Laura Victoria Meller vive en Bogotá y es una mujer apasionada por los cambios sociales, estudia derecho en la Universidad del Externado de Colombia y sueña con poder generar un cambio en el país. Nos reunimos con ella para conocer más de su actividad y la participación de la coalición colombiana en la Campaña Latinoamericana por el Derechos a la Educación –CLADE.
¿Cuál fue su motivación para hacer parte de la Coalición por la Educación?
L. Comencé con las organizaciones estudiantiles, para generar ciertos cambios de las estructuras en la educación, que no dan oportunidades. Las banderas de lucha estudiantil sobretodo en el sector de secundaria me llevaron a cuestionarme ciertos tipos de situaciones que pasaban en la escuela y que muchas veces son invisibles y deben ser escuchadas y puestas en la escena política.
De los paros que han hecho los estudiantes ¿Qué se ha logrado?
L. Los paros han sido promovidos especialmente por los sectores docentes y siempre han sido para pedir mejoras en la educación. El ultimo paro tuvo como fin mejorar las condiciones económicas de los docentes y la situación en la que se encuentran algunos colegios en el país.
De cierta manera, lo que se ha logrado en estos paros es legitimar la protesta social, mover la gente, sobre todo el sector educativo que muchas veces se ve invisible ante el gobierno. También comenzar a tener mejoras laborales para los docentes y centrar la discusión en la calidad de educación que se está recibiendo, básicamente problematizar toda la situación estudiantil en el país que en muchas zonas es muy precaria.
En 2018, el 70% de los estudiantes que salieron del colegio no pudieron ingresar a la educación superior y más en zonas rurales del país ¿cómo se puede solucionar esta problemática, cuando es tan difícil ingresar a una universidad pública y además tienen cupos limitados?
L. La problemática es más estructural, siempre ha estado en discusión de la coalición todo esto. Uno de los aspectos es el de pruebas estandarizadas, miden de igual manera a todos y limitan la entrada de ciertos jóvenes a la educación superior.
Primero, es necesario problematizar las pruebas estandarizadas porque se enfocan en ciertos temas y que olvida todo un rango de saberes y experiencias (cosas que nos hacen diferentes a otros). Asimismo, no son un mecanismo idóneo para que las personas puedan ingresar a la universidad, segundo se necesita inyectar recursos a la educación, una educación que transforme, que venga desde la gente, que pueda ser para todos y todas.
El presidente Iván Duque, ha mencionado que en su gobierno se han inyectado recursos a la educación, pero realmente este dinero no cubre las necesidades que tiene el país en cuanto a este tema, además se presentan situaciones de corrupción como lo que ocurrió con el director de la Universidad Distrital en Bogotá, que se robó una buena suma de dinero, lo que quiere decir que además de que se invierte muy poco en la educación, la corrupción roba parte de este dinero. ¿Cómo piensa que la Coalición por la Educación de Colombia va a ayudar a esta problemática?
L. La principal tarea de las organizaciones sociales de los movimientos estudiantiles, es la denuncia, porque es la que lleva a exponer todos estos casos de corrupción. La bandera de la coalición ha sido la no criminalización de la protesta estudiantil, porque son los jóvenes los que generan los grandes cambios sociales. Lo importante es apoyar y trabajar con las organizaciones estudiantiles y que se denuncien estos casos. La corrupción siempre va a salir a la luz, ya que resulta tan evidente que genera indignación.
Otro escenario de la educación en Colombia es la educación privada, donde las matriculas son muy caras y la mayoría tienen que acceder a crédito educativo, un mecanismo que genera deudas prácticamente de por vida. ¿Cómo cree que se podría solucionar esta problemática social para que puedan los estudiantes acceder a un crédito, pero que no sea una carga económica tan alta?
L. Lo primero, dadas las condiciones, es revisar las tasas de interés. Las tasas de intereses actuales son muy elevadas, un estudiante puede terminar pagando dos veces o más el valor de la matrícula. Es necesario revisar y control esas tasas de interés y generar subsidios a los estudiantes.
