además expresó que el anuncio que se dio ayer tiene dos aspectos que parecen bien problemáticos, uno es que se realiza a una semana de ingresar la glosa presupuestaria, lo que no da espacio para ningún debate y lo otro es que si bien el ministerio dijo que el proyecto no sería a través de una beca, “yo le preguntaría, ¿qué diferencia hay con una beca? Porque los criterios que hoy están poniendo también dependen de que el estudiante sea de una situación socioeconómica más complicada o que pertenezca a los primeros quintiles”.

{destacado-1}   Esto a raíz de que la beca depende de los avances académicos y tiene límites de años, por lo tanto se puede perder con el tiempo. Entonces, ¿por qué hoy implementar la gratuidad 2016 sería distinto a una beca?.

El problema es que finalmente al estudiante igual se le cargará el apremio de que sólo por haber adquirido gratuidad debe tener la presión académica más alta del resto, por lo tanto es una nueva forma de discriminación y no resuelve el problema de fondo: que los espacios educativos dejen de ser espacios de discriminación y sean un lugar de encuentro donde se combatan esas diferencias.

La egresada de arquitectura reconoció que “son miles de estudiantes los que van a quedar fuera porque ya están atrasados y con eso se da cuenta que este mecanismo, medio apresurado que tomó el Ministerio, no muestra la realidad. En la mayoría de las instituciones los estudiantes se atrasan uno o dos años en sus carreras”.

Ante el palpable disgusto por el hermetismo con el que trabaja el Mineduc, Saavedra manifestó que el CONFECh estaba en esas tres legislativas y que la semana pasada le habían preguntado cómo iba a ser el tema del financiamiento para la gratuidad, a lo que respondieron que sería el arancel de referencia más el 20% y que atendería a ciertos criterios.

Pero esa afirmación fue igual de efímera que las otras, porque ayer, junto con los rectores, se enteraron que cambió. “No sé con quién lo hablan ni con quién lo deciden. Hemos planteado que se requiere que esto vaya en pro de fortalecer las instituciones públicas, es decir, si va a ver un aumento de la balanza presupuestaria debiese haber un espacio de revitalización para  las universidades estatales y sin embargo, tampoco se acogen estas propuestas”, expresó la militante de @Izqautónoma.

Asimismo apeló a  que es una mala señal que se hagan este tipo de cambios y que sea sólo como “bueno aquí les trajimos la información y quedan cinco días para entregar la glosa así que ya no se puede modificar”. Es una falta de respeto, dijo, con los movimientos sociales y con todos quienes han estado dispuestos a dialogar.

A partir del tema del hermetismo y el que se intenten resolver las cosas metiendo más plata pero sin hacer cambios, Valentina nos comentó que están llamando a una marcha a nivel nacional para el 6 de octubre, “porque nos parece que esto raya en la falta de respeto a la ciudadanía. Este proyecto no fue lo que se le prometió al país en la campaña de la Nueva Mayoría, donde se decía que la gratuidad era universal y que íbamos a tener derecho a la educación pública”.

Fue precisamente Michelle Bachelet quien dijo que no querían financiar un sistema de mala calidad, entonces la pregunta es: ¿Cómo hoy se mejora ese sistema sólo con la gratuidad del 2016?. Porque estamos claros que la gratuidad no es la reforma y no puede  sobredeterminar la reforma, que es un poco lo que se está haciendo. 


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