En el año 1981, en plena Dictadura Militar, se decidió traspasar las escuelas y liceos públicos a manos de los municipios, lo que impidió que miles de profesores recibieran un reajuste salarial de casi 90%, por concepto del Decreto Ley 3551, para todos los funcionarios públicos, el que fue desconocido por los nuevos sostenedores, provocando daños no solo en los ingresos mensuales, sino que además sus futuras pensiones.
A pesar que la deuda ha sido reconocida por el gobierno de Michelle Bachelet, ninguno desde la vuelta a la democracia, se ha comprometida a pagarla, debido a que alcanza montos que se han vuelto impagables.
El presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, en conversación con El Ciudadano, mantiene la esperanza de que esta deuda se salde de alguna manera y que los 76 mil profesores a los que no se les pagó, se les recompense.
¿A cuánto asciende la deuda en la actualidad?
La deuda histórica, nace en 1981 cuando los colegios pasaron a manos de los municipios desde el Estado. No hay una cifra exacta, pero en dinero de hoy, equivale a $350.000 multiplicado por 37 años y, a su vez, por 76 mil profesores, da una cifra aproximada de 15 ó 20 mil millones de dólares. Por ende, se entiende que, dada la envergadura de la cifra, es impagable.
¿Cuántos profesores no han recibido el pago de la deuda?
El actual ministerio de Educación entregó un catastro indicando que son más de 76 mil los profesores impagos y de ellos aproximadamente 14 mil están muertos, siguiendo las cifras oficiales del ministerio.
¿Qué fórmula de pago le proponen al gobierno?
Nosotros no hemos realizado una propuesta concreta, porque es el gobierno quien debiese hacerla. Pero nos regimos por un informe que emitió una comisión especial de la cámara de diputados en el año 2009. Allí se estudió el tema de la deuda histórica y se determinó que es real, a pesar de que está prescrita por el código civil. En dicho informe se propone una reparación, que podría ser un bono de dinero, más un aumento en las pensiones de los profesores jubilados. Esa idea es una posibilidad aceptable y es un beneficio concreto, ya que muchos reciben pensiones bastante miserables, por ende, la hacemos nuestra.
¿Qué ocurre con los profesores que ya murieron?
A nuestro entender, esa ley reparatoria debiese ir a los herederos de los fallecidos, capitalizado en algún reconocimiento económico o algún tipo de beneficio. Pero debemos ser cautelosos con el tema, ya que no depende de nosotros, en ese sentido, estamos esperando a que algún gobierno decente haga una propuesta al respecto, considerando que la deuda fue reconocida por el pasado gobierno y también por la organizacion internacional del trabajo (OIT).
Si en el gobierno saliente no existió el pago de la deuda, ¿qué esperan del gobierno que asumirá el 11 de marzo?
Supuestamente, el gobierno saliente era pro educación, pero no fue tan así. A pesar de lo anterior si reconoció la deuda histórica de manera oficial al entregarnos el catastro de los profesores impagos. Nosotros creemos que en un estado serio, las políticas de estado deben tener continuidad a pesar de quien gobierne, por ende, en la primera reunión con el nuevo ministro, nosotros pondremos sobre la mesa, este reconocimiento que hizo el estado de Chile para que sea asumido por ellos.