Por concepto de recompra a la banca de los Créditos con Aval del Estado (CAE) el Estado debería desembolsar $224.216 millones de pesos, sumados a recargos por la operación financiera que supera los 64 mil millones de pesos. De aquí al 2019 estas operaciones le costarán a los bolsillos de los contribuyentes $3.904 millones de pesos anuales, más los misteriosos gastos de recarga que superan los mil millones.
Luego de un movilizado 2011, donde la consigna de fin al lucro en la educación concitó el apoyo de un 80% de la población chilena, el gobierno porfía en corregir el modelo neoliberal educativo que lo tiene por el suelo en las encuestas.
En pleno debate del presupuesto 2013, el gobierno espera aprobar argumentando la rebaja de los créditos CAE y Corfo un millonario subsidio fiscal a los bancos a 15 años plazo.
Muchos han dicho que existe una “letra chica” en la mayoría de los proyectos que ha presentado el ejecutivo para dar solución a las problemáticas sociales que afectan al país. Este concepto que intenta comparar aquellos contratos engañoso y que fuera acuñado por los partidos de la oposición, ha quedado en el pasado y desde ahora los chilenos podremos hablar de la letra grande.
En las últimas semanas hemos sido testigos de la mayor operación financiera de los últimos tiempos, la cual vuelve a traspasar recursos fiscales a los bancos que han otorgado créditos a las familias de Chile. Pues bien, el Gobierno de Chile a vista y paciencia de los “representantes del pueblo chileno” ha logrado validar el lucro bancario en educación mediante la rebaja al 2% de los CAE.
Los medios titulan así la noticia: “Presidente Piñera promulga ley que rebaja la tasa de interés del Crédito con Aval del Estado” (emol) y la rebaja a los deudores Corfo (no son PYMES, sino estudiantes) o “Deudores de créditos Corfo: rebajan tasas de interés en 3,6%” (La Nación).
Pero para evitar que algún suspicaz ciudadano se dé cuenta del negocio del año, esta operación ha sido encubierta con un supuesto beneficio social a miles de familias chilenas: “Esta rebaja beneficiará a 365 mil familias de estudiantes que adquirieron el CAE a partir de 2006” (Cooperativa). “Aproximadamente 90 mil deudores de los créditos Corfo (…) podrán ver reducida la tasa de interés anual del crédito en 3,6 puntos porcentuales”, dice un documento de Corfo.
Pero al revisar los datos entrados por el Mineduc y la Corfo se constata con grandes letras que el lucro con la educación continúa.
Según los cálculos realizados por el Mineduc en el informe financiero del proyecto de ley recientemente aprobado, los mayores gastos este año respecto al CAE por concepto de recompra a la banca tiene un costo total de $224.216 millones de pesos, los que se suman al recargo que se realiza en la operación financiera que supera los 64 mil millones de pesos.
Pero este traspaso de recursos a la banca privada no para. Si bien las cifras van disminuyendo paulatinamente hasta 2019, por mismo concepto de recompra –subsidio- el Estado gastará $3.904 millones de pesos anuales, más los misteriosos gastos de recarga que superan los mil millones.
Según el ministro Harald Beyer “al principio son puros desembolsos y, por lo tanto, nuestros cálculos que están en el informe financiero son que al 2020 nosotros vamos a estar desembolsando del orden de $1.100 millones de dólares por este concepto”.
En mayo de este año el ministro de Economía Pablo Longueira acusaba que la deuda pendiente del Crédito Corfo alcanza los US$700 millones. Citaba la cifra en el debate por la reforma tributaria y argumentaba que de ser aprobada junto a la rebaja del crédito con aval del estado CAE al 2% el gobierno podría asumir un monto de US$200 millones de la deuda.
Una realidad no muy distinta a la solución de los Créditos Corfo: “La reducción de la tasa de interés a los deudores del Crédito Corfo de Pregrado implicará un esfuerzo para el Estado de Chile de más de US$ 100 millones en diez años”. Este noble esfuerzo significa que de aprobarse las garantías CORFO propuestas en el presupuesto 2013, los bancos se enriquecerán con miles de millones de pesos por la recompra de la deuda estudiantil.
Saque la cuenta ¿Está viendo la letra grande?
Nicolás Veliz
El Ciudadano
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