Las últimas declaraciones de la nueva ministra de Educación, Carolina Schmidt, dejaron por el suelo cualquier leve esperanza por la cual avanzar a la apertura mínima del derecho a la educación, en sus palabras: “No vamos a financiar a personas que sí pueden pagar por su educación”. El mismo discurso de Piñera, Lavín, Bulnes y Beyer ¿Será posible entonces un diálogo fructífero frente a una postura tan rígidamente arraigada en la más profunda convicción neoliberal de lucrar con los derechos sociales de un pueblo?
Lo complejo y desgastante es que no se observa tal cuestionamiento en la dirigencia estudiantil y nuevamente salen los de Santiago diciendo “exigimos que el gobierno se pronuncie favorable a la gratuidad en todos sus niveles” y el gobierno saldrá diciendo “es más importante la calidad, por eso la superintendencia” luego replicarán “no hablemos de calidad, hablemos de excelencia” y así hasta que alguien dirá “nada es gratis en esta vida”.
Lo concreto es que con un millón de personas en la calle el 2011, con más del 80% de la población a favor de todas las demandas estudiantiles, con la sangre, con pintura, con fuego, con tomas, con puestas en escena, corriendo, bailando y marchando no se cambio ni un ápice el discurso y la acción de este neoliberal gobierno, entonces ¿no será momento de cambiar la estrategia?
Es que ya es evidente que el gobierno no se abrirá a la posibilidad de garantizar el derecho a la educación mediante un sistema de financiamiento estatal que tenga como eje una reforma tributaria o la renacionalización de recursos naturales. ¿Por qué? porque este gobierno, como muchos en de la oposición, defienden los intereses del empresariado. Son los ideólogos de este sistema, se han enriquecido con el lucro descarado con nuestros derechos básicos como la educación, salud, previsión y vivienda. Por lo mismo no pueden actuar en contra de sus principios ni menos en contra de su billetera.
Por lo tanto ¿qué nos queda por hacer? La gran mayoría que somos víctimas del lucro en la educación, la gran mayoría que hemos estado en la calle o en la oficina apoyando a los estudiantes, la gran mayoría de este país que exige derechos debe presionar de la manera más radical posible a este gobierno, obligándolos a ceder y quebrantar su convicción capitalista. ¿Cómo hacemos eso? tocándoles donde más les duele: sus bolsillos llenos de dinero del trabajo y esfuerzo de nuestras familias.
Es por ello que desde los sectores más perjudicados por el nefasto lucro en la educación, las familias que nos sentimos estafados por el crédito CORFO, los estudiantes de la Universidad del Mar, grupos de ex estudiantes de la UTEM y familias sobre endeudada por los créditos nos hemos reunidos para impulsar la reflexión en todas las bases estudiantiles con el fin de concretar en algún mes que sea prudente una MORATORIA GENERAL DE ARANCELES Y DEUDAS. Vamos a ejercer nuestro derecho a la educación y si consideramos que ésta es un derecho ¿por qué hay que pagarla?
De este modo, con la MORATORIA instalada creemos que será posible presionar al gobierno para que retire todos los proyectos de ley que avalan el lucro sobre nuestro derecho, que reconozca al triestamento de la U del Mar como un órgano capaz de autoadministrar a la quebrada institución, que detenga todos los embargos a las familias deudoras de créditos universitarios, eliminar el lucro bancario en la educación y que se comprometa mediante una profunda reforma tributaria y renacionalización de recursos si fuese necesario a garantizar la educación gratuita en todos sus niveles.
Desde hoy, hasta que no nos garanticen todos estos puntos debemos entrar en HUELGA DE PAGO y señalar claramente cuáles serán las consecuencias personales e institucionales que se provocarán si dejamos de pagar. Con esta presión instalada, será responsabilidad del gobierno evitar que en un determinado mes la industria educacional se paralice por falta de recursos.
Para esto no es posible que seamos cientos los que acojan el llamado, es necesario que TODOS y cada uno de los que deseamos entregarles a nuestros hijos un país con un derecho garantizado como la educación nos UNAMOS y demos un golpe en conjunto! Si tan solo ese millón de personas dejara de pagar sus aranceles y deudas… es imposible, por eso lo pensamos y queremos concretarlo.
Nicolás Veliz
El Ciudadano
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