Al mejor modo de un libro de cocina internacional, les presentamos hoy la receta del Plan Bolonia, proyecto de reforma de la educación superior europea. Implementado desde 1999 a partir de la idea de diversas universidades que apuntaban a unificar los criterios y la gestión de la enseñanza superior en Europa. La idea se extendió hacia Latinoamerica, a través del Proyecto Tuning y en Chile encontró un nicho fértil de desarrollo, por las condiciones económicas y sociales del país.
RECOLECTE LOS INGREDIENTES
Bolonia, recibe su nombre por la ciudad italiana donde fue promulgado el “Espacio Europeo de Educación Superior” (EEES), que es, definido como la necesidad de que el sector educacional provea las competencias y conocimientos necesarios para sustentar el desarrollo económico y social y así mejorar la capacidad de innovación.
Suena bonito. Pero veamos los argumentos detrás: Uno de los principales, es que las carreras profesionales, por la continua especialización del conocimiento, deben ser capaces de preparar profesionales competentes en el mundo laboral. Además, los estudiantes, cada vez más, buscan salir con celeridad al mundo laboral. Se agrega la necesidad de financiamiento para la educación como una inversión y, por último, el concepto de educación continua que incorpora el binomio pregrado-posgrado de forma casi indisoluble.
Claudio Ibarra, del Grupo de Investigación en Educación y Poder (GIEP), cuya tesis doctoral de la Universidad de Barcelona trata sobre el Plan Bolonia, señala que en dicho plan “la universidad es un espacio de inversión, donde la referencia más importante es la necesidad constante de rentabilización de los recursos universitarios dentro del Espacio Europeo, la captación de estudiantes-clientes y la alianza estratégica entre universidad y empresa”.
Ibarra agrega que al poner “al conocimiento como base de la economía y separarlo de su soporte material, se transforma al conocimiento mismo en un elemento (re)producible, cambiable, transable como producto de consumo y pilar fundamental de la rentabilización”.
Esta idea ya rondaba en los años 70 cuando Peter Drucker escribió su libro “La sociedad post-capitalista”, en el que destacaba la necesidad de generar una teoría económica que colocara al conocimiento en el centro de la producción de riqueza y esto en directa relación con la productividad que genera ese conocimiento.
UNA PIZCA DE SAL
Más que una pizca. A esto se le debe añadir un plan de financiamiento para los pasos que involucra: cambios de mallas, estudios, proyectos, becas y reestructuraciones de todo tipo a nivel universitario. Este es el proyecto Tuning-América Latina, que realiza la búsqueda de opciones y posibles países que “necesiten para su desarrollo” una reforma educacional que apunte a esta visión moderna de la Universidad.
El proyecto Tuning-América Latina 2004-2006 “surge en un contexto de intensa reflexión sobre educación superior, tanto a nivel regional como internacional”, se señala en uno de su documentos. Hasta ahora Tuning había sido una experiencia exclusiva de Europa, un logro de más de 135 universidades europeas, que, desde el año 20012, llevan adelante un intenso trabajo dirigido a la creación del EEES.
La entidad que está detrás de todo este proceso, en el caso de Chile, es el Banco Mundial que -el año 2005- inyectó más de 25 millones de dólares, a través del ministerio de Relaciones Exteriores, con el propósito de evaluar las condiciones para implementar el Plan Bolonia y su variante de Tuning para Latinoamérica.
Aquel informe, realiza un diagnóstico de la situación chilena, destacando lo que también señala la Concertación, en términos de la ampliación de la oferta. No es menor esta perspectiva si consideramos el explosivo aumento de los planteles universitarios en los últimos 20 años, con más de 50 ofertantes de educación terciaria.
Esta es la raíz del Crédito con Aval del Estado, promulgado por el Gobierno aquel 2005 que provocó enconadas protestas en todas las Universidades, el cual promueve el endeudamiento con los privados, a tasas y métodos de cobranza que se asemejan a la compra de un vehículo o de un pack de vacaciones en Punta Cana. El Estado, actúa como garante de estos créditos, como mediador en el cierre del negocio.
COCINE A FUEGO LENTO
Esta es una etapa fundamental de la receta, ya que si apura mucho el proceso de cocción, la salsa puede arrebatar y comenzar a salpicar o, en el peor de los casos, quemarse y quedar inservible. Es por ello que el BM, recomienda expresamente realizar estos cambios con paciencia, paso a paso, creando mecanismos paralelos para su implementación y con nuevas necesidades que lo justifiquen.
Uno de ellos son los cambios de malla, que evidencian todas las universidades a la fecha, con propuestas basadas en la formación por competencias, que grosso modo, responde a la lógica del saber hacer y a una continua tecnificación de los procesos universitarios. A mediados de octubre de este año, visitó Chile Jacques Tardiff, experto en formación por competencias, quien apoya a la Universidad de Santiago en dos proyectos Mecesup, USA 0705 y USA0717, orientados a la reforma curricular desde esta visión.
Ya desde el 2005 se están implementando estas medidas de reforma. El primer caso conocido fue el de Trabajo Social de la Universidad Tecnológica Metropolitana, que los estudiantes lograron parar, ya que se dieron cuenta del proceso que hay detrás y el fin que envuelve aquellas modificaciones. Luego vinieron cambios en la Universidad de Talca, que hoy lleva la delantera en esta nueva forma de hacer las clases. Más tarde, diversos proyectos, llevados adelante a través del financiamiento MECESUP 2, siguieron presentándose en las universidades chilenas.
También en el plan se propone crear una instancia que cree la necesidad e institucionalizarla. Para ello, qué mejor que una agencia que certifique la calidad de los planes de estudio bajo la lógica de la formación por competencias, y como señala el BM avanzar en el “mejoramiento de la calidad y consolidación del organismo de acreditación”.
La CNA (actual CNAP) se crea en octubre de 2006 y con ella todas las agencias acreditadoras, como Akredita QA, de propiedad del ex rector Luis Riveros de la Universidad de Chile y el acusado por fraude al fisco, Ubaldo Zúñiga de la USACH e, incluso el diputado Maximiano Errázuriz, miembro permanente de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados.
DE EXPORTACIÓN
En España, Italia, Grecia, Turquía, Croacia, Serbia, Alemania y también en Francia, desde el año pasado se viene dando un largo proceso de cuestionamiento a la implementación definitiva de Bolonia, que debiera estar finiquitado durante el 2010. Incluso este año, los estudiantes franceses ocuparon el ayuntamiento de Paris por primera vez desde la II Guerra Mundial.
En Italia en mayo salieron unos 200 mil estudiantes y docentes a protestar contra dicho plan y los recortes presupuestarios a las universidades por parte del gobierno de Berlusconi. En marzo salieron a la calle unos 80.000 mil universitarios de Barcelona, Madrid y otras ciudades españolas
Bajo el lema “fuera las empresas de la Universidad”, los estudiantes han levantado un fuerte movimiento anti-Bolonia, que promueve la defensa de la educación pública, ya que estiman que estas reformas representan el golpe final del sistema neoliberal, puesto que, cada vez más, el esfuerzo por estudiar en la Universidad pasa por la cantidad de financiamiento que logremos obtener con una entidad privada, es decir, de endeudamiento y de esta forma, el derecho a estudiar es transformado en un servicio para llevar y cancelar en cómodas cuotas.
Leonel Retamal M.
El Ciudadano
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