Con represión de parte de Carabineros a los estudiantes terminó la marcha, convocada por la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Universitarios y Secundarios (Aceus), en rechazo al trámite legislativo del proyecto de Ley General de Educación (LGE), y donde fueron detenidos más de 50 jóvenes
La represión comenzó cuando un grupo de escolares reunidos en el Parque Bustamante intentó llegar a La Moneda por el Paseo Bulnes, para entregar una carta a la Presidenta Michelle Bachelet, donde también se encontraron con la policía militarizada que les bloqueó el paso,
Unos 5 mil estudiantes, estudiantes secundarios y universitarios de diferentes puntos de la capital marcharon por el centro de Santiago en contra del proyecto LGE.
Los estudiantes se congregaron alrededor de las 10:30 de la mañana en el área del Tobalaba con Providencia, desde donde marcharon pacíficamente, bajo un fuerte contingente de fuerzas especiales de Carabineros hasta plaza Baquedano.
Hasta el Parque Almagro llegaron alumnos de las universidades de Santiago, de Ciencias de la Educación, además del liceo de Aplicación, el Instituto Nacional y el Internado Nacional Barros Arana, entre otros.
El dirigente de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Universitarios y Secundarios (Aceus), Amador Sepúlveda, afirmó hoy que «los estudiantes estamos decididos a por último perder un año de clases para no perder la educación para siempre».
El vocero añadió, en el marco del paro nacional, que «estamos dispuestos a perderlo todo para ganar mucho, queremos crear una presión suficiente para que el Gobierno abra las puertas al diálogo directamente con nosotros».
A su juicio, «el conflicto estudiantil en Chile se está agudizando día a día y la educación pública se está muriendo».
OTRA VEZ FERNANDO FLORES
Jaime Zamorano, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), atribuyó además a una «maniobra política» la decisión de los senadores Fernando Flores y Carlos Cantero de rechazar la LGE en el Senado.
El dirigente universitario sostuvo que ingresar el proyecto con urgencia simple a la Cámara Alta «es una estrategia por parte del Gobierno en donde, además de abrir las instancias de discusión al interior de la Cámara Alta, también significa tratar de desgastar al movimiento estudiantil».
Asimismo, Mauricio Quiroz, estudiante que acusó una fractura en el pie derecho por la acción de Carabineros durante la marcha convocada el martes en Maipú, adelantó acciones legales contra la policía uniformada.
Entre diez y quince colegios secundarios permanecen tomados en la Región Metropolitana y los estudiantes esperan que durante esta semana se reanude la retoma de los recintos que fueron desalojados.
Los liceos emblemáticos de la Región Metropolitana, Instituto Nacional, José Victorino Lastarria y Liceo 7 de Niñas, entre otros, amanecieron ocupados por estudiantes en protesta contra la Ley General de Educación.
MINISTRA AMENAZA CON PSU
El panorama, es complejo, siguen las manifestaciones contra la tramitación de la normativa. De hecho, los estudiantes convocaron a otro paro nacional para mañana, sin considerar la advertencia que realizó la ministra de Educación, Mónica Jiménez, sobre la dificultad de prorrogar la fecha de la PSU, que en primera instancia está programada para los días 1 y 2 de diciembre.
La titular de Educación consideró que es difícil aplazar la PSU, que está agendada para comienzos de diciembre, a pesar de que la movilización estudiantil de protesta se extiende ya por varias semanas.
«Apúrense todavía tienen tiempo. Perdieron un mes, pero lo pueden recuperar. Apúrense, porque lo más probable es que no podamos cambiar la fecha de la PSU. Es algo que vamos a conversar, pero yo conozco que esos plazos son muy complicados», indicó la jefa de Educación.
De ahí que la titular de Educación exhortó a los estudiantes a deponer las movilizaciones que mantienen colegios en paro y toma, pues -explicó- la rendición de la prueba «está vinculada con los procesos del próximo año, como son el de admisión, de asignación de las becas, créditos, entre otros. No hay mucho margen y son pequeños».
En este contexto el senador PS Alejandro Navarro convocó a organizaciones estudiantiles, de profesores y apoderados para advertir que «no me pondré de rodillas» y cuestionar que el Ejecutivo utilice las urgencias como una forma de impedir una discusión acabada de la LGE.
«Se está orquestando una pasada de aplanadora contra el Parlamento. Jamás se había utilizado el presidencialismo de manera tan brutal a favor de la aprobación de una ley», señaló Navarro, que se reunió con el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo.
A su juicio, esto significa la «anulación de facto de la actividad parlamentaria. El Senado es para discutir, no un mero buzón del Ejecutivo. El Gobierno está presionando al Congreso para que éste termine aceptando la LGE de rodillas».
«Yo no me arrodillo ante nadie. Dejo disponible mi cargo de presidente de la Comisión de Educación en caso de que se me exija una mordaza y que emita un voto express», aseveró el legislador, al tiempo que explicó que la LGE «avala el lucro con tenues tintes de calidad y no asume el fracaso del mercado, sino que lo refuerza».
En la misma línea, el senador DC Mariano Ruiz-Esquide ha llamado al Gobierno, profesores y alumnos a que dejen a los parlamentarios trabajar tranquilos. «Mi llamado es al Gobierno, que no nos apremie, que discutimos como corresponde en las leyes y normas y reglamentos», porque el Senado es «por naturaleza sereno», señaló.
Ruiz-Esquide -que se reunirá con el ministro José Antonio Viera-Gallo por el tiempo asignado a la iniciativa- expresó que «no me agrada que ya nos estén mandando recados acerca de si van a ponerle urgencia o no van a ponerle urgencia. Déjennos trabajar tranquilos, lo mismo digo para los profesores y los alumnos; si el gritar en la calle y presionar no es la manera de convencernos (…) No necesito que nadie me empuje».
Fuente: Prensa OPAL