La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, destacó durante una entrevista que Argentina, se sitúa a la vanguardia en la lucha por investigar y enjuiciar los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar (1976-1983).
«Argentina tiene un respeto internacional porque nunca bajó los brazos», aseguró la referente en derechos humanos.
La nación sudamericana está bien vista entre la comunidad internacional «por todo lo que ha conseguido hacer en estos años posteriores a la dictadura y aún durante la dictadura en los espacios internacionales: Naciones Unidas, Organización de Estados Americanos (OEA), Amnistía Internacional y la Cruz Roja», enumeró la mujer, de 89 años.
Gracias a esa lucha, protagonizada por organizaciones humanitarias como la que fundó y dirige, Argentina consiguió «las leyes de castigo y no la impunidad, porque en Chile no se ha juzgado prácticamente a nadie», comparó.
«Tenemos 42 años de lucha, nos estamos dejando la vida, no es fácil, pero sabemos que nuestro compromiso tiene que existir mientras tengamos vida porque hay mucho para hacer», afirmó.
Esa búsqueda del conocimiento no se circunscribe a Argentina, sino que se extiende al mundo entero, añadió De Carlotto.
«Viajamos por muchísimos países llevando nuestra historia porque no queremos que pase en ningún lugar del mundo lo que nos pasó a nosotros, y tampoco queremos que se repita en nuestro país, porque desde 1930 tenemos dictaduras cívico militares, es decir, civiles con las fuerzas armadas que usurpan el poder», afirmó.
Búsqueda de archivos
A Estados Unidos, por ejemplo, se le sigue pidiendo que desclasifique todos los archivos relacionados con la dictadura argentina, y que envíe esos documentos sin tachones.
«Estamos haciendo todos los esfuerzos posibles con solicitudes a algunos países que pueden tener archivos en las embajadas, como Francia e Italia, que fueron solidarias con nosotros al recibir a exiliados, proteger a gente y ocuparse de sacarla del país sin riesgo», informó.
En Argentina, todavía, «los archivos del Ejército, de todos los hacedores del terrorismo de Estado, no se han encontrado, pero estamos seguras de que eso está guardado en algún lugar aunque nadie lo confiesa, porque el espíritu corporativo es muy grande», describió la titular de Abuelas.
Entre tanto, los agentes de la dictadura «se están muriendo, los están condenando a perpetua, pero no confiesan, no se arrepienten, y algo más peligroso todavía, dicen que lo volverían a hacer de ser necesario».
«Son realmente extraterrestres», calificó al respecto.
La Iglesia católica tampoco no ha pedido perdón por sus crímenes, pero sí lo hizo en cambio el expresidente Néstor Kirchner (2003-2007), fallecido en 2010, y De Carlotto no descarta que lo haga incluso el mandatario actual, Alberto Fernández.
Tareas pendientes
La fundadora de Abuelas expresó su esperanza con la actual gestión frente a lo que supuso el Ejecutivo anterior del expresidente Mauricio Macri (2015-2019), que obstaculizó los programas de derechos humanos que se estaban implementando en escuelas de todo el país para conocer lo sucedido durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983).
Con el Gobierno anterior de la vicepresidenta y exmandataria Cristina Fernández (2007-2015) «teníamos una serie de actividades escolares ya programadas, literatura y libros que se llevaban a la escuela, todo programas educativos en el tema de los derechos humanos, y se tiraron los libros, se dejaron de entregar», señaló la referente humanitaria.
La administración precedente obstaculizó hasta la entrega de los ordenadores portátiles «que beneficiaban a los chicos de todo el país, así que eso hay que ponerlo en camino de nuevo».
Ahora el Ejecutivo de Alberto Fernández tiene la tarea de retomar este esfuerzo educativo que llevó a que por entonces también se recordase la lucha de la organización Abuelas de Plaza de Mayo por encontrar los 500 nietos apropiados por agentes de la dictadura.
«Hay que encarar temas muy fuertes en la parte educativa, volver a las escuelas con la literatura que teníamos antes, saber qué pasó en esa etapa tan trágica de nuestra historia durante la dictadura cívico militar», señaló De Carlotto.
El 40 aniversario del regreso de la democracia en Argentina coincidirá con el último día de mandato del actual Gobierno, en lo que será «una fecha muy simbólica», rescató la titular de Abuelas.
«Alberto va a terminar con Cristina y quizás vuelva a tener el voto popular, lo que sería muy bueno para afianzar lo que no alcance a hacer en estos cuatro años», aventuró.
Su organización se ha entrevistado con diversos ministros del nuevo Gobierno y espera encontrarse con los integrantes de la Corte Suprema para pedir que se aceleren los juicios de lesa humanidad.
Durante los próximos años, también será necesario «discutir el accionar de la dictadura, porque si hay gente que descree y miente, hay mucha gente que les cree», infirió De Carlotto.
En paralelo, hay que intentar «que la prensa cumpla con la ley, que dice que no pueden ser monopólicos y no pueden tener más que cierta cantidad de medios», señaló.
Por otro lado, la presidenta de Abuelas manifestó su respaldo a la sanción en el Congreso de un proyecto de ley que consagre la interrupción voluntaria del embarazo.
«Yo lucho por la vida, creo que la vida de una mujer es valiosísima, lucho por la libertad del ejercicio de la mujer sobre su cuerpo, y su voluntad», manifestó.
Esta demanda, que visibilizan los movimientos feministas con marchas multitudinarias en las calles, volverá a ser debatida este año en el Congreso después de que en 2018 el proyecto fuera aprobado en la Cámara de Diputados pero rechazado en el Senado.
«A nadie le gusta hacerlo [un aborto], no es gracioso, pero simplemente es necesario que no mueran mujeres que son madres porque no quieren tener más hijos, o que no se las ayude para que ese deseo personal sea cumplido gratuitamente, sin penalización, con todo lo que pide la ley», consideró De Carlotto.
Abuelas de Plaza de Mayo se dedica a buscar y a restituir la identidad de alrededor de 500 niños, sus nietos, robados a sus legítimas familias por representantes de la dictadura militar, la mayoría de los cuales nacieron en cautiverio y fueron adoptados de forma ilegal.
La entidad ha encontrado hasta el momento a 131 nietos, pero todavía prosigue su búsqueda por las otras 370 personas que fueron apropiadas al nacer durante la dictadura y que desconocen sus verdaderos orígenes.
Radicalismo en Argentina
Estela de Carlotto cuestionó que la Unión Cívica Radical pasara de apoyar al primer presidente democrático tras concluida la dictadura a respaldar la anterior gestión del expresidente Mauricio Macri.
«El partido radical es un partido antiguo, más que el peronismo, también con gente buena, pero en estos tiempos se ha bastardeado cambiando de posición», expresó la referente en derechos humanos.
El exmandatario radical Raúl Alfonsín (1983-1989), que fue «el primer presidente democrático después de la dictadura, si estuviera vivo, estaría muy enojado, porque él fue un hombre muy democrático y claro», sostuvo la titular de Abuelas.
Su partido, «hoy está colaborando con el Gobierno anterior con conceptos completamente disímiles a los fundamentos que tiene esa gestión política».
«Los radicales no eran así», sentenció la mujer, de 89 años.
Bajo esta óptica, la Unión Cívica Radical debería ser refundada, y en ese sentido, «el hijo de Alfonsín (el dirigente radical Ricardo Alfonsín) puede hacerlo en nombre de su padre porque es muy respetado y querido», manifestó De Carlotto.
Cortesía de Ana Delicado Palacios Sputnik