Poema Caupolicán, de Bruno Bernal Díaz

Caupolicán Esa mañana, en el principal lugar del villorrio, en Pilmaiquén, con la presencia del jurado, Iintegrado por los caciques Rengo, Colo Colo y Tucapel, la Comunidad Mapuche se reunió con gran gentío desafiando lluvia, viento y frío, para ver lo que pronto empezaría a suceder


Autor: Francisco

Caupolicán

Esa mañana, en el principal

lugar del villorrio, en Pilmaiquén,

con la presencia del jurado,

Iintegrado por los caciques

Rengo, Colo Colo y Tucapel,

la Comunidad Mapuche

se reunió con gran gentío

desafiando lluvia, viento y frío,

para ver lo que pronto

empezaría a suceder.

Instantes después,

se escuchó la voz fuerte del Cacique,

“Que venga Caupolicán”,

presuroso llegó el fornido mocetón,

de vasta mirada altanera,

respondiendo con voz firme y severa,

Yo soy Caupolicán.

Le abrieron paso entre la multitud,

ansiosa por verlo,

y lo llevaron donde había un pesado

tronco de pehuén en el suelo.

Enseguida el Cacique ordenó,

“écheselo al hombro y comience a caminar,

tan lejos donde pueda Usted llegar”.

El aspirante a Toqui,

con torso desnudo y pies descalzos,

se inclinó, lo tomó en sus brazos

y con gran rapidez, como de puma un zarpazo,

se lo echó al hombro y empezó a caminar,

obedeciendo asi la orden

que acababa de escuchar.

La muchedumbre, compuesta por Caciques,

Lonkos, mujeres y niños, sorprendida

por lo que estaban viendo,

lo acompañaban, vitoreando su nombre

al son de trutrucas y kultrunes,

cuyo eco llegaba muy lejos,

rompiendo el silencio de bosques y senderos,

engalanados de Copihues rojos y blancos,

por donde iba cruzando el indómito guerrero,

ungido Toqui,

después de haber caminado dos días y dos noches,

que lo vieron en su proeza,

soportando el pesado tronco al hombro,

de áspera corteza.

por Bruno Bernal Díaz

Poeta, maratonista y personaje emblemático de Valparaíso

Publicado inédito por El Ciudadano


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