El pasado 11 de mayo, los estudiantes de la Universidad Andrés Bello decidieron tomarse cuatro edificios del plantel acusando que la falta de transparencia de la casa de estudios -en manos del grupo Laureate- los marginaría del beneficio de gratuidad que contempla la reforma educacional.
La movilización fue creciendo rápidamente entre las bases del alumnado, pese al rechazo de la directiva de la Federación de Estudiantes de la Universidad, que fue acusada de poco democrática y de mantener vínculos con las autoridades. Hoy, universitarios movilizados exigen la destitución del organismo y la realización de votaciones que aseguren la elección de una federación representativa.
Desde entonces, el movimiento estudiantil tomó vuelo. En los días posteriores a la realización de la cuenta pública de Bachelet, se advirtieron diversas acciones del mundo secundario y universitario, como la irrupción en La Moneda y el comienzo de tomas y paralización en liceos y universidades de todo el país.
Esta vez, los estudiantes de las universidades privadas se tomaron el protagonismo de las movilizaciones. En el escenario actual, a la espera de las votaciones de cada institución en respuesta al llamado a paro indefinido de la Confech, la mayoría de los planteles de educación superior movilizados pertenecen al sector privado. Un hecho que muestra diferencias con lo ocurrido el 2011 -cuando las universidades públicas lideraron la movilización- y que tiene por protagonistas a los estudiantes de la Universidad Andrés Bello, Central, Diego Portales y Alberto Hurtado, entre otros planteles, quienes aseguran vivir en carne propia las falencias del lucro en la educación.
El lucro nuevamente al centro del debate
«Yo creo que las privadas hoy, y desde el año pasado después de la gran movilización que tuvimos, entendimos algo: las grandes contradicciones del sistema se viven en nuestros planteles», explica Nicolás Fernández, presidente de la Federación de Estudiantes de la UDP, que hoy mantiene cerca de 27 carreras paralizadas, casi la totalidad de la institución.
Para los estudiantes de universidades privadas movilizados la consigna es clara: «Nosotros estamos planteando que el lucro se elimine completamente de estas universidades, que no hayan medias tintas como se plantea en la Democracia Cristiana o en sectores del PS, donde se quiere regular el lucro».
A juicio de Fernández, los planteles privados deben sufrir cambios importantes por el proceso de reforma. El problema de la educación, dicen, no se soluciona sólo otorgando el financiamiento a las universidades públicas, sino que terminando de raíz con el lucro existente en instituciones como las que hoy controla el Grupo Laureate.
«Hoy quien tiene que garantizar la educación es el Estado y no el bolsillo de cada familia. Una reforma tiene que asegurar que estas instituciones o van a cambiar a un rol público y merecer que el Estado les dé financiamiento o simplemente desaparecer», recalca Fernández.
La UNAB, emblema del lucro
Para los estudiantes de la Universidad Andrés Bello -que hoy cuenta con el 70% de sus carreras adheridas a la movilización o en toma- su institución es «el emblema del lucro en la educación», por eso sienten la obligación de participar activamente del movimiento.
«Hoy lideramos las movilizaciones, comenzamos por el descontento que nos produjo emplazar a nuestras autoridades a que se refirieran al lucro, a la federación poco democrática que había y al reglamente disciplinario que nos coarta y no obtener nada. Los estudiantes se cansaron de recibir siempre aplazamientos», comenta Antonio Baeza, del Consejo de Presidentes de la UNAB que hoy lidera el proceso de movilización.
Hace unos días, los estudiantes de la UNAB visitaron el Congreso y expusieron ante la Comisión de Educación para exigirles que inicien una investigación a las operaciones del Grupo Laureate. La idea es evidenciar que la institución no reinvierte el dinero de sus alumnos, evidenciando un lucro que podría marginarlos totalmente de los beneficios de la reforma educacional. En este caso, los estudiantes no descartan pedir la aplicación de la figura del administrador provisional, algo que la Comisión de la Cámara de Diputados también contempla: durante los próximos días, oficiarán al Mineduc para analizar si existen antecedentes para invocar la ley.
«No queremos convertirnos en una nueva Universidad del Mar, pero si hay irregularidades, por lo menos que exista un saneamiento de esta universidad en cuanto al lucro y también la elección de una federación democrática. Vamos a seguir movilizados porque se nos escuche», puntualizó Baeza.
La institución de Laureate -que también controla la Universidad de Las Américas- cuenta con cerca de 46 mil estudiantes en todo Chile. Los dirigentes estudiantiles aseguran que un 40% de esos estudiantes podrían ser beneficiados por la gratuidad, pero no pueden acceder a ello por la existencia de lucro.
Sin embargo, apuntan, «si esto fue permitido por el Estado, ahora son ellos quienes deben manifestarse y tomar cartas en el asunto».
Un movimiento estudiantil en crecimiento
Durante la mañana de este jueves, los estudiantes de la Universidad Andrés Bello marcharon desde Los Héroes hasta Plaza de Armas, en conjunto a universitarios de diversas casas de estudio privadas y públicas. Aseguran que vivieron rápidamente la represión, pero que esto no logrará callarlos e impedir la articulación entre las distintas instituciones.
«Hoy entendemos que las privadas se tienen que articular, se tienen que apoyar y que debemos movernos en conjunto», puntualiza el dirigente estudiantil de la UDP, en alusión al cambio de paradigma de los estudiantes de dichas casas de estudio. Además, señala que ya preparan las acciones que realizarán en la previa del próximo 9 de junio, fecha en la Confech volverá a movilizarse en las calles con un fuerte llamado a una convocatoria multisectorial.
Para Antonio Baeza, vocero de la movilización de la UNAB, en los próximos pasos del movimiento estudiantil los estudiantes de planteles privados jugarán un rol muy importante. «El hecho de que las privadas nos estemos movilizando habla de un movimiento sólido y transversal«, finaliza.