Mito 1. Estudiantes más pobres tienen peor rendimiento
El 10% de los estudiantes de 15 años de familias más pobres en Shanghái (China) tienen mejores resultados en matemáticas que el 10% más privilegiado de la misma edad en EE.UU. y varios países de Europa, según la OCDE.
Mito 2. Un sistema educativo es bueno cuando se gasta mucho en él
Eslovaquia invierte unos 53.000 dólares estadounidenses por estudiante entre los 6 y 15 años. EE.UU. gasta más del doble: unos 115.000 dólares. Los resultados académicos en los dos casos son aproximadamente los mismos.
«El éxito de un sistema educativo no es el resultado de cuánto dinero se gasta, sino en qué se gasta», insistió Andreas Schleicher, jefe de educación en la OCDE, ante BBC Mundo. Según la Organización, uno de los factores claves es invertir en la calidad de los profesores, a través de un salario competitivo e incentivos al desarrollo profesional.
Mito 3. Los resultados son más altos en las clases con menos alumnos
Muchos países aumentan el gasto por estudiante, dividiendo a los alumnos en unos grupos más pequeños, pero no existe una correlación entre el tamaño de las clases y el rendimiento, insiste la Organización. Sería mucho más preferible invertir en los profesores, insiste.
Mito 4. Para conseguir éxito se necesita un talento nato
La práctica no confirma que el rendimiento académico dependa más de la inteligencia heredada que del esfuerzo, sostiene la OCDE. La culpa es de los profesores, si esperan menos de los estudiantes de hogares con mayor desventaja socioeconómica, y de los propios estudiantes y sus familias si tienen bajas expectativas.
Mito 5. Los inmigrantes bajan el nivel académico general
No hay una correlación entre el porcentaje de estudiantes de familias inmigrantes y el rendimiento a nivel general para un país, sostiene la OCDE. Aún más: alumnos con experiencias similares de inmigración pueden tener resultados académicos muy diferentes.