A pocas horas de la segunda marcha nacional por la educación, un grupo de estudiantes de la Universidad de Chile decidió tomar el control de su Casa Central para visibilizar problemas internos como insalubridad en algunas facultades y precariedad laboral de sus funcionarios.
Los alumnos apuntan a la escasa preocupación del Estado sobre la materia y exigen soluciones concretas para reforzar el sistema público, a la par con sus demandas por educación gratuita y de calidad.