El programa “Ser pilo paga” estuvo en el gobierno de Juan Manuel Santos, pero el actual gobierno lo saco de su agenda ¿Qué opina de este programa?
L. Es muy complicado, lo que se hizo fue quitarle recurso a la educación pública e ingresarlo a la universidad privada. Además, ocasionó una problemática social muy fuerte, ya que muchos de estos jóvenes vienen de regiones muy vulneradas y llegan a estas universidades de élite, donde fueron estigmatizados.
Además, el apoyo del programa gubernamental no era suficiente. Yo tengo compañeros que no pueden entregar más de sí mismos a la academia porque tienen que preocuparse por el arriendo y otros gastos que debería facilitar el gobierno para poder estudiar de una manera más tranquila.Fue ponerle “paños húmedos” al problema estructural que es la financiación pública de la educación superior. Es un proyecto ineficaz que no soluciona el problema de fondo.
Una de las principales preocupaciones de los estudiantes es que cuando se gradúan de la universidad no tienen empleo, lo que genera descontento y prefieren simplemente no estudiar. Lastimosamente tenemos una tasa muy alta de desempleo en el país ¿Qué les diría a estos estudiantes y cuál sería la solución para implementar empleo en el país?
L. La probabilidad de que los egresados accedan a un buen trabajo es baja. En efecto, las y los jóvenes se desmotivan para estudiar. Sin embargo, yo creo que la educación sea como sea es el camino para transformar todas estas problemáticas sociales. Desde los espacios académicos se puede mirar este tipo de reflexiones y se puede llegar a escenarios más importantes de transcendencia política.
Bogotá es la capital y tiene un desafío muy grande, ya que muchas universidades están ubicadas allí, lo que atrae a los estudiantes de otras regiones. Una de las propuestas de la actual alcaldesa Claudia López es dar tres años de educación gratuita (el último año del colegio y dos de la universidad). ¿Cree que esto puede amortiguar lo que está sucediendo con la educación?
L. El estudio se tiene que garantizar desde la primera infancia hasta la educación superior. Cubrir todas las garantías y condiciones para que se pueda desarrollar bien y llegar a ser un buen profesional.
La propuesta puede incentivar a seguir estudiando después de esos tres años, pero, es muy complicado para ciertas personas que no tienen los recursos y, además, el sostenimiento en una universidad es muy costoso. Puede que llegue a amortiguar, pero en los casos que se tenga los recursos para poder culminar. Tampoco es una solución del problema de fondo.
¿Desde la Coalición, ¿qué se ha hecho por la educación del país?
L. La coalición ha venido trabajando en varios aspectos. Por ejemplo, en este momento estamos trabajando en los procesos de educación para personas jóvenes y adultas, mirando el enfoque de cambios estructurales e intentando conseguir alianzas dentro del Congreso para crear proyectos de ley que puedan favorecer los sectores sociales por los que estamos trabajando. Hemos venido participando en las audiencias públicas por el derecho a la educación, lo que ha fortalecido el proceso de cuestionamiento a las autoridades públicas. En todo el tema del proceso de paz, también hemos tenido acompañando iniciativas con el Frente Amplio por el Derecho a la Educación y la Paz.
¿Cómo es la conexión y que han hecho con la CLADE?
L. La red CLADE es un espacio regional y la coalición Colombia hace parte de ella. Sirve para compartir experiencias, es un escenario para apoyar ciertos proyectos y dar respaldo a la denuncia internacional; se da lugar a el tema de discusión educativo encontrando muchas similitudes entre los países latinos.
¿Cree que la educación en Colombia va a mejorar?
L. Sí, este movimiento que se está dando es muy importante, a raíz del acuerdo de paz muchas cosas que se venían viendo enceguecidas por el tema del conflicto, ahora se están poniendo sobre la mesa de una manera más evidente, lo que ha permitido mayor denuncia y espacios sociales visibilizados. En ese sentido, el momento histórico en que estamos es importante, debemos seguir trabajando en el proceso de paz.
Cortesía de Pressenza