Así como para muchos estudiantes los exámenes son la oportunidad de demostrar cuánto saben, y sobre una base de honestidad ser promovidos o reprobados, la función de la Comisión Nacional de Acreditación de Educación Superior es evaluar a las instituciones, sin “torpedos” ni “puntos base». Sin embargo, la denuncia contra Eugenio Díaz por el caso de la Universidad del Mar, pone en el tapete la falta de transparencia y el débil diseño institucional que se implementó bajo la Concertación.
El sistema se parece bastante al de evaluación de impacto ambiental, destinado más a favorecer los proyectos que a detenerlos. Así también, en la educación la lógica ha sido acreditar a plazo sin solucionar los problemas de fondo de la mala calidad, ni mucho menos investigar su relación con el lucro. Por eso, para el presidente de la FEUC, Diego Vela, la Comisión de Acreditación perdió credibilidad.
“Lo más grave es que hoy día la acreditación está totalmente desacreditada, y creemos que es gravísimo -sobre todo- cuando uno empieza a ver que ya al día siguiente, las universidades ofrecen “tablets” o marketing como locos para que los estudiantes ingresen. No podemos esperar a que entre una ley en dos semanas más que se va a discutir durante dos años, creemos que es urgente que el gobierno asuma su responsabilidad y presente una ley corta que se haga cargo de los temas que están pasando hoy día con la acreditación”, afirmó.
Por su parte, para el académico de la Universidad de Chile, Carlos Pérez, los problemas que está revelando la acreditación no son más que las contradicciones mismas de todo el sistema de educación mercantilizado. “Creo que el tema de la acreditación es una estafa que forma parte de la lógica de la mercantilización de la educación. Las empresas privadas que buscan acreditarse obviamente van a tratar de hacerle trampas al sistema acerca de sus niveles de calidad. Es un sistema viciado, pero no es el punto central de la discusión que es toda la mercantilización de la educación. La Concertación es la principal responsable de la destrucción de la educación pública, y de la extensión indiscriminada de los privilegios de la educación privada. Yo creo que la única manera de resolver ese problema es que ningún peso del Estado vaya a dar a manos privadas en educación en nivel educativo, hay que volcar todos esos recursos para construir un sistema nacional de educación en que el Estado se haga responsable de un derecho”, sostuvo.
El presidente de la FEUC destacó que el marketing de las universidades e institutos profesionales solamente es superado en cantidad por el retail. Vela argumentó además que el caso de “cohecho” en la acreditación de la Universidad del Mar, y el de lucro en la misma entidad son casos relacionados, y que así lo sostiene la Fiscalía.
Para Carlos Pérez la mercantilización de la educación en muchos casos ha significado un negocio también para los propios académicos, fenómeno que -a su juicio- está corrompiendo las universidades públicas, por lo que se requiere una “reforma universitaria”, y que no se financie desde el Estado ningún proyecto privado con el que se lucre, aún bajo la “escusa de ser alternativo”.
Por Radio Tierra